Guía Cereza
Publicado hace 10 años Categoría: Gay 1K Vistas
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Llevaba un buen tiempo en contacto con un chico que conocí por medio de una página. El estaba prestando servicio en la policía y pues era del tipo de man que me tramaba, flaco marcado con  culo y piernas de patinador de tez algo morena  y si bien su verga no era descomunal tampoco dejaba nada que desear. Debido a su trabajo habíamos tenido bastantes encuentros por cam pero personalmente nunca nos habíamos visto, cabe decir que el deseo de uno hacia el otro era muy alto y así nos lo habíamos confesado. Finalmente decidimos conocernos y acordamos encontrarnos en un centro comercial cerca a mi casa. Como acostumbro llegué tarde y pues él ya me estaba esperando en una de las entradas. Al verlo una marejada de emociones me golpeó, ahí estaba  el que había sido mi objeto de deseo por los últimos meses, llevaba pantalones negros que dejaban ver ese sexo de piernas y ese culo tan rico, una camisa de leñador a cuadros y la cabeza rapada como le era obligatorio por su oficio.

Por lo general no me gusta dar visage en la calle, pero al acercarme a él para saludarlo no me detuve en darle la mano sino fui directamente a su boca y pa que no besaba bien, besaba una chimba, fue uno de esos besos que te calientan tanto arriba como abajo. Después entramos al centro comercial y pues ya entonados después de la rumbiada nos metimos a cine pa poder seguir el goce. Como ya era la última función casi llegando a media noche no había mucha gente en la sala y los que estaban con nosotros eran otras parejas en el mismo plan. Tan pronto apagaron las luces subí el apoyabrazos y me le lancé a esa delicia de man, mientras seguíamos rumbiandonos le metí la mano al pantalón y sentí esa verga deliciosa dura ya lubricada pelada y unas guevas todas depilada, el man ni corto ni perezoso se abrió todo el pantalón dejando semejante manjar a mi disposición y si bien había gente cerca no me importó y le di placer a ese chimbo tan chimba. Pero mi parcero no quería quedarse quieto, me quitó y se lanzó ahora sobre mí, y yo no sé si es que eso lo enseñan en la policía pero que habilidad la de este man con la mamada, mientras el la hacía yo le abrí esa camisa para jugar con sus pezones y tocar ese abdomen marcado que tantas veces me había tenido que limitar con solo ver. La arrechera era mucha y mutua, hay pocas cosas en la vida como que la traga de uno te mame la verga en un cine con personas alrededor tuyo.Así que le dije que se compusiera y saliéramos para mi casa a hacer las cosas como Dios manda. Dicho esto salimos del centro comercial ya pasada la media noche y aunque el camino hacia mi casa no era largo la arrechera nos pudo y en un parque llegando a mi casa lo tumbe al pasto y me di rienda suelta con su cuerpo, y como lo sentí tan arrecho no dude en decirle “botesé” para subirle el ritmo de la mamada y buscar su próstata con  mis dedos.

Y pues no pasó mucho antes de que todo su cuerpo se tensionara y  mi boca recibiera esos sendos trallazos de leche deliciosa,  no dejé que se desperdiciara una gota y se la subí para que se reencontrará con su dueño en un rumbiada expectacular, me dijo cuando terminamos “te la estaba guardando hacía rato bb ahora quiero que me des lo que es mio” y sin pensarlo se lanzó a mi verga y no duré mucho en inundar esa garganta con la primera de mis leches que saborearía, como lo había hecho yo compartimos mi leche y nos seguimos rumbiando en el pasto hasta que el orgasmo se desvanecio poco a poco. Le dije “ven levántate y vamos a mi casa” y salimos emprendimos camino comentando lo bueno que había sido al fin conocernos.

Pero claro, esto no iba a quedar acá, el camino a mi casa no tomó mucho y una vez adentro de mi casa y luego de tomar algo caliente para compensar el frío, lo tomé de la mano y lo llevé a mi cuarto. No hubo que decir nada y una vez adentro los dos quedamos en boxers y entre besos nos metimos a mi cama, la noche estaba helada por lo que nos cubrimos con el edredón y así al poco tiempo nuestros cuerpos frotándose nos habían calentado. Yo estaba encima de él y con mi cadera le frotaba toda mi verga estábamos pasándola una chimba lubricando como locos calientes y duros como un fierro, mientras nuestras lenguas estaban más bandidas que nunca. Después de una rumbiada que lo miro a los ojos y veo lo que quiere. De una me bajo de él le quité el bóxer le alcé las piernas y me puse a darle lengua como a ese esfínter rosadito y cerrado. Lo que había sido el parque y el cine habíamos estado en silencio, pero acá en mi casa no era necesario y una vez mi lengua empezó a abrirse paso este man reventó en gemidos de placer, se notaba que tenía experiencia, pero la firmeza del esfínter hablaba de un buen tiempo de inactividad. Me divertí poniéndolo a sufrir dándole más lengua mientras me suplicaba que se lo metiera ya que no aguantaba más, que quería que mi verga lo taladrara. A esto le respondí “no parce jaja si no dilata así como está le voy es a romper es el segundo virgo” a lo que él me dijo “mk es que por el trabajo hace meses no me dan pero fresco que a ud. le doy los virgos que quiera, hágale”. Y pues con semejante pedido no me hice a esperar, escupí en mi verga, puse sus piernas sobre mis hombros y empecé a hacer presión en ese culo, de verdad estaba muy cerrado, tanto que tuve que apoyarme en mis pies para que la gravedad me ayudara y fue así como entró la cabeza, el cerró los ojos y yo aproveche antes de que se me arrepintiera para dejarla ir toda, su cara contaba una historia hermosa, por un lado sus ojos casi lloraban del dolor mientras que con sus dientes se mordía los labios de la arrechera de al fin volver a sentir un chimbo culo arriba. Dejé que se acostumbrara un poco hasta que me dijo, “dele” y empecé mi bombeo a un ritmo constante él estaba disfrutando, con sus manos agarraba mis brazos mientras nos fundíamos en unas chimbas de besos, al poco tiempo me pidió que cambiáramos de posición y con sus manos en la pared empecé a taladrarle más de cerca a su punto g porque sus gemidos ya eran solo de placer, nada de dolor, en un momento mandó la mano a su verga pero no lo dejé que se tocara, la tomé y le tuve las contra la pared mientras que al oído le dije “nada parce, si se va a venir se va a venir es a punta de chimbo” y empecé a bombiarle más duro y más rápido, yo también estaba a punto pero todo se dio a la vez, cuando sentí que mis guevas se levantaban preparando su carga de leche ese esfínter apretó mi verga una chimba y pude votarme adentro mientras la leche del caía a la cama.

Después de esto nos bañamos y a pesar de que le insistí que se quedará me dijo que tenía que irse muy temprano para el trabajo al día siguiente y no si seguía tirando conmigo se iba a quedar dormido en el trabajo. Nos despedimos con una chimba de beso y pues después de esto nos vimos algunas otras veces hasta que consiguió novio y se formalizó, que se le va a hacer ha con estos hombres que buscan fidelidad.

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