Hace poco les hable de mi actual pareja; Octavio, bien, el también leyó el relato anterior y le gusto bastante; este relato es de la primera vez que culiamos, a el le gusto bastante y por solicitud de él subo este nuevo relato; espero que les agrade; y como decía en mis relatos viejos, disfrútenlo.

En esos días estaba mas bien aburrido; había chupado una que otra verga, y me la habían chupado algunos conocidos, pero mas por desparche, o por pajazos; para colmo perdí mi empleo, así que pronto tendría que conseguir uno nuevo; mi tío Miguel se había apresurado a ofrecerme su casa por si no podía seguir pagando arriendo; y aunque no me sonaba mal la idea; pues maluco andar sin trabajo y de arrimado, así que estaba en plena búsqueda de empleo; así, en medio del vaya y venga que es empapelar la ciudad con hojas de vida; un conocido me dijo que preguntara por Octavio, en un sitio de la avenida oriental; que el sabia de un empleo, y así fue como lo conocí; pues bien, para no alargar mucho, al cabo de dos semanas termine aceptándole una invitación a almorzar, allí el destapo sus cartas; me dijo que era gay de closet, y con mucho tacto me pregunto si yo era gay; le dije que bisexual, entonces sonrió. De ahí salimos en plan desaparche otras dos veces más, pero sin llegar a nada.

A eso del mes de conocernos, empezó a atraerme su cordialidad; y que de hecho prácticamente me pago ese mes de arriendo, así de una; a los pocos días se me declaro, fuimos y bebimos algo a la salida de su trabajo, he hizo la pregunta, - ¿te llevo a tu casa?-, yo le respondí, - ¿por qué no amanecemos en mi casa?-.

Una vez entramos, continuamos con la charla; entonces yo empecé a acariciarlo, y él me salió con una sorpresa; de hecho, la primera vez que me pasa con alguien gay o bisexual, dijo: - mira, yo solo estoy con mi pareja, así que si quieres, hablamos un rato y ya-, yo lo mire sorprendido, pero estaba ganoso y Octavio me atraía; - entonces seamos pareja- le respondí; el no se lo podía creer, de hecho me preguntó varias veces si era en serio, yo me reía y le decía que si; después tomamos un par de cervezas, y nos sentamos en la sala; lo fui besando cada vez mas, y desabotonando la camisa; el llego y me dijo que le daba algo de vergüenza, ya que era gordo y no muy bien parecido, yo sonreí y de maldad le jalonee la camisa, dañándosela, dejando ver su panza; la cual bese suavecito, continúe bajando, encontrándome con su cinturón, lo desabroche; entonces el me tomo fuerte de la cintura y se me abalanzo, toqueteándome, mandando sus manos a mi verga, a mi culo, morbosiandome deliciosamente; de maldad lo quite, me levante y lo regañe, el confuso se quedo estupefacto, entonces me desnude frente a él y le dije, - las parejas se culean es en la cama; no en la sala papi; te espero- , y me fui contoneando el culo a la habitación, el se quedo un instante dudando, pero a los pocos minutos respondió, - voy bebe-; llego desnudo al cuarto; yo entonces busque lubricante, pero lo único que quedaba era vaselina; me hizo gracia, y ahí caí en cuenta que en todo lo que habíamos hablado; no sabia que era Octavio en la cama, pasivo, activo o versátil como yo; el traía en su mano una caja de condones; marca “te amo”; yo tome la vaselina y me le acerque, - bueno papi, te pones el condón y me aplicas la vaselina, o al revés-, el muy morboso abrió la caja de condones, cayéndosele al piso, -perdón bebe- me dijo y se agacho a recogerlos, estando allí no perdí oportunidad, le tome la cabeza; el me miro, le acerque mi verga parada a su boca y el muy juiciosamente la abrió y empezó a chupar, la verdad no era muy buen mamador; pero el entusiasmo era fenomenal; se centraba en meterse mi verga a la boca y chupar pasito; -papi, venga déjeme mostrarle- le dije, el se levanto y esta vez fui yo el que se acuclilló, y empecé a darle una chupada deliciosa; a lamerle ese glande rojo, a pasar mi lengua por su tallo venoso y meterme su bolas en mi boca; el miraba extasiado; y por último me trague toda su verga, enterita; me levante sonriente, el me paso los condones y me dijo: - pues no me gusta mamar mucho bebe, pero si hay algo que se hacer bien- entonces tomo la vaselina y me paso un condón; ahí supe que lo iba eraa culiar a él; el mismo se aplico la vaselina mientras yo me puse el condón, me lanzo a la cama, boca arriba, mi verga estaba totalmente parada, vigorosa; el se subió de pie, y girando sobre mi me mostro ese culo, estrecho, tragón, y de frente se fue sentando en mi verga, lentamente, metiéndosela toda; hasta el fondo; empezó a cabalgarme mientras se pajeaba, moviéndose delicioso, -si ve bebe, esto es lo que me gusta, que me abran el culo- , ese culo era estrechísimo; no se si le dolió, ya que parecía que nunca le habían partido el ojete, -esta estrecho Octavio, que chimba parce, muévase, muévase- el obedeció jadeando, se seguía pajeando fuerte mientras subía y bajaba, después se levanto; yo bien duro aún, me levante detrás; no lo deje escoger posición, lo incline fuerte, de pie y se la metí hasta el fondo, -este culo es mío, Octavio, tu culo me pertenece- , - si bebe, clávame, clávame, me gusta- , seguía pajeandose, se boto; yo aún no; entonces lo coloque en cuatro, me le subí y a darle otra vez, Octavio seguía jadeando, - bebe, me avisa cuando se vaya a botar- , me dijo; yo me aferre bien a su culo y se lo seguí taladrando; sentí que me iba a botar y le grite, - me boto papi- , el se volteo arrodillándose, yo me quite el condón y le llene toda esa puta cara de leche.

-gracias bebe-, dijo Octavio entusiasmado, se fue a bañar; el salió y después me bañe yo, ahí nos acostamos por primera vez juntos, no obstante, tome de nuevo la vaselina y otro condón; cuando el me vio tomar otro condón, me hizo señas para que lo soltara, nos acostamos desnudos; a eso de la media hora, ambos despiertos aún; el me dijo, -bebe, me va a clavar otro ratito- y se coloco boca abajo después de besarme, yo entonces le aplique de nuevo vaselina, me pajie un poco para ponerme duro y me le subí; lo clave fuerte, del todo hasta el fondo de una; él grito fuerte, así que pare, -bebe, deme, siga, que me gusta que duela cuando me la metes-, - a si, vacano- respondí entusiasmado y seguí dándole a mi pareja una culiada fenomenal, le agarre fuerte el pelo mientras lo clavaba, el gemía como perra en celo, hasta que le llene el culo, giro su cabeza y nos besamos.

Bien, para Octavio, mi feo; ahí esta el relato de nuestra primera vez, espero te guste, y para los demás; ojala lo hayan disfrutado tanto como yo disfrute taladrándole el culo a mi feo; hasta una próxima ocasión.