Tenemos una relación de más 10 años sin embargo hemos terminado en varias ocasiones por diferentes razones.

Luego de 8 años de relación, nos separamos y llevábamos más de 3 meses sin vernos y sin saber nada el uno del otro. Recibí su llamada donde me explicaba que necesitaba hablar con alguien y que mejor que hacerlo con alguien quien la conocía bien (quien mejor que yo).

Realmente no quería verla, la amaba aún, sin embargo sus palabras fueron claras y me dijo que solo quería hablar.

La recogí como a las 6 en la estación del Metro, en el sur de la cuidad y juntos fuimos a mi apartamento, un lugar tranquilo donde tendríamos la privacidad y el comfort para dialogar.

Estaba hermosa, tenía una falda de colores de tela muy delgada (como de jipi), una blusa de tiras negras y no llevaba sostén debajo lo que permitía que sus pezones se marcaran. Ella es una mujer hermosa, delgada, de senos pequeños muy bien paraditos, piel blanca, y una cadera ancha, hermosa, llevaba chanclas e cuero que permitían ver sus hermosos pies.

Cuando la ví inmediatamente sentí ese fuego que quema, mis manos se pusieron sudorosas, mi corazón se puso a mil, casi ni la podía mirar.

Fuimos al apto, le ofrecí algo de tomar, coloque música y comenzamos a hablar de lo que habíamos hecho en los últimos meses y de como estábamos, la conversación era tan relajada y tan maravilloso que me recordó los años en la U cuando nos conocíamos.

Sonó una canción de salsa que nos gusta mucho y la saque a bailar.

No se imaginan la emoción y excitación que sentí al volver a acariciar sus manos, sentir su cintura y tenerla cerca de mi. Bailábamos juguetonamente y con sensualidad que rápidamente mi pene comenzó a ponerse erecto. Con rapidez, confianza y picardía ella lo noto y me dijo “nunca cambia”, lo conocía muy bien y rápidamente lo agarro y empezó a acariciarlo por encima del jean. 

Estaba tan excitado en ese momento que sin pensarlo comenzamos a besarnos y a acariciarnos. 

Parecíamos salvajes y nuestros cuerpos se calentaban y sentía hasta su espalda sudorosa.

Sin pensarlo mucho le dije “SOLO SEXO, SIN COMPROMISO”, ella me miro y sonrio, jaja.. que palabras fueron estas que desbordaron en nosotros toda la excitación que guardábamos desde hacia meses.

Yo había estado con otras personas, pero el sexo con la personas que conoces es diferente. Ella es bisexual y durante esos meses me contó que solo tuvo una relación lésbica.

En unos minutos ya estábamos desnudos, le acariciaba sus pezones, se los apretaba, le besaba el cuello, y ella feliz agarraba mi pene y se lo metía a la boca jugando con él, lo soltaba, me besaba, volvía y bajaba,, estamos muy excitados.

Cuando cogí su clítoris estaba mojadisima, ummmm. como me gusta. Habitualmente ella llega y luego la penetro sin embargo en esta ocasión el deseo de penetrarla era tanto que me lo pido “penetrase duro” como me gusta”. Primero de frente y luego en cuatro, lo hicimos con tantas ganas que en pocos minutos ya estábamos llegando al clímax.

Eyaculé sobre su espalda, exhalábamos juntos de excitación…

jaja “SEXO SIN COMPROMISO” fue lo que me dijo… reimos.

Esa noche ella se quedó conmigo, hablamos, nos reímos, tuvimos nuevamente sexo. 

Un mes luego de este maravilloso reencuentro estábamos buscando casa para vivir juntos y reiniciar nuestra vida en pareja. Luego les compartiré más de nuestras aventuras locas.

Espero les haya gustado, se hayan excitado y hayan recordado buenos reencuentros.