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QUE POLVO MÁS RARO... PERO RICO PARA REPETIR

"Juan" me envió un mensaje corto, pero me llamó la atención lo simple, bien escrito y no entró a hablar de sexo.

Durante tres semanas charlamos y al fin tocamos el tema sexual, acerca de gustos y disgustos y la forma en que planteaba las cosas me intrigaba y acepté conocerlo y que si había quimica despues hablariamos para una posible cita.

Nos encontramos en un Juan Valdez, cuando llegué estaba allí, un hombre alto, algo de gordura, vestido sin elegacía exagerada pero muy pulcro, me recibió y de entrada en el saludo me dió un beso en la boca que me sorprendió pero disfrute.

Charlamos de todo y de nada como una hora, le dije que ya tenía que irme y se ofreció a llevarme hasta donde necesitara ir, Juan me generaba una extraña confianza que no acostumbro tener así que acepte.

Salimos y a pocas cuadras de llegar a donde le sije que me llevara me dijo: Hoy quiero tener sexo contigo, si aceptas te puedo ofrecer un tiempo muy especial pero si no simplemente te dejo donde digas...

Cómo hipnotizada si pensarlo solo dije Si..

Cambió el rumbo y llegamos a un motel camino al aeropuerto, entramos, encedió el equipo y puso musica.

Me dijo: Ahora no tengo mucho que decirte ya, espero solo darte mucho placer.

En muy pocos momentos estabamos desnudos bailando algo que sonaba, el con sus manos alrededor de mi cintura, mis nalgas y sus manos en mi espalda, no había sucedido nada y me tenía a mil, me daba pequeños besos en mi cuello y en la boca, quería un beso más largo pero no, solo pequeñitos y me exitaba más y más.

Me llevó hasta la cama me sentó al borde, abrió mis piernas, colocó su mano en medio de mi pecho y me empujó para que me acostará, subió mis pies al borde de la cama y abrió aún más mis piernas y sumergió su cara ahí, donde yo ya no aguntaba más, sucedía de todo, me acariciaba mi clictoris, lo besaba, lo chupaba, pasaba su lengua y metío su grandes dedos en mi chochito, levanté mi cadera, la baje y traté de cerrar las piernas pero Juan no lo permitió, siguió jugando allí y no lo soporte, apreté mis manos contra la sabana y me dejé a mi suerte.

La contracciones involuntarias de mi cuerpo me delataron, y Juan se lanzó sobre mi sin decir nada y me penetró sin misericordia, hasta ahora no había visto en realidad su verga pero si la sentí cuando entró, mi chochito estaba mojadito pero sentía que este hombre estaba dentro de mi.

Por un momento se quedó quieto y pensé: - Mientras me repongo, pero no, fue así empezó a darme, lo sacaba casi todo y de golpe volvía a meterlo, yo solo atiné a decirle: - que ricaaa..!

Juan no se detenía para nada y cada vez parecía ir más rapido y ya yo estaba con ganas de venirme nuevamente pero me esforce, me aguante.

Nos cambiamos de posición yo me acosté boca abajo y Juan encima en menos de nada ya lo tenía otra vez dentro dandome duro y volvieron las ganas y Juan se detuvo, pensé... se murió, traté de moverme y solo me dijo: - quieta, solo sientelo y disfrutalo.

Esta así Juan me besaba el cuello y con una de sus manos acariciaba un poco mi teta por un ladito, yo me dedique a obedecer, me imaginaba su verga dentro de mi, cerca, muy cerca de mi culito, en algunos momentos se acomodaba y sentía que me lo metía más profundo.

No se cuanto tiempo pasó pero volvieron las ganas de un nuevo orgasmo, no entendía como estando quietos, sin hacer nada me iva a venir nuevamente, pero venía y Juan solo lo mantenía dentro de mi profundo mi dentro y terminé en medio de una euforia que hacía mucho no sentía.

Sin mucho preambulo Juan me lo sacó, lo empezó a pasar por mi culito, estaba desarmada y lo deje y mi culito parecía que lo pedía pero él no lo metía solo lo pasaba y presionaba y volvía a pasarmelo - Metemelo ya! - no soporte la tortura, estaba yo pidiendo que me dieran por mi culito que para darlo tienen que luchar mucho.

Juan dejo de jugar con mi ano y nuevamente sin preambulo me lo metió, todo dentro, sentí un terrible dolor pero yo lo había pedido, se quedó quieto, llenando mi culo con su verga, empezó luego a darme por mi culito a buen ritmo sentía cada entrada, cada salida y de pronto como había hecho antes se quedo quieto, esta vez no dijo nada pero entendí que debía disfrutarlo, sentirlo...

Perdí nuevamente la noción del tiempo solo que una rara sensación recorría mi cuerpo, otro orgasmo, pensé esta vez será a mi modo, quiero ver esa verga, quiero quitarle en condón y comermela, pero no, logro inmovilizarme y empezó a darme con fuerza y me vine, un glorioso orgasmo anal, pero sobretodo mental, Juan terminó tambien y sentí como perdío su tamaño dentro de mi culo y se salió solito.

Nos acostamos boca arriba uno junto al otro si decir nada.

Mire su verga y no era nada del otro mundo, normal, pero mientras este hombre me comía yo sentía que me comía un bate o un poste y que me atravesaría.

Nos bañamos, nos vestimos y me llevo.

Ahora soy yo quien le escribe pues me muero por otro rato como este.

carol-solita

Soy mujer heterosexual

visitas: 1674
Categoria: Sexo con maduros
Fecha de Publicación: 2013-10-10 11:27:31
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4 Comentarios

Me encantò, un relato sin pretensiones literarias, el cual transmite todo el placer que viviste

2017-08-15 05:26:47

muy rico, gracias!

2017-04-23 02:10:10

muñeca soy luis 3044945062 quiero que conoscas mi verga luego de hacerte gozar del doble de tu historia

2017-04-13 20:50:59

El 13 de oct. de 2013 lo veré de nuevo..!

2013-10-10 12:04:33