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Mamacita Deliciosa No Te Vas A Escapar!

Esta historia cuenta mi primera vez con otra mujer, un poco largo el relato, pero espero que les guste.

Me baje del taxi y entre al restaurante; la cita la habíamos colocado en este sitio por ser un lugar agradable para conversar, se escuchaba un cantante en vivo, se podía comer algo o disfrutar de unos buenos tragos con unos amigos.  – Cuando yo te vea voy a fingir que te conozco y te saludaré como si nos conociéramos de hace tiempo – OK, respondí en el taxi minutos  antes de bajarme luego de darles una descripción detallada de cómo iba vestida, ellos ya sabían que era rubia, con buenas puchecas y caderas amplias, con curvas.  Entré y de inmediato Camilo se puso de pie, me hizo un gesto de bienvenida, me acerqué a la mesa y me saludó de beso en la mejilla, me senté y saludé a Cristina fingiendo conocerla, el sitio era al aire libre y muy concurrido esa noche de viernes, así que los saludos iniciales fueron suficientes para no levantar ninguna sospecha.

Mi primera impresión al ver a Cristina fue: ¡Esta buenísima! En palabras que usaría un hombre, hasta esa noche de viernes yo nunca había tenido sexo con una mujer, era una experiencia que me venía rondando la cabeza hacia ya varios meses pero no había llegado a concretar, por temor, temor a ser descubierta por mi familia, temor a que me quedara gustando y no volver a querer sexo con un hombre, temor a ser rechazada,  en fin, se me pasaban muchas ideas por la cabeza y no había finiquitado nada. Hablando con el administrador de una página swinger local a la cual me inscribí recientemente, me preguntó  específicamente que buscaba, yo le respondí que quería sexo, pero nada más, con una mujer bonita y sexy, que me gustara, que me sedujera, que me atrajera, no con una mujer simplona pero que me tocara estar con ella por lograr la experiencia, además no solo quería tener el acto y ya, pues como no tenía experiencia en el tema no podría ver a una mujer y comérmela de una vez sin decirnos ni una palabra; la idea era poder ubicar a alguien con quien pudiera salir, hablar, tener temas afines, charlar y si existe química entonces si nos vamos para la cama, más o menos eso fue lo que le dije al administrador, el conocía a todos los miembros de la comunidad y todos los perfiles y tipos de personas, me dijo que habían dos opciones: una mujer soltera, muy linda, bisexual que le encantaba estar con mujeres; a esta primera recomendada le envié mensajes pero nunca pude tener comunicación con ella, y como segunda opción estaban Camilo y Cristina, una pareja de esposos, muy bien relacionados en la ciudad, el médico y ella también, mayores, la mujer de esta pareja era una señora muy bien cuidada, súper churra, y que para nada aparentaba tener la edad que tenía realmente.  Con estas referencias los contacte, nos cruzamos correos, me gusto lo que me escribieron, a ellos les gusto lo que yo escribí, fui muy clara en explicar que mi idea no era un encuentro para un trio, que lo que yo buscaba era tener sexo con una mujer, que si ellos aceptaban mis condiciones podíamos llegar a conocernos en un encuentro real y ver qué pasaba; nos dimos números de celulares, conversamos un poco, hable con los dos, sonaban personas muy cultas y agradables así que pasamos a ponernos una cita en aquel lugar y ver qué pasaba entre nosotras.

Ellos ya estaban tomando vodka, así que me uní a su bebida, licor era lo que necesitaba para ahogar esa sensación de miedo a lo desconocido y afrontar mi  realidad: Esta mujer me gustaba de primera vista y algo iba a pasar aquella noche, conversamos de todo un poco, de mi trabajo, de lo que ellos hacían, cuantos años llevaban casados, de cómo la experiencia swinger había revitalizado su matrimonio, me preguntaron por qué quería estar con otra mujer y porque no lo había hecho ya siendo una mujer linda, en fin, tratamos de conocernos mucho en poco tiempo, mientras hablábamos yo miraba a Cris disimuladamente, le miraba los senos, veía su rostro, trataba de no verme morbosa, pero eso era lo que estaba haciendo, me la estaba comiendo en mi mente; Cris tenia según ella 48 años, pero en lo absoluto se le veían por alguna parte, fácilmente cualquiera podría decir que tenía 35 o 38 años, una mujer de piel blanca, delicada, pelo negro brillante hasta la cintura muy bien arreglado, llevaba un vestido largo estampado, zapatos altos y un escote que dejaba ver sus senos talla 34, era lo que más me tenía embobada, esos senos que se veían redonditos, paraditos, provocantes, que querían ser tocados…ummm mi mente se hacía un 8; Cris es muy bella, además tiene una boca exquisita, unos ojos grandes y expresivos como los míos, perfectamente maquillada para la ocasión.

La conversación era muy amena y divertida, Camilo un gran conversador nos tenía entretenidas mientras otro trago iba y venía,  en una oportunidad en que ella se fue para el baño Camilo me preguntó si su esposa me había gustado, si sentía química o atracción por ella, le respondí que por supuesto. Yo le pregunte que si yo causaba esas mismas emociones en Cris y él me respondió: ¡Clarísimo, si Cris estuviera aburrida, ya estuviera bostezando y hasta me habría pedido que nos fuéramos, pero está encantada contigo, ella quiere contigo todo! Cuando regreso Cris del baño se hicieron unas miradas, yo sabía de qué se trataba, así que pedimos la cuenta y decidimos irnos a un sitio más íntimo.

Nos subimos a su carro y nos dirigimos hacia un motel, a esas alturas de la noche ya las dos estábamos entonadas, con los tragos en la cabeza, esa pareja de esposos me parecían geniales, Camilo estaba muy atento y todo pintaba muy bien, llegamos al sitio, seguimos bebiendo, Camilo coloco música y nos sentamos en una salita que había en la habitación para seguir conversando, allí entre una risa va y otra viene, el deseo por Cris se acrecentaba y creo que el de ella por mí también, ya el licor hacia sus efectos y por ser ella quien tenía más experiencia que yo en el tema lésbico tomó la iniciativa y de un momento a otro me besó, recibí su lengua en mi boca, su saliva, su mano en mi seno mientras me lo apretaba por encima de la blusa, sentía como me hundía en ese beso apasionado y en ese sofá, nos besamos desesperadamente, para mí era una sensación deliciosa, delicada, apasionada…mientras nos besábamos tomaba su cabello, lo acomodaba  hacia atrás, tocar su cabello era otra sensación maravillosa, nunca antes lo había hecho, luego de unos minutos de este largo beso, ella se reincorporo a su posición y yo también, busque otro trago y vi a Camilo sorprendido observándonos, nos sugirió que estaríamos más cómodas en la cama… Así que Cris, apoyando esta idea, me tomo de la mano y me llevo hacia allá; ya nos habíamos quitado los zapatos, estábamos sentadas en la cama, cada una con un trago en la mano, ella me susurro al oído: Monita me gustas mucho, te quiero comer por todas partes y se arrodilló, tomo su vestido desde abajo y se lo quito. Al ver lo que había debajo de ese vestido mis impulsos se descontrolaron, me abalance encima de ella, a besarla en todo el cuerpo, en su boca, en su cuello, esa imagen no se podrá borrar nunca de mi memoria, tenía un corsé negro que se le veía espectacular y unas tanguitas chiquiticas amarradas con unos pequeños moñitos a cada lado de sus caderas…que rica estaba esta mujer, y toda para mí! de vez en cuando volteaba a ver qué estaba haciendo Camilo, el solo estaba expectante, deleitándose con el espectáculo que éramos nosotras en ese momento. Le bese los senos, se los saque del corsé, los mire, los toque, los lamí, suavecito primero con mi lengua, bordeando su pezón, Cris no hacía más que retorcerse de gozo, los chupe, después los succione, no muy fuerte, ella gemía y tomaba mi cabello yo tenía toda mi vagina inundada por toda esta excitación, me alejó de sus senos y me desvistió, me quito la blusa, el jean, la ropa interior, quede a su merced sobre la cama, tome otro sorbo de licor para tener fuerzas para lo que seguía, ella se acostó sobre mí, aun con su ropa interior y sus senos expuestos, le quite el corsé, pude sentir su vagina contra la mía, nos frotábamos mientras nos besábamos frenéticamente, yo apretaba su cola, suave, rica!!! Ella me siguió besando, acaricio mis senos con una mano mientras que con la otra separo mis piernas e introdujo su dedo índice en mi vagina, ahhh…que sensación más deliciosa, ella sintió lo empapada que estaba y esto le excito aún mas, metía y sacaba su dedo, exploraba mi vagina hasta el fondo, por encima, los labios, de repente, bajo con su lengua por mi abdomen, en un delicado lamido y fue llegando hasta mi vulva, allí se detuvo un poco, me observo, su mirada era libidinosa, me dijo con su mirada que me iba a dar el orgasmo más sensacional de mi vida, se acercó a mi clítoris, sentí su aliento tibio, abrió mis labios y con la punta de su lengua recorrió todo de mí, sentí su lengua húmeda adentro, la sentía saboreando, disfrutando mis líquidos, los lamia, los quería todos para ella, yo gemía más fuerte, me agitaba más, mis caderas se movían involuntariamente, ella empezó a succionar mi clitoris y la zona que esta a su alrededor… esa fue la locura para mí, quería que no dejara de hacerlo pero que se detuviera, sentía que iba a estallar, con su cabeza entre mis piernas agarro mis caderas y me halo hacia su boca, no quería que mi clítoris se separara de su boca, me dijo: Mamacita deliciosa no te vas a escapar! Esas palabras para mí en ese momento fueron más que leña al fuego, me rendí, no luche más y me deje llevar, estaba sudando, apretaba con mis manos la sabana, ella seguía succionando, me la estaba mamando!!! y de qué manera tan espléndida, no se detuvo, no descanso, seguía lamiendo y succionando, mi espalda se arqueaba, levantaba mis caderas en el aire, posición que ella aprovechaba para empujarme más hacia su lengua, eso me encantaba, un poco de fuerza, yo empecé a mover mis caderas en pequeños círculos y de arriba hacia abajo, un pequeño mordisco en mi clítoris, ya no sabía que más iba a venir, mi respiración se agitaba aún más, la sensación se hacía más fuerte, cada mamada me hacía estremecer, ella seguía, ella quería mi orgasmo, quería mis líquidos, cada succión se estaba volviendo una descarga de energía que recorría mi cuerpo, estos corrientazos por decirlo asi, empezaron suaves, iniciando en mi clítoris y se extendían por mi abdomen, despues iban cada vez más lejos, hacia mis piernas, empecé a decirle Si! Si! Si!, así es, tome su cabeza y la empuje más hacia mi al tiempo que meneaba mis caderas en un vaivén delicioso, mi cuerpo se sacudía compulsivamente, mi vagina se contraia, estaba llegando al éxtasis, ¡Cómetela toda, cómetela toda, es tuya, es tuya, toda para tiiiiii… casi que grite estas palabras y cerré mis ojos para estallar en un gemido largo y profundo, fue un instante entre perder la conciencia y volver a vivir, ella siguió chupando, mi cuerpo se contraía cada vez que lo hacía, era una sacudida en cada rincón de mi ser, hasta que no termino de sacarme la última gota de placer no dejo de succionar y de lamer mi clítoris, luego me beso en la boca y se recostó a mi lado, y bien, si yo estaba satisfecha, debía procurar hacerla sentir igual o parecido, deje atrás todas mis inseguridades y le dije: Ahora es mi turno, baje suavecito, con besos suaves por su espalda, por su cintura, un momento glorioso: desamarre aquellas delgaditas cuerditas que sostenían esas mini tanguitas, uff…delicioso, le di la vuelta y pude ver en todo su esplendor por primera vez una vagina que no era la mía, estaba deliciosa, provocativa, empecé a saborearla, jugosa, supermojada, entre dulce y acido, yo estaba maravillada con lo que podía despertar una mujer en mí, examine su vagina con mis dedos, con mi lengua, busque su clítoris, lo chupe, lo mame, tratando de imitar lo que ella hizo conmigo, sin embargo, en aquel momento me aparto y me beso en la boca, yo la seguí besando ansiosamente, quería volver a bajar, pero me dijo, no nena, ya he tenido mucha emoción por hoy, no aguanto otro orgasmo, al parecer ella se había venido mientras me hacía sexo oral y varias veces, me dijo al oído: Me dejas atender a mi maridito que esta que se explota? Efectivamente Camilo se había desnudado y estaba masturbándose ante semejante espectáculo, no quise ser descortés ante tantas atenciones recibidas y le dije que sí, tome mi ropa y me fui hacia el baño para vestirme, salí y ellos estaban haciendo el amor, ella en cuatro y el por detrás, yo los mire, mientras me ponía los zapatos, trate de no hacer nada para interrumpirlos, disfrute también de la vista, me tome otro trago y ahí terminó todo aquella noche, ellos se vistieron, salimos del motel y calabaza calabaza cada uno para su casa.

princesslin

Soy mujer bisexual

visitas: 1108
Categoria: Fantasías
Fecha de Publicación: 2012-08-24 20:33:39
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