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Aprendiendo A Ser Femenin@

Me remonto para finales de los años 80 que para esa época contaba con la edad de 13 años. Vivía en una casa ubicada un ensanche bastante bueno en nuestra ciudad capital Santo Domingo. Mi familia cuentade 5 miembros, mis padres, 2 hermanas (una de 11 y la otra de 16 años para aquella fecha). Mi narración tratara de presentar los recuerdos de unos años vividos que marcaron mi personalidad, mi sexualidad y mis placeres.

Era el verano, finales de los días de vacaciones del colegio, donde el disfrute solo requería de realizar deportes en el exterior y pasar los días a pleno sol. Finalizaba la semana y a la hora de la cena, nuestra madre nos informa que Ismael, un primo hermano, hijo de su hermano, viene a nuestra casa por un tiempo para estudiar en la universidad. Como familia de orígenes campesinas siempre se apoya a los familiares en estos menesteres.

Mi madre nos indicó: Vendrá Ismael el hijo de mi hermano a estudiar en la universidad y se quedara en la casa mientras cursa su carrera.Su padre y yo hemos considerado traer una cama adicional colocada en la habitación de Julio (yo) y así que ambos compartan el baño y el espacio de la habitación.

No me molesto para nada la noticia, pues pensé tendría un compañero de actividades y como no tengo hermano pues será interesante compartir. En el fin de semana llego la nueva cama y me hicieron despejar algunas gavetas y espacios para Ismael.

Domingo en la mañana llega Ismael. La familia lo recibe y salimos a almorzar al club que mis padres son miembros en el barrio. Esa tarde parecía un interrogatorio policial todo el mundo haciéndoles preguntas de toda la familia, de los últimos acontecimientos, de la carrera escogida por Ismael.

Pasaron varios días, yo iba con mis hermanas al colegio e Ismael a diferentes horarios a la Universidad. Deben haber pasado unas 3 semanas cuando un fin de semana mis padres deciden ir a nuestro campo ubicado en la parte norte del país. Mi padre me dijo: Julio vas a quedarte con Ismael el fin de semana. Ismael cuidara de ti y tu por tu parte pórtate bien y obediente.

Mis padres con mis hermanas partieron el viernes a eso de las 5 pm. Nos quedamos solos Ismael y yo. Esa noche, debe haber sido 7:30 pm pedimos pizza y cenamos. Estábamos viendo tv en la sala cuando Ismael me dijo: Julio voy al cuarto de tu hermana, espérame aquí. Yo no dije nada, porque que importaba que el fuera a ese cuarto. 5 a 10 minutos más tarde llego Ismael de nuevo a la sala. Se paró frente a mí y me dijo: quiero jugar un juego contigo.Le respondí: si solo dime cuál?

Me dijo: Vamos a jugar a disfrazarnos. Yo ya tengo tu disfraz. Ven vamos al cuarto. Yo le seguí entusiasmado con participar de un juego. Llegamos al cuarto y me dijo: desnúdate y ponte este disfraz. Ante mí, encima de la cama coloco un vestido de licra cortito de mi hermana mayor, unos panty bikinis blancos, en el piso unos zapatos de tacones y al lado un bolso de maquillaje también de mi hermana.

Mi sorpresa se dejó ver y le pregunte: y esto?. El me respondió: vamos a hacer una fiesta de disfraces y tú te disfrazaras de niña. Ven que yo te ayudare. Yo dudaba sobre este juego pero el insistía en que esa era un juego normal y que todos lo habían hecho. Yo seguía dudando hacerlo, pero su insistencia fue tal que me comencé a quitar mi ropa masculina.

Desnudo, el sentado en la cama me pasó los pantys y me dijo: póntelos. Sentía una vergüenza inexplicable pero él no me dejo dudar. Los agarro frente a mí y dijo: ven entra los pies por aquí, así muy bien. Ahora el otro y me ayudo a subirlos y acomodármelos. Me llevo al espejo y me dijo: mírate, te ves bell@. Eran unos bikinis blancos de seda de tiritas a los lados muy ajustado, que apenas me cubría mi parte delantera y un pequeño triangulo de mis nalgas.

Me paso el vestido, y como soy bien delegado entro desde arriba sin dificultad. Al ser más alto que mi hermana el vestido me quedaba como una micro faldita. Luego me pasaron los tacones y me los puse aunque me quedaban bastante apretados pero podía con ellos.

Luego me dijo: ven siéntate aquí en esta silla. Tomo el maquillaje y comenzó a ponerme lápiz negro en el borde de los ojos, luego tomo sombra y me la puso con mucha destreza en el parpado superior. Después de pintar mis parpados en ambos ojos, paso a pintar mis cejas y finalmente me paso la escobilla negra de rimmer en las pestañas. Procedió a ponerme polvo de color en mis mejillas y continúo pintándome los labios de rojo en mis labios. Finalmente se dedicó a pintar tanto las unas de mi mano como la de los pies.Sin decirme nada saco una cámara, cosa que yo desconocíaque tenía. Me puso a posarle y realizo una sección fotográfica, si se puede llamar así, captando todos los detalles de su obra.

La sección de maquillaje había terminado y dio paso a la sección fotográfica. Tuve que posar de diferentes formas y poses, según a él se le iba ocurriendo. 20 0 30 minutos más tarde me indico que ya estaba satisfecho de fotografiarme y que era impresionante lo bella que me veía de mujer. Que ese cuerpo delgado y bien formado era puro de una mujer.

Seguíamos en la habitación, yo sentad@ en el borde la cama, él se me acerco y se sentó a mi lado. Sin mediar palabras puso su mano en mi pierna izquierda y comenzó a acariciarla. Yo me quedé atónito, frisado, sin aliento. El siguió haciéndolo subiendo cada vez más su mano a mi entre pierna. Llegó a mi pene y me lo acaricio por encima de mi panty. Me dice: que delicioso se siente tocarte sobre esa tela tan suave. Siguió acariciándome y bajo su mano hacia mi escroto, bajando sus dedos a la parte sensible entre el escroto y el ano. Con este sobe me extremesí y se inició mi erección. Eran sensaciones nuevas para mí.

Haciendo gala de su experiencia continúo sus movimientos en esa parte. Estaba fuera de mí del placer que me causaba. El continuaba y en un momento dado me levanto el panty y me agarro directamente mi pene. Me apeno y quise quitarlo con mis manos, pero el no dejo. Siguió subiendo y bajando su mano y mi pene cada vez más se erectaba. Él se me acerco a mi oído y me pregunto: tú te has masturbado? Yo no supe que contestar. Él sabía que sí, que a mi edad ya debía haberlo hecho.

Y me dijo: y esto lo has hecho, y me bajo el prepucio totalmente dejando mi glande al descubierto. Con la erección esto fue doloroso y más tratar de entrarlo nuevamente. La sensibilidad de esa área es tan fuerte que él se da cuenta y saca su mano colocándome el pene de lado y cubriéndolo con mi panty.

Tomo su mano y la paso por mi mejilla. Con ella direcciono mi cara y me dio un primer beso. Puso sus labios sobre los míos. Ambos labios chocaron en toda su superficie. Era la primera vez que besaba y me besaban. Mojo sus labios y volvió a besarme esta ves abriendo sus labios para atrapar los míos. Sentí su humedad, el olor de su respiración de su saliva. Continúo haciendo esos besos.

Me beso el cuello y subió a mi oído. Me lo beso e introdujo levemente su lengua. Luego dijo: cuando te bese nuevamente abre tu boquita para que sientas mi lengua dentro de tu boca. Así paso sin resistencia y me enseño a besar. Luego de un rato sin largas interrupciones en los besos, me dijo: ven mi amor, híncate aquí en la alfombra. Me llevo de la mano hasta el lugar donde él quería. Allí me pidió que me hincara y me agarro de los hombros para presionarme hacia abajo. Me hinque y quede de rodillas parado con el vestido puesto, los tacones y las piernas al aire. Se paró frente a mí. Y me dijo: mi amor, lo que te voy a pedir debes hacerlo tal como yo te diga, te dirija y te lleve.

Saco su pene, erecto, circuncidado y me pregunto: te gusta? Y sin esperar respuesta continuó diciéndome: te lo voy a pegar a tu boca. Debes pesarlo solo con tus labios donde yo te indique. Me puso su cabeza frente a mis labios y dijo: bésala. Y comenzó la primera ronda de besar un miembro. Ese primer beso, en su cabezota, inicio todas las sensaciones de olores, sabores táctiles. Sentí un olor fuerte a las secreciones que le salían del líquido pre-seminal. En ese beso sentí la humedad en mis labios, la pegajosidad al retirarlos, la textura de esa parte de la piel. Son emociones que no se pueden olvidar.

Continúo poniéndome e indicándome los diferentes puntos en su pene que tenía que seguir besándole. Me decía: mójate los labios, continúa. Le bese hasta sus bolas, sin dejar un milímetro sin que mis labios tocaran. Ya mis rodillas me dolían, pero el continuaba. Cambio indicándome que quería que abriera mi boca. Lo hice y me introdujo su cabeza hasta mi lengua. Me dijo: lámelo y tuve que lamerle todo su pene. Finalmente dijo: abre la boca, paso seguido me lo introdujo casi entero. Dijo: succiónalo y chúpalo. Lo hice y gemía diciendo: así coño, sigue mi amor. Me agarraba la cabeza con sus dedos entrelazados en mis cabellos para hacer que me lo tragara entero. Cada vez que lo llegaba a mi garganta esto me producía náuseas y varias veces estuve a punto de vomitar. Así paso unos 20 minutos más y para él era la mamada más espectacular que alguien le había hecho, así me dijo.

Luego, me tomo de la mano, me levanto y me llevo al borde la cama. Me acostó boca abajo sobre mi pecho dejando mis piernas afincada al piso sobre una almohada. En esa posición me bajo los pantys dejando mis nalguitas al aire. Comenzó a acariciármelas, primero por encima, luego tocándome mi raya. Se untaba saliva en sus dedos y continuaba pasándome la mano. Comenzó movimientos que iniciaban en la parte de arriba del canal hasta llegar a mi ano. Continúo pacientemente en esos movimientos hasta que comienza a masajear mi ano.

Al principio solo por encima y luego mojándolo de saliva presionando para que se abra mi orificio. De repente sentí la entrada de su dedo, no muy profundo sino solo la parte exterior del esfínter. Más que dolor era molestia lo que sentía. Moví mis nalgas, para evitar que continuara, pero el continuo. Puso su lengua sobre mi ano y trataba de entrarla por mi orificio, con esto lograba lubricarme mejor. Su saliva me corría por la raya hasta mis bolas.

Luego volvió a su juego con los dedos y esta vez sí intentaba entrarlo completo. Me decía: relájate para que te duela menos. Suelta el ano. Ya sé que eres virgen y eso me emociona, que seas mía, que me entregues tu virginidad.

Continuo con su dedo hasta que logro pasar la parte exterior de mi esfínter y atravesó la parte interior, lo que me causo gran dolor. Le dije: por favor sácalo que me duele y le lo dejaba adentro sin moverlo para que me dilatara. Logro dilatarme y mejoro el dolor sin quitarse. Comenzó a entrar y sacar su dedo. Por lo menos ya era soportable. De repente me introdujo 2 dedos y el dolor creció. Busco aceite baby oil y me vertió en el ano. Se hecho en sus 2 dedos y me introdujo aceite dentro de mí.

Bien lubricado como el índico, procedió a ponerse en mis espaldas. Sentí su piel sobre mis nalgas y pi espalda baja donde el vestido no me cubría. Me beso el cuello y me dijo: al fin vas a ser mía. Con su mano manejaba su pene, y sentía como su pene erecto tocaba mis nalgas. Intentaba atravesarme pero no lograba dar con mi ano. Mi corazón se me aceleraba casi no podía ni respirar. El seguía besándome el cuello. Y dándome brochazos con su cabeza del pene. Se acercó a mi ano y dio un brinco ensartándome. Me dolió muchísimo y le rogué que me lo sacara pero lentamente fue entrándolo entero. Lo dejo ensartado hasta el fondo de mis intestinos, sin movimiento. Espero a que me dilatara y comenzó lentamente a darme por el ano. Continúo dándome hasta que acelero fuertemente sintiendo que me estaba rompiendo el culo. Después de unos largos minutos me dio dos clavadas violentas y se vino dentro de mí. Se desplomo sobre mis espalda y me dijo: serás mi novia toda la vida. 

marinerosado

Soy hombre heterosexual

visitas: 1517
Categoria: Transexuales
Fecha de Publicación: 2014-11-11 20:34:31
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1 Comentario

Delicioso relato .... solo puedo decir.... me vine....jejejeje

2014-11-11 23:39:52