Para iniciar les recuerdo que no he perdido mi virginidad así que espero no decepcionarlos con mi relato. Esta historia sucedió hace cerca de dos años, y fue con el único novio que he tenido. A él lo conocí por Facebook me agregó y comenzamos a hablar, después de un tiempo de chatear seguido decidimos encontrarnos, para mí fue algo lleno de emoción ya que nunca me había encontrado así con un desconocido. Salimos a cine y la pasamos genial hasta que nos besamos y así comenzó nuestra relación. Como los dos estudiábamos resultaba un poco complicado vernos, al fin un fin de semana accedí a visitarlo en su casa, obvio el hecho de ir hasta allá implicaba algo pero igual decidí arriesgarme, él sabía que yo jamás había tenido ningún tipo de encuentro sexual y pues de esto nunca se enteraron en mi casa lo cual a mi modo de ver le ponía algo de picante.

La casa es pequeña, al inicio charlamos y jugamos un rato con sus mascotas. Al rato me preguntó si quería subir a su habitación a ver una película a lo accedí sin dudar, el cuarto tiene dos camas ya que lo comparte con su hermana, nos acomodamos en la de él y empezó "El turista" como eso de leer da sueño al final terminó cambiándola por una de muñecos animados

Como comenzó a llover nos arrunchamos mejor uno al lado del otro para no sentir frio, me abrazó con cariño y me besó, algo así de tierno enciende a cualquiera, nos besamos exquisitamente uno sintiendo al otro con pasión y deseo, el me besaba el cuello bajando despacio, en un momento me asusté porque sentí que así no era como quería que fuera mi primer vez, el sintió mi tensión y me tranquilizó diciendo que había muchas formas de que yo disfrutara sin que llegáramos a la penetración con lo cual siguió lamiendo cada parte de mi cuello. Me quitó las blusa y el brasier delicadamente sus manos acariciaban mi espalda para luego llegar a los senos, aunque admito que son pequeños él los ha sabido disfrutar, los apretó suave pero con firmeza, luego pasó su lengua para dejarlos bien mojados, para ese punto no estaba solo mojada sino con los pezones bien duros, así que los cogió entre sus labios y comenzó a chuparlos, sentí tan rico ese momento que fue inevitable gemir. Me voltee y me senté sobre él le quité la camiseta y me atreví a jugar con su cuello y su pecho, besé lo mejor que mis nervios me dejaron, mientras el pasaba sus manos por dentro de mi pantalón para apretar mi cola, con desespero me agarraba cada nalga mientras intentaba frotar su cuerpo con el mío, me giró nuevamente y beso lentamente mi abdomen hasta llegar al pantalón, me lo quitó junto con mis tangas, y ahí quedó expuesta mi vagina recientemente depilada, totalmente mojadita, para él fue como el paraíso lo pude notar por su cara de deseo no sólo por verla también al olerla, ahí entendí esos de los olores del sexo y él estaba más que excitado. Me abrió bien las piernas y comenzó lo más placentero que he sentido en mi vida, que me hagan sexo oral, despacio con detalle pasaba su lengua de abajo a arriba chupando un poco, besando, que delicia, yo gemía cada vez más fuerte, luego con una mano masajeaba mi clítoris mejor de lo que alguna vez hice yo sola y con la otra apretaba mis senos, yo estaba que no daba más de placer así que cogió a chupar esa cuquita lo más rico posible chupando, lamiendo, metiendo un poco la lengua hasta que ya no di más y estallé en mi primer orgasmo, él lo chupó todo y luego siguió jugando con su mano en mi sexo. Se acostó e intenté darle algo de placer así como lo había hecho conmigo, le quité todo lo de bajo y fui muy torpe cuando agarré su pene por primer vez, lo hice muy fuerte pero él me fue indicando como hacerlo, seguimos así hasta que me cansé del movimiento y él terminó sólo, con su leche derramada encima. Se limpió y yo me vestí, tratamos de seguir viendo la película un rato mientras él se recuperaba, luego los dos deseábamos lo mismo y comenzamos de nuevo los besos, las caricias nos desnudamos, hubo un momento en que casi hicimos un 69 él estaba fascinado con mi vagina la chupaba con desespero, yo sin atreverme a saborear su pene. Así el volvió a terminar y yo quede encantada con tanto placer. Ya era tarde y me tuve que devolver a mi casa, he de admitir que en la noche repasé de nuevo todo esto y obviamente las ganas de volver a sentir algo hicieron que me masturbara.