Este es otro de los encuentros con mi bella y adorable sumisa.

Ese día la recogí en lugar de siempre ella se subió al carro y de inmediato, tras una caricia a su rostro angelical, le dije: “hoy vas a empezar a sufrir desde ya perra”. Saqué de mi bolsillo un par de bolas auto-vibradoras y le dije mételas en tu vagina y no podrás gemir ni quejarte desde aquí hasta que lleguemos al motel. Ella retiró sus pantys las introdujo y de inmediato sintió como empezaban a vibrar, estas bolas vibran con cada pequeño movimiento, y se podrán imaginar andando en automóvil por las calles de Bogotá, ella no logró contener un par de gemidos y un hay Juep...! Cuando llegamos al motel nos esperaba una escalera larga y ella no aguantó más y mientras las subía soltó otro par de gemidos.

Al cerrar la puerta del cuarto, quité mi corbata amordacé su boca y le dije: “recuerda que soy tu amo y debes complacerme” en castigo por sus gemidos le subí la falda, le di una par de nalgadas, la arrojé a la cama y la desnudé. Le dije “ahora arrodíllate frente a tu amo y complácelo puta”, inmediatamente ella abrió la boca y la dispuso para recibir mi pene erecto el cual sabe que debe tragarse hasta el fondo. Así lo hizo me dio una espectacular mamada deslizando su boca al rededor de mi falo, abriendo la garganta como ya lo había aprendido pero aún así dejando escapar un pequeño reflejo de estar atragantada y llenado mi pene de saliva, como me encanta.

Tras seguir chupando con esa intensidad y esa profundidad que sólo una sumisa complaciente sabe hacer, la dejé descansar la senté en la cama y la recompensé con un beso apasionado y nos fundimos en un abrazo y un beso de amantes saliéndonos ahora del rol y demostrándonos el sentimiento que surgió de esa aventura en la que encontrábamos refugio.

Luego de esto volví a ser el amo malvado que ella deseaba, y esta vez le cubrí los ojos saqué las correas especiales para amarrarla bocarriba en una posición parecida al pollo asado con sus manos atadas cada una a una de las esquinas superiores de la cama y sus piernas totalmente arriba, con las rodillas tocando los hombros y amarradas los brazos quedando totalmente inmóvil. En ese momento abrí el frasco de aceite dejando caer sobre su área púbica un frio chorro que la sorprendió y la hizo gritar, esparcí el aceite haciendo especial énfasis en lubricar el interior de su vagina y de su ano.

En ese mismo momento y recordándole quien es su amo, introduje un vibrador tipo but-plug en su ano para irlo preparando para lo mejor. Así toda indefensa con las piernas arriba, amarrada, inmóvil, con la boca y os ojos tapados y el juguete en su anito, se veía perfecta, con el fetiche que todo amo y esclava persiguen...en fin! en ese momento preparé mis dedos con más aceite e introduje el dedo índice y el dedo medio dentro de su vagina mientras mi lengua jugaba con su clítoris, acelerando cada vez más el ritmo de mis dedos y haciendo un delicado movimiento interior de su vagina como haciendo al señal de “ven aquí” estimulaba su punto g con fuerza pero delicadamente sintiendo cada vez más como se agitaba su respiración y deteniéndome justo antes de que lograra llegar al clímax. En ese y sólo en ese momento le solté la mordaza de la boca y le dije “te gusta perra” dime y ella dijo “si amo, si amo” “soy tu puta.. por favor méteme tu verga.. por favor”.Pero seguí torturándola con el cunnilingus hasta que su ruego por verga fue lo suficientemente fuerte que quizá se oyó en la siguiente habitación..

Siendo así le dije está bien puta tendrás lo tuyo, me incorporé frente a ella abrí mis piernas y de un sólo impulso la penetré con fuerza como le gusta, en esa posición de total indefensión con las piernas arriba y abiertas logré penetrarla hasta lo más profundo de su húmedo canal vaginal y dejándome sentir la delicia de una mujer totalmente excitada, a partir de ese momento bastaron 5 minutos de una penetración incesante para que ella tuviera un orgasmo ahora sí, sin ocultarlo y expresándolo con ricos gritos, gemidos y hasta temblores. Pero su amo aún no estaba satisfecho, así que decidí aprovechar su excitación para retirar el plug de su anito y poder darle la leche a mi putica dónde a mí más me gusta, en su culito. Entonces retirándolo y sintiendo los olores del sexo en su máxima expresión introduje mi verga por ese anito ligeramente dilatado pero no por esto evitando que ella con su boquita angelical soltara otro jueput... cambiando inmediatamente a suplicas y gemidos, “si dame más” “dame por ese culo amo” “párteme ese culo” “llénamelo de leche” y ene se momento pase yo a obedecer órdenes y con una embestida más mi pene expulso los chorros de semen contenidos que hace más de una hora ya deseaban salir y llenar las entrañas de mi puta.

Luego de esto, la solté por completo nos abrazamos la premié por ser buena esclava fundiéndonos en un abrazo, tomando aire y continuando con nuestra faena otro par de horas.

Espero les haya gustado y si alguien quiere compartir gustos, me pueden enviar mensaje privado.