Guía Cereza
Publicado hace 13 años Categoría: Gay 1K Vistas
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Estando en oficina de mi abogado, empezamos a hablar de negocios de una manera muy seria y respetuosa como era usual.  Estábamos ya casi terminando la reunión y sabíamos lo que nos esperaba (sesión de sexo oral), cuando le entra al BB de mi abogado un mensaje de un cliente anunciándole una visita social; esto arruinaba nuestros planes de extender la reunión a otros asuntos y aplazaba las ganas que tenia de que por fin mi abogado probara mi leche en su boca.

Mi abogado me explico que se trataba de un cliente que era casado y al que le llevaba un proceso de divorcio durante el cual habían hecho buena amistad y con el que hacía poco había tenido una conversación erótica en la que el cliente le confesó que ya no disfrutaba con su mujer y que quería experimentar con hombres. Mi abogado le menciono su experiencia conmigo y le dijo que podían probar vivir algo así a ver como se sentían, por lo que mi abogado asumía que la visita en esta ocasión se trataba de confrontar sus curiosidades con las de mi abogado.

Me pareció una situación excelente y le pedí entonces que no le dijera que yo estaba ahí, que lo dejara llegar  y que tuviera listo un buen licor para que se convirtiera en una reunión social e informal. Su cliente llego y se sorprendió al verme ahí, por su gesto se pudo ver que no le gusto mucho mi presencia, incluso su lenguaje corporal decía que se quería ir, pero mi abogado y yo le dijimos que entrara tranquilo que habláramos ya que lo nuestro se había terminado y solo estábamos hablando trivialidades para despedirnos, le ofrecimos un trago, el cual acepto y se sentó en la mesa de reuniones al lado de mi abogado.

Hablabamos de deportes y un poco de política cuando llegamos al tema de las mujeres y mi abogado ahí tiro a su cliente al agua cuando dijo que él se estaba separando quizás por un problema de gusto con las mujeres y que ese tema ya no era atractivo para su cliente. El señor reaccionó de manera normal, disgustado, e incomodo pero yo le dije que estuviera tranquilo que yo era de confianza y que ese tema quedaba ahí entre los tres y que podía hablar de eso si quería y que de hecho no era el único que había tenido curiosidades, mi abogado me interrumpió para decir que yo era la persona con la que había el resuelto las suyas y que ese no era un tema nuevo en la mesa.

Como ya estábamos “tirados al agua”, le  pregunté por las curiosidades que tenía e indagué si había hecho algo para resolverlas a lo que dijo que del tema solo había hablado con el abogado y que no había hecho nada y le encantaría hacerle sexo oral a un hombre, a lo que le dije que aunque solo mi abogado me había dado sexo oral, yo estaría encantado de ser su primera verga. 

El cliente pidió que si no nos molestaba les gustaría vernos en acción a lo que ni corto ni perezoso, el abogado se acerco a mi silla y se arrodillo frente a mi mientras yo seguí a abrir el jean que llevaba ese día y darle a chupar mi deliciosa verga que aunque flácida, cambio de estado de manera pronta. Cuando estaba ya erecta y después de 3 o 4 chupadas de mi abogado, el cliente pidió su turno ante lo cual me puse de pie saque mi verga de la boca y se la ofrecí a nuestro amigo para que la pusiera en la suya.

Como quien tiene temor y cierta repugnancia, el cliente tomo mi verga solo con dos dedos y solo le dio besos en la cabeza, pero apenas vi que abrió la boca y saco su lengua, aproveche y de un empujón metí mi verga entre sus labios y empecé a moverme despacio, como ayudándole a dejar el temor.

Mi abogado, muy acucioso, me bajo el pantalón y empezó a besar mis piernas y mis nalgas; con prudencia fue bajando mis bóxer hasta tener una vista total de mi trasero y siguió besándolo con intensidad, era la primera vez que yo recibía este tipo de sexo oral, pero se sentía de maravilla: era una sensación deliciosa.

Mientras el cliente me lo mamaba, el abogado me besaba las nalgas y buscaba acceso a mi virgen culo con su lengua. De reojo, el cliente miraba la escena y al parecer le gustaba pues ya me chupaba la verga con autonomía y bastante habilidad. Estando en la acción y después de yo inclinar un poco mi cuerpo para que la lengua jugara más fácil en mi culo, el cliente se detuvo y dijo que quería lo mismo. En vista de que yo me sentía en la gloria con una super-mamada y una lengua humedeciéndome y como no sabía si se refería a besarme el culo o a que se lo besaran a él, hice una propuesta salomónica: “Que mi abogado te bese las nalgas y que vos me las beses a mi” le dije, a lo cual el acepto poniéndose de pie y dejando caer su pantalón para ponerse detrás mío entre mi abogado y yo.

De inmediato termine de quitarme el pantalón y me incline lo mas que pude, sentía su lengua acariciándome el culo de arriba abajo y no solo con la punta, sino con toda ella, como recorriendo cada centímetro de mis nalgas, mientras tanto, mi abogado bajaba los bóxer de su cliente con avidez y éste se ubicaba en 4 para que mi abogado disfrutara de su rasurado y musculoso trasero. Yo gemía de placer y el cliente también; mi abogado dirigía la situación con destreza pues  en ese momento se metió debajo de nuestro amigo y empezó a chuparle la verga, una verga magnifica, jugosa, gruesa, venosa y circuncidada a la cual pude ver como la metía mi abogado en su boca y no lograba abracarla toda.

Rápidamente cambió la posición de todos, mi abogado y su cliente iniciaron un delicioso 69 que se veía magnifico, mientras yo me puse en posición para probar con mi lengua el culo de otro hombre; con temor pero con deseo,  lubriqué el culo del cliente de manera generosa mientras me masturbaba muy excitado.  Su piel era suave y sus nalgas redondas, mi lengua entraba y salía con facilidad y el cliente se movía en señal de agrado.

En un momento de acelere, se me ocurrió poner mi verga en la entrada de ese culo para saber que se sentía y ver que reacción podrían tener mis compañeros de trío; al hacerlo, sentí como el cliente paro de mamar, lo mismo que el abogado, quien se dedico a mirar de cerca mi verga y mis huevos, el cliente se quedo quieto como esperando la embestida y yo, sin esperar más, empecé a introducir mi verga en su culo, despacio al principio, mientras él se quedaba como paralizado sin emitir sonido alguno y mi abogado me decía que le diera rápido que se veía muy rico desde ahí.

Apenas entró del todo mi verga el cliente se pudo relajar un poco y mi abogado continuó mamándole la verga, a lo que él respondió continuando con el 69 mientras yo me movía primero despacio y luego no tanto clavándome a nuestro nuevo amigo y probando una delicia nueva: la penetración.

Así estuvimos algunos minutos hasta que el cliente emitió un gemido muy fuerte y pude ver como se venía en la boca de mi abogado, y no solo en su boca sino en sus labios y en su cara derramo toda su leche. Ver eso me excito tanto que sentí que me venía de inmediato y así fue, logre sacar mi verga de su culo y me vine encima de la cara de mi abogado y en parte de las nalgas del cliente, fue una venida profusa y densa, llena de morbo y sexo.

Mi abogado no sabía qué hacer, no sabía si saborearse o limpiarse, si sentir pena o sentir placer, pero se decidió por el morbo que sentía de estar bañado en leche de dos machos y empezó a masturbarse, a lo que el cliente interrumpió mamándole de nuevo la verga hasta que ya no aguanto más y después de tres movimientos el abogado se vino casi en la cara de nuestro amigo y llenó su propio vientre de caliente y espeso semen.

El cliente se dejo caer al suelo, yo encima de el y el abogado a un lado, extenuados, excitados y sabiendo que aunque faltaban cosas por probar había sido una reunión excelente con resultados satisfactorios y con una experiencia inolvidable para mi.

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