Guía Cereza
Publicado hace 11 años Categoría: Hetero: General 762 Vistas
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Desde la Universidad Había química...no pensé que muchos años después me fuera a dar el mejor sexo de mi vida..

Eliana es una mujer diferente.  32 años soltera libre, Cara de india pero muy linda, con una actitud atrevida, siempre fue ella la interesada en mi, yo simplemente accedía a su besos, esos besos apasionados donde usaba a la perfección sus labios, sus dientes y su lengua.  La primera vez fue a las afueras de la universidad, era de noche simplemente hablábamos y me besó.  El segundo beso fue en el trabajo, muchos años después del primero, en el que por cosas de la vida y las redes sociales nos encontramos.   El tercero fue completo, simplemente estábamos allí en una de las sedes  de nuestro trabajo y decidimos ir a un motel.  Estando allí en ese motelucho barato del centro de Medellín, empecé a experimentar un mundo de sensaciones que mi cuerpo nunca olvidará.  Al entrar al motel nos abrazamos y nos besamos por tercera vez. Ese beso ha sido el mejor, lleno de erotismo, pues su lengua no solo se dedicó a mi boca.  Era una lengua loca que vivía por sí sola, húmeda, cálida que me incitó a cerrar los ojos y en menos de un minuto ya tenía una erección que hacía que mi pantalón me incomodara.   Eliana es una niña bajita, trigueña, de espaldas anchas pues es nadadora, ojos rasgados, no tiene muchos senos, no tiene muchas nalgas, pero tiene unas piernotas anchas absolutamente hermosas, que lo invitan a uno a adentrarse entre ellas.   En ese beso, el tercero, en el que su lengua también recorrió mi cuello, mi pecho, mi abdomen, me enloquecía cada segundo mas.  Antes que ella siguiera para abajo, la levante pues estaba arrodillada, la bese en los labios y fui yo quien siguió sus pasos pero ya en su cuerpo, le quite la blusa y sus brasieres, esas téticas pequeñitas tenían un sabor único, les di lengua hasta que vi que ella cambió de color…estaba enrojecido su rostro, con la boca entre abierta, fue entonces que decidí quitarle el pantalón.  Vi allí un pubis peladito, parecía una niña, aunque su grandes labios decían otra cosa, y ese olor a vagina limpiecita solo me invitó a darle besos, y besos hasta que empecé a chupársela.  Mi lengua estaba feliz de probar tan rico manjar…absolutamente húmedo, saldado, dulce a la vez, mientras mi lengua recorría sus labios mayores, sus menores y su clítoris humedecidos mis manos acariciaban sus téticas, sus pezones endurecidos.  Lo mejor era su rostro…boca entreabierta, y gemidos salían de allí como queriendo quedarse, su rostro enrojecido me obligaba a continuar jugando con mi lengua. Hasta que dijo:  “Métemelo”.  Aun tenía mi jean, paré, mientras me desvestía y veía a una mujer espectacularmente excitada retorciéndose y comiéndome con sus ojos, que al quitarme el pantalón,  ella que estaba acostada, se paró, se arrodilló y buscó mi pené, y me dio la mamada de mi vida…primero como toda una niña sucia lo escupió para lubricarlo y se lo metió en su boca con una experticia digna de una especialista.  Absolutamente humedecido mi pene y yo experimentábamos una sensación nueva, unos labios suaves y cálidos una lengua contundente, que sabía lo que hacía, y a la vez me masturbaba con su delicadas manitos blancas.  Pasado un buen rato (lo suficiente para no venirme) se acostó, aun su vaginita estaba húmeda, pues le daba dedo mientras me lo mamaba, la tocaba allí, húmeda y calientica, le subí las piernas y mi pene, erecto como un riel se lo fui metiendo de una forma sensacional, pues la humedad de su vagina y la de mi pene por la gran mamada, hizo que los dos tuviéramos una sensación única. 

Mi amigo entro como el dueño de la casa, y empecé a clavarle ese chocho, mientras veía como ella se retorcía de placer  El color de su cara se pasó a su cuerpo estaba toda rojita y sabía que algo sensacional pasaría, pues mientras que mas la clavaba, menos respiraba, su boca se abría mas y mas fuerte le clavaba hasta que empezó a retorcerse y yo me enloquecía y oía, veía como una larga exhalación salía de su boca como diciendo ya llegué!!!,  entonces me di paso a mi turno, la volteé de medio lado y continué clavándole hasta que sentí que mi pene se endureció como nunca estando adentro  y explotó de placer derramándole toda mi leche dentro de su vagina, tan fuerte que casi le desbarato.  Caí rendido en su cuerpecito de nadadora y me abrazó como queriendo que no se lo sacara nunca, y le di un beso hasta que paré de respirar.  Ese día casi me muero en sus brazos. 

La cosa no terminó allí en ese primer momento, nos fuimos a bañar pues debíamos volver al trabajo y la escapada fue a la hora del almuerzo, mientras nos bañábamos nos reíamos, nos mirábamos , yo no me aguanté y le toque de nuevo esas téticas, se sentían lisas por el agua y el jabón y sentí que mi pene despertaba de nuevo en una erección.  Bañándonos la volteé para que quedara de espaldas hacia mi, y le separé las piernas mientras le besaba el cuello y tocaba de nuevo su vagina, cerré la llave con mi otra mano y con mi pene busque su vagina, que estaba húmeda, pero no de agua, no, estaba húmeda de placer pues era una humedad calientica que venía de su cuerpo, se lo metí y se lo metí por detrás y la clavaba, la clavaba, y de nuevo ella rojito su rostro dejaba lentamente de respirar, su jadeos me excitaban cada vez mas, y mas le daba, hasta que en un acto de egoísmo me vine sin pensar en ella,  mientras me tenía de sus téticas como para no darme duro por si me caía.   Ella también gimió fuertemente de placer y pensé que nos irían a buscar para ver que había pasado.  Nos quedamos allí quietos los dos casi inmóviles contra la pared del baño mientras nos teníamos uno al otro ella de mis nalgas y yo de sus téticas.  Nos dormimos durante unos segundos mientras nuestras respiraciones se acomodaban, nos terminamos de bañar y pal trabajo.  Fue mi primera vez con ella de muchas en dos años.  Ella ya no está y la extraño tanto que mi cuerpo le reclama. 

Espero les haya gustado, si es así  podría compartirles otro relato, otra historía con Eliana.  

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