Guía Cereza
Publicado hace 11 años Categoría: Gay 1K Vistas
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La historia es así, en el colegio cuando comencé con esto de chimbiar con manes conocí un man al que tmbn le gustaba el cuento, Diego un Man flaco, pero flaco flaco de piel trigueña con una verga normal ya que pa ser tan flaco no se le veía grande. El cuento es que cada que el iba a mi casa siempre resultabamos viendo porno y cuando ya estabamos bien parolos nos ibamos para mi cuarto a masturbarnos entre nosotros. Con el tiempo pasamos de masturbarnos a tener sexo oral y a rozarnos nuestras vergas desnudos, a este man le fascinaba sentir mi verga en toda su raja, y yo en mi juventud con solo eso tenía para luego pajearme y venirme descomunalmente, la cosa es que nunca pasamos de ahí pues los dos crecimos el consiguió novia (la cual yo me comí antes de que estuviera con el) y yo me fuí de la ciudad donde vivía, tendría que 17 años. Años despues ya entrado en mis 20s regresé a la ciudad y dio la casualidad que nos encontramos por la calle, no recuerdo que iba a hacer yo pero al encontrarnos me propuso de una que si nos tomabamos algo en la casa de el, que el calor y quetales, acepté de una a sabiendas por donde iba el cuento. Ya en su apartamento empezamos a tomar, me contó que seguía con la misma despues de tanto tiempo pero que ahora se habían ido a vivir juntos (clarooo lo típico de un hetero). Ya prendos estaba claro por donde iba la cosa (habia puesto musiquita, que la vieja estaba de viaje) asi que le dije que que calor tan perro y me quité la camisa cuidando de que bajarme la pantaloneta de modo que se alcanzara ver mi parola. Claro el man la vio y me dijo; "uy pero esta troncho o que", sin perder tiempo me acerqué a el me la saqué y le dije "ud que cree". Uff había valido verga el man me la empezó a mamar con ganas, terminé de empelotarme y lo empeloté a el y ahí mismo en la sala de la casa nos empezamos a dar severo 69, el no había perdido la técnica se la metía toda hasta el fondo de la garganta y cuando la sacaba succionaba con los labios mientras con la lengua frotaba la cabeza y el tronco. yo también se la estaba mamando full mientras con mis manos apretaba ese culo que se mandaba el men, redondito firme y más bien grande, seguí buscando con mis manos hasta que lo encontré, el ano del man, lo tenía bien firme, cerradito y yo no lo iba a dejar pasar. Me le despegué de su verga y empecé a comermele ese culito a punta de lengua, se lo chupaba y se lo lamía mientras con la lengua le empezaba a dar puntadas, Diego siguió mamandome la verga pero podía sentir que cada vez estaba más excitado, a cada puntiada que le daba a su ano con mi lengua su verga brincaba en mi pecho y lubricaba. Cuando estuvo ese culo bien mojado me levanté y lo acosté boca arriba en el sofá, subí sus piernas sobre mis hombros y coloqué la cabeza de mi verga en la entrada de su culo, lo miré a la cara y no hubo necesidad de hablar el solo me miró e hizo un pequeño movimiento afirmativo. Empecé a hacer fuerza pero entrar no iba a ser facil, así que me puse a darle pequeñas empujones para que su culo fuera cediendo lentamente, el se veía que lo disfrutaba tenía los ojos cerrados y con sus manos se agarraba del espaldar del sofá, hasta que finalmente un empujon dió resultado y sentí esa sensación tan chimba que da el ser activo cuando el esfinter al final cede y se siente como aprieta la verga mientras esta entra. El no dijo nada pero su cara cambió, todavía tenía los ojos cerrados pero ahora apretaba fuertemente sus labios, y eso que solo tenía la cabeza adentro. Esperé un momento y continué haciendo presión para dejarsela ir toda, a cada centimetro que entraba veía en su cara como el dolor iba aumentando y ya había empezado a suspirar, sin embargo nunca buscó parar mi cadera, la recibió toda como un varón (jeje). Al fin la tuvo toda adentro y empecé a bombiarle ese culito que a pesar de la lengua que le había dado todavía estaba bien seco y lo apretado que estaba no facilitaba la situación, el gemía cual perra pero se notaba que le estaba cogiendo gusto, tanto así que con sus manos agarró mi culo y empezó a llevar el ritmo. Al poco tiempo abrio los ojos y me dijo, "ya casi me boto parce", dicho esto llevó una de sus manos a su verga y con la otra siguió llevando el ritmo, hasta que al poco tiempo un fuerte apretón de su esfinter me avisó de lo inminente, se mandó sendos chorros de semen, a lo bien fueron como 12, que salían en todas direcciones cayendo tanto en su cuerpo como el mio. Cuando terminó yo saqué mi verga y con tres pajazos descagué toda mi leche encima de el, pegandole varios tiros en su cara mientras el todavía disfrutaba del orgasmo que había pasado. Yo estaba mamado y me senté en el sofá al lado de el, y sin aviso alguno el me abraza y me besa, yo respondí aunque dentro de mi cabeza se me hizo muy raro, con todos los cuentos que había tenido con este man nunca antes lo habíamos hecho. Finalmente el efecto de todo bajó y me di cuenta que estabamos acostados en el sofá con nuestras leches mezcladas entre nuestros cuerpos mientras el me miraba y me sonrreía, le propuse ir a bañarnos juntos y nos levantamos, una vez en la ducha me percaté que en la base de mi pene se notaba algo rojo y entonces cayó en mi lo que había hecho, me le había comido el virgo al man. El resto de la noche seguimos tomando y riendo como amigos, pero también rumbiandonos y tocandonos como amantes, dormimos juntos y por la mañana tiramos otra vez, lo que seguimos haciendo hasta que yo tuve que regresarme a la ciudad a donde vivía.

Cuentenme que las parecio, 

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