
Compartir en:
Retomando mis relatos, lo introduciré con algo que me tiene re-excito y con la líbido al mil por ciento y de lo cual luego les compartiré mucho más. Mi hermosa esposa está saliendo con otra mujer hermosa…. muuaaaa… volviendo a las mieles del buen sexo.
Hoy les comparto mi capítulo tercero de estos maravillosos recuerdos sexuales.
Trabajaba en un municipio como a 4 horas de Medellín, recién llegado al Pueblo y por fin con independencia económica. Una noche de viernes nos invitaron a una casa de una compañera del trabajo (un auxiliar de enfermería) ya que querían darnos la bienvenida. Eramos unas 10 personas en total, la mayoría solteros, casi todas con pareja pero ninguna vivía en el Pueblo.
Ella, quizás la mayor de todas, unos 35 años, con 2 hijas, casada con alguien muy importante del Pueblo, quien sin embargo por razones laborales solo subía los fines de semana, era al mismo tiempo la más bonita, con las mejores tetas y el mejor culo del hospital (según mis ojos).
Seductora y coqueta como ella sola, cada que podía me sonreía y obvio que era correspondida.
Esa noche, entre trago y trago y de canción en canción nos fuimos poniendo como alegres. Cuando menos pensamos estábamos jugando la verdad o se atreve y aunque eras más inocentes de lo que quisiera, me tocó decir quien era la mujer más buena de la noche. Estaba claro quien era y sin dudarlo y con una seguridad que nunca había sentido lo dije claro y fuerte.
Esa noche no pasó nada, fue muy excitante porque tenía novia “quien ahora es mi esposa”, sin embargo solo la veía como cada mes y estaba viviendo solo.
Al día siguiente ella me preguntó que si lo que había dicho en la fiesta era verdad, yo solo le dije que sí, pero que si quería hablar del tema nos podíamos encontrar en la ciudad el fin de semana a lo cual para mi sorpresa respondió que sí.
Muy puntuales nos encontramos ese día en el sitio pactado, la ansiedad que tenía era enorme ya que lo que estaba haciendo y lo que quería nunca lo había hecho, ser directo y decirle a alguien mayor “nos vamos para un motel”.
Creo que se me notaba la ansiedad, pero la verdad, parecía que era ella quien más tenía. Hablamos un rato de muchas cosas y cuando ví el momento apropiado le dije lo que quería.
jajaja.. .fue su primera respuesta, “estas loco”… si respondí, estoy loco y quiero eso, y es evidente que es también lo que tu quieres, y sonreí ;).
El sol y todos sus astros estaban a mi favor, porque 30 minutos después estábamos en un motel de la ciudad, desnudándonos frenéticamente.
Cuando vi esos senos me sorprendí, eran diferentes a los que siempre había visto (eran de una mujer que ya había lactado), un poco menos densos y algo flácidos, sin embargo, HERMOSOS… ricos, encantadores, quería chuparlos hasta más no poder, no me quería despegar… los apretaba duro y más duro ya que veía que le encantaba.
Tenía unos muslos deliciosos, una piernas que me volvían loco. Beso tras beso y lengua tras lengua, llegue hasta su clítoris, jugaba con él, se lo lamia como chupando un helado a punto de derretir. Apretaba sus senos, lamia su clítoris, sentía como sus secreciones vaginales humedecían mi rostro, que delicia.
Lleno de ansiedad y deseo y luego de masturbarla y acariciarla por toda parte, llegó a un orgasmo de locura donde solo quería que la penetrara.
Las imágenes son borrosas, sin embargo el placer fue intenso y excitante, estuvimos por más de 2 horas en el motel donde comimos y repetimos…
Luego de esto pasaron cosas muy locas en vida, muchas otras historias que pronto compartiré, estuvimos como amantes más de 6 meses, una a 2 veces por semana se volaba y pasábamos un rato juntos en mi apto.
Hoy sueño con ella y con las locuras que quizás no pudimos hacer… aprendí mucho y más que de sexo, de vida. Me gusta la vida SW, pero ya no disfruto la infidelidad, aunque fue mucho el placer, también debido a preceptos religiosos y tradicionales que tenía en el momento varias personas sufrieron.
Gracias por su lectura y disfruten la vida, el sexo con placer, deseo, locura y con sinceridad… ummmmm