Desde muy chico nos conocimos con Gabriel, fuimos amigos de infancia y como él era bastante afeminado yo era prácticamente su único amigo hombre, Gabri era bien maricón y desde chico se acostumbró a dar el culo, se lo comieron algunos amigos, primos y hasta el celador del conjunto. Por estas cosas tuvo que cambiar de colegio y pronto de conjunto, pero seguíamos en contacto, paulatinamente esas historias que contaba de como se lo culiaban dejaron de asquearme y comenzaron a llamarme la atención, ya contábamos con quince años y las burlas que me hacían por su amistad iban pasando de moda después que salió de mi colegio. Gabri como siempre lo llame desde que nos conocimos bien chinos en segundo de primaria tenía un pasatiempo que solo su prima Martha conocía; le gustaba maquillarse y vestirse de mujer con la ropa de su hermana, que era mayor y le gustaba la ropa sexy, el se la colocaba y le quedadaba como si fuera suya.

En una de mis visitas que hacia principalmente para jugar con su play station él y Martha me pusieron una trampa, como sabían que Martha me gustaba pero no le decía nada, me propusieron jugar a la botella, la verdad o se atreve. Allí me enteré del gusto travesti de mi amigo, apenas lo vi maquillado terriblemente, con peluca, tacones y minifalda, sentí algo que no había sentido, hasta el día de hoy lo recuerdo y tiempo después supe que era eso tan especial. Martha tenía todo calculado, yo no sabía la experiencia que tenía y conforme avanzábamos con las preguntas me iba dando cuenta de lo perra que era, se había culiado hasta a su tío el papa de Gabri, el sabia y disfrutaba el relato, finalmente después de confesar que me gustaba Martha y sin nada más que esconder me toco atreverme, ella me beso y luego en otro lance me pidió que cerrara los ojos y ahí el beso con lengua y todo me lo dio Gabris, no me dio asco y pena porque tuve una erección. Esa tarde no pasó nada más, dure tiempo en volver, en esa época no tuve nada con él, me interesaba Martha y fue ella quien me desvirgo. Ellos como todos los ricos viajan mucho así que les perdí la pista después que se radicaron en España, luego supe que ella había recibido una jugosa herencia y vivía en chile con el marido, a mi amigo lo olvide, no supe nada de él, no lo encontré en face y nadie de su familia me acepto la invitación. Fue precisamente con el Facebook que nos reencontramos, como no tengo reparos con la gente tengo amigos y amigas de todo tipo y en un lugar especial están los travestis y trans, me gustan y aunque hablamos de muchas cosas y me había visto con algunas, nada paso de una amistad y un par de mamadas. Era una noche de sábado y como siempre desparchado estaba viendo fotos oculto en Facebook y entonces vi la invitación de una rubia de cabello largo con cara de puta, vi su perfil y me di cuenta que era un travesti, no sé pero me atrajo mucho, la acepte y le envié un mensaje, y después de contestarme seguimos chateando cada vez más sucio, me pregunto si quería verla y nos vimos por cam, solo mostraba del cuello para abajo, se le veían unas tetas grandes y paradas con un escote que bordeaba sus pezones, tenía esa voz afectada tan deliciosa...me pidió que le mostrara la verga, se la mostré y ella me mostro esas tetas grandotas de silicona y su culo que se comía una tanga brasilera roja...fue una chateada caliente como cualquiera hasta que me escribió: estas mejor de lo que recordaba, el miedo de conocerte se me fue. Dame tu numero... lo pensé pero por la arrechera se lo di, hablamos y me contesto que era gabri mi amigo, ahora se llamaba Gabriela y se había inventado un apellido después que su padre lo repudiara, sentí lo mismo que en esa tarde jugando a la botella, lo quería, o mejor dicho la quería. Hablamos mucho rato, me conto de lo que tuvo que pasar por su decisión de vivir como mujer, hasta puta tuvo que ser, lloramos y lloramos. Con la ayuda de Martha salió adelante y monto un spa, ahora está muy bien y vive como se le antoja. - Necesito verte, te he buscado mucho. le dije que cuando y él dijo que -¡ya!. Era casi medianoche, nos citamos cerca de mi casa, en un parque; hacía calor, la espere un rato, me llamo del otro lado del parque, parqueo el carro y nos encontramos y nos abrazamos sin decir nada, nos miramos y la bese, nuestro segundo beso. Habíamos cambiado físicamente, con las hormonas, la cirugía y la experiencia se veía tan diferente, tan erótica y yo ya no era el flacuchento bajito, llevaba un par de años ejercitándome aunque ya se me veía barriguita. Nos gozamos por todo el parque, algunos silbaban y otros nos decían cosas.-Vámonos.  Dijo y nos fuimos en su automóvil, ya no tenía la misma ropa de hacia un rato, llevaba puestas unas botas de cuero blancas hasta la rodilla, una mini de jean, con botones adelante, un corset que empujaba sus tetas hacia arriba y una chaqueta de drill ceñida. -Siempre te gusto vestirte como puta -No te gusta? La faldita se le subió y pude ver su tanga blanca de encaje - adónde vamos? - a mi apartamento Eso me dio a entender que íbamos a pichar, paramos en un barrio desolado y compramos una botella de ron, no me aguante las ganas y la bese cuando nos habíamos alejado un poquito del estanco, detuvo el auto, le saque una teta y se la chupe, le mande la mano a la entrepierna para saber si estaba completamente operada y pude sentir el principio de una gruesa verga, como era incomodo por el volante nos separamos - me duele la verga, la tengo parada. Comentó y yo le dije que se la sacara, se mordió el labio, se levantó y con un poquito de dificultad se la saco, era gruesa y venosa, se la dejó así, avanzo un rato más, paro se quitó el cinturón -No aguanto más, sacalo, lo saque del pantalón, se acostó y me lo mamo, primero con ternura y luego con ganas, -soñaba con esto, vamos a mi casa, te necesito! Llegamos al parqueadero, con nuestros penes erectos lo mejor fue aprisionarlos hacia arriba con la pretina del bóxer en mi caso y ella con la de la falda, a cada rato nos besábamos, yo la manoseaba, y le decía que la quería ya. Era un apartamento pequeño pero lujoso, apenas tuvo tiempo de guardar la botella en la nevera, la lleve por instinto al cuarto, le arranque la ropa, me la quería comer yá, me lo mamo un rato y me dijo -no aguanto más, clavame mi amor, hazme olvidar todas las veces que me han comido! Me puso el condón y trato de ponerse en cuatro, pero la detuve bruscamente, tenía las botas con la cremallera abajo pero no se las quite, me hice al lado de la cama de pie, ella acostada frente a mí, puse sus tobillos en mi cuello, le apreté los muslos, ella puso mi verga frente a su culo, untándolo de saliva, comencé a empujar y a  pesar de que la penetraban bastante estaba un poco cerrado, gritaba un poco cuando empujaba duro, lo sacaba y lo ensalivaba, de un momento a otro mi chimbo duro como piedra entro en su culo, este se abrió y lo engullo, después de meterlo todo comencé a mecerme suavemente y paulatinamente se hacía más fácil el movimiento, luego la clave duro, veía su rostro enrojecido, se apretaba la verga y las bolas, se estremecía en medio de espasmos y se derramo en mi barriga, su cuerpo se puso rígido y luego se destempló, sin saber si quería probar mi leche y cansado por la pose, se lo saque suavemente del culo, me saque el condón y la puse a mamar, la tome del cabello y la clave como si tuviera una vagina en su boca -Me vengo perra! casi grite y le solté el cabello, en cambio ella me apretó las nalgas y me llevo hacia ella y casi en su garganta eyacule, hasta que no se tragó la última gota no se lo saco de la boca, nos miramos, nos abrazamos... Esa noche me la comí un par de veces más, en la última me confeso que le ardía el culo, aunque estábamos usando lubricante, claro está no quiso parar, fue la culiada que más disfruto.