Guía Cereza
Publicado hace 12 años Categoría: Hetero: Infidelidad 1K Vistas
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La historia que usted leerá a continuación está basada en hechos reales de mi experiencia sexual, los nombres y ubicaciones han sido modificados con el objeto de mantener la fidelidad de los acontecimientos, agradezco su atención y espero que sea de su total agrado y disfrute sexual.

Trabajaba en una importante empresa de la ciudad de Medellín como director nacional logístico en la que velaba principalmente por el buen servicio a nuestros clientes, tenía una oficina cómoda, una secretaria excelente, un equipo de trabajo muy completoy todo lo necesario para que el ambiente de trabajo fuera el mejor dentro del desempeño al interior de la compañía.

Como en la gran mayoría de estos cargos de alta gerencia el jefe siempre es el primero que llega y el ultimo que sale, esto se presta para que tu vida social se reduzca considerablemente , la relación de pareja comience a fallar, el estrés aumente bruscamente y sientas el peso de tu cargo según tu salario.

Recuerdo que un viernes por la noche me sentí muy mal emocionalmente por ver como mis subalternos hacían planes para salir a divertirse mientras yo quedaba solo en la oficina trabajando en informes; creo que en un desespero masculino me olvidé del tema laboral y me dediqué a buscar por internet un sitio discreto para desahogar todo mi cansancio. Ingresé a una página de modelos muy bien diseñada en color azul y habían cantidades de chicas, pero ninguna me atraía tanto hasta que ví un anuncio así: “Quiero ser penetrada por un hombre” al dar click sobre la imagen decía lo siguiente –mujer sola busca un hombre, no importa la edad, solo que quiera penetrarme, nada de cuentos raros ni dinero, solo placer… llamar al cel. xxxx preguntar por Bibiana-.

En ese momento fue la propuesta qué mas me gustó y la que me hizo despertar, no por el hecho que fuera algo gratis sino porque me parecía que era de esas mujeres que les gusta disfrutar el sexo con ganas. La llamé desde mi celular, me contesto una voz amable pregunté por Bibiana, me dijo que hablaba con ella, me identifiqué como usuario de la pagina donde había encontrado el anuncio y que estaba muy interesado. La conversación fue corta y acordamos una cita esa misma noche a las 8:30 pm cerca del parque de Envigado.

La verdad yo salí de la oficina como un rayo para la casa y arreglarme lo poquito que aún me puedo arreglar jajajaja, comenzó a llover y decidí irme en el carro; sonó mi celular y era ella, diciéndome que estaba en el sitio, bajó de un taxi y que sorpresa la mía, era una mujer de 1.60 de estatura, trigueña, acuerpada, muy tetona, cabello largo tinturado de rojo grilla; vestía una chaqueta de cuero negra, jean descaderado y tacones altos; nos saludamos de manera casual con un beso en la boca que marcó mi primera erección.

Subimos al carro en medio de la lluvia, los vidrios se habían empañado, sin pensarlo nos dimos un beso tan erótico que comenzamos a calentarnos con el juego de nuestras lenguas, caricias de ella sobre mi pantalón para alcanzar mi pene, mis manos desesperadas por quitar el cierre de la chaqueta para alcanzar sus enormes tetas, sentí mas gusto cuando logré sacar una de ellas mirando que el pezón café claro estaba duro y bien parado listo para ser chupado, me concentré en aquella parte mientras Bibiana se retorcía de placer, moviéndose en la silla. Me detuve, la mire a los ojos para preguntarle donde vivía, que hacía, su estado civil y por qué el anuncio; la respuesta fue “cálmate mi amor, solo te diré por ahora que soy casada y tengo un hijo de doce años, como mi esposo no está en la ciudad yo no me aguantaba más, por eso aquí me tienes”. Parecía ilógico, irreal, extraño lo que estaba sucediendo, una desconocida hablándome de esa forma, pensé que era puro cuento.

Prendí el carro para irnos a divertir a un motel que esta entre Envigado y Sabaneta, entramos, pedí una habitación lo mas completamente posible incluyendo el garaje, vaya que melodía en la que estuvimos cuando cerraron la puerta del garaje, esta mujer se quitó la chaqueta como una fiera y se abalanzó sobre mi cuerpo,si nos hubieran visto seguro que no sabrían quien estaba mas urgido, bajamos medio desnudos del carro, yo la cogí de frente y la cargué hasta apoyarla contra la pared, tocaba sus nalgas y ella se quitaba el brasier para darme de mamar de sus ricas tetas, la lleve hasta la cama para tirarla y en un dos por tres estábamos desnudos jugando con nuestros cuerpos.

La vagina de esta mujer era grande pero estrecha de esas que provocan y tallan cuando penetras, tan mojada estaba que al besar toda su vagina, sentía su líquido en mi boca, ella retiró mi cabeza y me hizo un oral donde cogía el tronco por la mitad haciendo cierta presión como para sentir mas la erección, lo besaba y soltaba el tronco, luego se dirigía hacia mis testículos para chuparlos y morder el escroto, esa parte que produce tanto placer como eyacular, trataba de mandar la lengua hasta mi ano, para no resistirme, le brindé lo que pedía. Ese beso negro es uno de los pocos que me han hecho gritar como una nena, lo hacía tan rico que deseaba tener otra mujer para hacerle lo mismo.

Terminando ese juego yo correspondí con mas intensidad y bajé nuevamente por el desquite, había ubicado su clítoris de forma táctil, eso facilitaría las cosas para mí porque al mandar mi lengua sobre ese punto, la mujer explotó en gritos de placer, insistentemente revolcaba mi lengua muy adentro de su vagina hasta que por fin me abrió las piernas para bajar hasta el ano de ella, limpio, rasurado, muy bien cuidado, apliqué una de esas cremas saborizadas que estaban en la despensa, besaba su culo y trataba de meter mi dedo, no se quejaba de nada, solo respondía ante el placer.

Sentía la necesidad de penetrarla por primera vez, así que al sacar el preservativo ella se lo coloco en los labios y con su boca lo deslizo sobre todo mi tronco, es una práctica que en pareja genera mucha excitación, nos acomodamos y háganse de cuenta que nos hubieran dicho en sus marcas listos ya, comenzamos a movernosdesesperadamente, sus tetas me tenían al borde de la locura, su movimiento pélvico era fuerte pero no dejaba salir mi pene. Yo me acosté boca arriba y ella se sentó de espaldas a mi, se movía con tanta intensidad que al sentir que me iba a venir Bibiana se acostó sobre mi pecho para terminar con una fuerte eyaculación de semen, la casada suspiraba temblando de la emoción, pero no contento aún con el pene erecto y acostada sobre mí retiré el miembro de su vagina para penetrarla, esa parte fue tan intensa que como pudimos nos paramos para caminar hasta la ducha porque yo no la quería soltar y ella no deseaba que se lo sacara, abrí un poco la llave de agua caliente, sintiendo el chorro caer se lo saqué del culo, me quité el condón y se lo chorreé en su boca.

El último instante del primer encuentro, porque las citas continuaron hasta que pasaran en su propia casa, la sensación de infidelidad es extraña porque la complicidad multiplica el riesgo, la adrenalina con las ganas de cumplir muchas fantasías y durante los encuentros las palabras sobran, los gestos hacen el resto.

Respeto la condición del matrimonio pero las relaciones sexuales en medio de la infidelidad estoy convencido hasta el momento que son las más placenteras, llenas de emoción, erotismo y excitación constante.

Con todo mi gusto para ustedes:

Santiago Faciolince

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