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Todo comienza una tarde de viernes cuando (Angélica) ella es una mujer delgada de unos 39 años de edad con muy poco bustos y colita pero hay algo en ella que me es muy atractivo aunque todavía no sé que es.
Al retirarnos del trabajo me dice que si la podía acercar a su casa puesto que su moto no estaba funcionando a lo cual le respondí que no había problema que no tenia afán para llegar a la casa, al llegar al apartamento me dice que si me gustaría pasar a tomar algo de inmediato y sin pesar nada sexual acepto, al ingresar al apartamento me encuentro un lugar muy bien organizado.
(Angélica) me dice que me siente que estoy e n mi casa que se va a poner algo más cómodo se dirige a su recamara le digo que donde está el baño y me da la ubicación al pasar por la alcoba pude observar entre la puerta medio abierta una silueta muy distinta a la que se ve con uniforme tenía unas tangas blancas de encaje que combinaban muy bien con el brasier del mis color al salir de la habitación se había puesto una falda larga de color beis con una abertura al costado con una blusa ajustada que se le veía muy sexy.
Me brindo un trago y nos pusimos hablar sobre cuán sola se sentía en las noches debido a que es soltera y no tienen hijos que era una aburricíon llegar a la casa puso un poco de música “ baladas” yo sin poderme concentrar en la plática debido al constante recuerdo de su figura casi desnuda me pidió que bailáramos a lo cual no me negué.
bailamos de una forma muy pegada como enamorados de un momento a otro sus labios tocaron los míos y con un sublime beso iniciamos lo que para mí fue una de las mejores noches de sexo le acariciaba todo su cuerpo deseoso de ser tocado acariciaba su colita pequeña pero firme ella por su parte abría el cierre de mi pantalón dejando al descubierto un pene erecto del cual de inmediato se deleito dándole una mamada desenfrenada pasaba su lengua sobre mi pene a punto de reventar , me chupaba las bolas y con pequeños mordisco me arrancaba suspiros de placer así duro un buen rato hasta que me hizo venir.
Se para frente a mí y me dijo que hace mucho tiempo que no tenía una verga en su boca y mucho menos en su vagina a lo cual solo opte por postrarme frente a ella meter mis manos bajo su falda para quitar aquellas tangas blancas y encontrarme con una rica y mojada vulva a la cual solo podía dar unos besos que se trasformaron en lengüetazo no podía para de saborear sus delicioso jugos que junto con su gemidos hicieron que tuviera una erección a reventar me levante y de un salto queda sobre mi cintura, lista para ser penetrada se movía de una formo desaforad pidiéndome que le diera mas y mas duramos un rato en un parado fantástico.
Nos dirigimos al sofá donde es descargada para volver a subir su falda y con sus suaves manos toma mi pene para ubicarlo en su rica y húmeda vagina de un solo empujón entra y comienza un movimiento de meter y saca el cual es fascinante después de unos minutos cambiamos quedando sentado y ella sentada en mis piernas de espaldas a mi donde puedo tomar esos pequeñas pero deliciosas tetas con sus pezones duros y firmes en esa posición nos unimos en un orgasmos sublime.
Al terminar le pregunto que si me puedo duchar y me dice que utilice el de su cuarto, me ducho y me siento renovado listo para partir sin saber que la noche no había terminado al salir del baño allí estaba ella en el borde de la cama en cuatro asiéndome la invitación de seguir que ella todavía quería mas de mi, al ver tal espectáculo mi pene reacciono con otra erección la tomo por la cintura se lo meto con fuerza su gritos de placer diciéndome dama como una perra hoy soy tu perra eso si me enloqueció hasta reventar en otro orgasmo que lleno todo su ser al terminar nos dirigimos a darnos un baño la enjabone me enjabono nos abrazamos y tal cual como comenzó todo igual termino en un beso nos recostamos en su cama así paso la noche.
Llegue a la madrugada al ceno de mi hogar sin saber que no volvería a ver mas (Angélica) pues al llegar el lunes a trabajar me dijeron que había sido traslada a Risaralda.






