Era un viernes normal, no acostumbramos salir los viernes porque los sábados tenemos los dos mucho trabajo, si aceptamos algo es porque sabemos que va a ser a suave y que vamos a regresar a casa temprano.

Hace un par de meses nos contactó una pareja algo particular, él es amable y buen conversador y ella, nunca la conocimos, siempre se va a su pueblo natal los fines de semana. Habíamos planeado varios encuentros para los cuatro pero por distintas razones nunca los llegamos a concretar.

Una noche lo conocimos en un buen restaurante del sur y nos agradó su conversación, él se interesó mucho en ella y para ser sincero, ella también en él. Esa noche nos emborrachamos, conversamos, el toco sus senos sobre la blusa, el amigo que lo acompañaba esa noche no salía de su sorpresa, pues estábamos sentados los cuatro en una mesa del restaurante, él se acomodó detrás de ella para tomarnos una foto, se quedó allí y paso largo rato hablando con ella y por supuesto morboseando su cuerpazo.

Seguimos en contacto, él viajaba a disfrutar sus vacaciones y ella celebraría su cumpleaños días más tarde, así es que ese fue el motivo para vernos. Ese día ella vestía un enterizo animal print que es escotado y deja ver sus hombros, su sensual cuello y su hermosa figura. Nos tardamos un poco en llegar y cuando lo hicimos lo encontramos conversando con un conocido nuestro, que montó un bar swinger hace unos años y que sabe quiénes somos y que nos gusta hacer. La conversación fue fluida y grata, rajamos de las bonitas y de las feas que había en el lugar.

Entre copa y copa pasaban las bromas, las preguntas y las experiencias de todos y la charla pasaba a temas más sexuales. Ellos no mostraron nunca la intensión de invitarnos a nada y la verdad pensábamos que al cerrar el bar nos iríamos cada uno para su casa. Brindábamos y reíamos, el amigo mutuo bailo varias veces con mi esposa, les hemos contado que esa es la cuota inicial de un buen polvo, y este nuevo amigo lo hacía bien, pero insisto no parecía que fuera a pasar nada pues era caballeroso y discreto.

Nos pasaron la cuenta y ella fue al baño a organizarse, al irse me pregunto al oído, “te han propuesto algo”, le respondí que no, y le pregunte, “si dicen algo que digo, que si o que no?, me dijo “espera voy al baño a ver como regreso”. En ese rato los tres nos quedamos en la mesa admirando sus curvas alejarse hacia el baño, se que ellos pensaron en lo buena que esta y yo veía sus ojos y sentía ganas de que pasara algo rico. Sin embargo la idea de ir a trabajar me agobiaba la mente.

Regresó del baño y nos armamos en una abrazo los cuatro, ese fue el momento en el que nos dijeron que la podíamos seguir en el apartamento del amigo mutuo, que estaba cerca y solo, que había más trago y que podíamos pedir la música que quisiéramos que seguro la íbamos a pasar más rico que lo que la habíamos pasado hasta ahora. Nosotros tenemos unas claves para sin mirarnos saber que queremos y primero me hizo la clave del no. Ellos insistieron, poco, pero lo hicieron, ella me miro y cambio de opinión, desde allí quede parolo.

El recorrido al apartamento fue corto y me pregunto lo que siempre nos preguntamos, estas segur@?. Me dijo que si, que le parecían muy caballerosos y que sería rico hacer ese trio que tanto deseábamos hacer para inmortalizar en nuestros eróticos videos. Le dije que yo no tengo problema, que como es usual hacemos todo lo que ella quiere que hagamos. Nos besamos apasionadamente y llegamos al apartamento.

Entramos, el amigo mutuo puso la música, acomodo las luces y nos invitó a sentarnos. En menos de lo que me di cuenta, nuestro amigo (el del contacto) le estaba dando un beso que nos dejó al amigo mutuo y a mi mudos. Saque mi cámara y me dispuse a registrar el erotismo que se olía en el salón. El amigo mutuo se acomodó detrás de ella y empezó a decirle al oído lo rica que se veía, lo bien que olía y lo buena que estaba. Mientras le hablaba le tocaba los senos y ella accedía alzando los brazos y besando al amigo.

La pusieron de pie y la desnudaron entre los dos, en ese momento quedamos todos cuatro en bola como por arte de magia, ella se alegró de ver tres vergas erectas a su disposición, se sentó en el sofá y nos acomodó a los tres, nos las chupo por un rato, no sabía si dejarla que me la chupara o grabar. Me aleje un poco para tener un mejor ángulo, ella se deleitaba chupando y sobando esas vergas extrañas que ya estaban muy erectas y que se querían explotar en su boca.

El amigo mutuo bajo los dedos a su vagina y exclamo……. Uuufffffff esta mojadisima…… la recostó en el sofá y le bajo. Su lengua la hizo gemir mientras le chupaba la verga al amigo que suavemente le pedía turno para besar su húmeda cuca. Cambiaron de posición, ella no abría los ojos, solo disfrutaba, sentía, chupaba y gemía. Qué momento más rico. Nos turnamos en poner nuestras vergas en su boca y ella disfrutaba chupando la variedad que tenía para ella sola esa noche.

Muy sensualmente me miro y me dijo, quiero que me la metan……. Le pregunte si quería allí en el sofá o si prefería en la cama, a lo que respondieron los tres al unísono, EN LA CAMA. No estaba lejos, mientras el amigo mutuo traía los condones, el amigo se recostó en la cama y ella se puso de lado para chupársela, el amigo mutuo regreso con la verga dura y el condón puesto, la puso sobre su costado izquierdo y la penetro sin dudarlo. Ella acepto esa polla nueva con un grito de placer que casi me hace venir y que la hizo mamar con más fuerza la verga del amigo. Se puso en cuatro para chupar mejor la verga gruesa que tenía en la boca y el amigo mutuo aprovecho para clavarla por detrás, tomaba sus ricas caderas con fuerza pero sin brusquedad y ella gemía y chupaba, gemía y chupaba.

El amigo se levantó de la cama a buscar un condón y ella se dejó caer boca abajo sobre la cama, esa imagen de su redondo culo húmedo fue irresistible para el amigo mutuo que se acomodó sobre ella y siguió dándole en una de las poses que ella más disfruta por lo que se pueden imaginar la calidad y sensualidad de sus gritos de placer. Ya a punto de venirse se levantó y la dejo sobre la cama. El amigo regreso ya listo con su condón, se acostó boca arriba, ella entendió el mensaje y se montó sobre él, lo cabalgo mientras nosotros tocábamos sus senos y le acercábamos nuestras vergas para que nos las chupara pero ella estaba entregada a esa polla, la tenía adentro y sabía que así lo iba a hacer venir.

Nuestro amigo se vino, ella lo disfruto, los dos quedamos atónitos por la fuerza y sensualidad con la que ella se movió sobre él, para descansar se acostó boca arriba, esta vez el mensaje lo entendió el amigo mutuo que no se tardó en besarla y clavarla boca arriba, el amigo quitándose el condón se quedó a su lado tocando y gozando sus tetas que se movían de arriba a abajo mientras el amigo mutuo le pegaba una culiada memorable, ella se aguantó las ganas de venirse, apretó su vagina y le saco un polvo que nos estremeció a los cuatro.

Llego mi turno, puse la cámara a un lado, la acomode a borde de cama y la clave en otra de las poses que disfruta, fue rico, yo estaba tan arrecho de lo que había visto que no tarde en venirme, cuando mire a mi derecha el amigo mutuo tenía su verga erecta y vestía otro condón, se sentó en el borde de la cama, ella se sentó sobre él, una de las cosas que habíamos hablado queríamos guardar en video, así es que me repuse rápidamente, tome la cámara y me dispuse a ver a mi rica esposa cabalgar otra verga, gritaba de placer, se movía, sudaba mucho, al amigo regreso a ver la escena y no salía de su asombro, que mujer tan rica, me dijo mientras la veía moverse. Ella, al ver al amigo en frente, tomo su verga y lo masturbo para hacer que se erectára de nuevo, no paso mucho tiempo y él estaba listo, pero no había más condones por lo que nos tiramos los cuatro en la cama, conversamos, la acariciaron, la admiraron y la besaron.

Ella fue al baño, se dio una ducha rápida y regreso para vestirnos y salir a casa. Nos despedimos, prometieron volver a llamarnos y nosotros volver a vernos, salimos y le agradecí la noche, la experiencia y le exprese lo afortunado que soy de tener la dicha de poder vivir esas experiencias con  la mujer que amo. Cuando llegamos a la casa vimos algunas de las imágenes y nos echamos el polvo que nos hacía falta. QUE MUJER TENGO, jejejejeje. Hasta el próximo relato, chau.