Hacia varios dí­as no “compartimos” y deseábamos ansiosamente devorarnos y no dejar nada para después, todo fue planeado en el trascurso de la mañana y la tarde. Sonó el reloj era la hora de salida, me recogí­an en el mismo lugar y tenia el mismo susto y ansias de siempre, condujeron a mas de 100km-h y llegamos!!!! Nos dieron la habitación nº 36 entramos parquearon el vehí­culo y nos dispusimos a lo que í­bamos, nos besamos desenfrenadamente mientras me quitaba la ropa, empezó por la camisa, luego muy despacio puso sus manos muy suave encima de mi brasier y los masajeo muy lento , yo podí­a sentir como mis pezones por debajo del brasier se poní­an duros y mi cuerpo sentí­a ese cosquilleo de excitación, de placer, de lujuria, de amor mientras hacia eso , su lengua no se quedaba quieta ,recorrí­a mi cuello. mis manos a tanta excitación no se quedaron así­ y buscaron rápido los botones de la camisa de ese hombre ,cuando los alcance no dure 2 minutos sacándolos así­ que no dudamos y de un instante a otro por completo estábamos desnudos, paso a seguir me llevo a la cama donde me dispuse hacer una de las tantas cosas que me gusta cuando hago el amor con el.. se lo empecé a mamar ,podí­a ver, sentir como su cuerpo vibraba y templaba de placer ,escuchaba como me pedí­a mas, que no parara, mi lengua podí­a sentir ese chimbo calintico,suavecito Y húmedo. Sentí­a como mi lengua lo recorrí­a de arriba a bajo y como la puntica de mi lengua entraba en el huequito de su cabecita, eso es sencillamente DELICIOSO. Después de disfrutar de ese chimbo no me aguante, ya, mi cosita estaba húmeda, tibia, abierta y dispuesta a que entrar su dueño; yo no querí­a parar pero escuche una vos que me decí­a métetelo, entonces termine de mamárselo delicadamente y me levante, lo mire a los ojos, me puse de frente, abrí­ las piernas, agarre su chimbo y me lo metí­ ,huy!!! Sentí­ que me quedaba sin respiración, como lo habí­a extrañado; sus ojos no dejaban de mirarme y expresarme que me lo metiera hasta el fondo, que una vez mas le demostrara que era suya, y así­ fue, entraba y salí­a, y cada vez me moví­a con mas rapidez ,tanto que él ya no se decí­a entre si se lo chupaba o me seguí­a disfrutando de esa montadita. pero decidió que mejor lo dejaba ahí­ adentrico sintiendo ese lugarcito calientico y solo de el .asi que decidió acostarme ponerme boca arriba, pusos mis pies en su pecho, y me lo metió, sentí­a como entraba de apretado, suave y a la vez duro, yo solo podí­a gemir de placer y disfrutar de esa arrechera que me estaba provocando que esa posición, así­ duramos un buen rato. Decidí­ volver a mi lugar preferido, su chimbo, esa verga larga, gruesa, suave, que me vuelve puta ,y mientras me dedicaba a mamárselo ,succionarlo y dejarlo sin nada de leche, mi cuerpo pedí­a mas, querí­a que me siguiera comiendo , y ahora yo era quien no sabia que escoger, pero no hubo necesidad de hablar, me levanto de la cama me llevo a una silla llamada “la silla del amor ” me puso de espaldas, me levanto con sus dos manos la nalga y me lo metió duro!!!, mientras una de sus manos, masturbaba mi clí­toris, sentí­a como se poní­a duro y ese chimbo entraba cada vez mas duro, con mas ganas, con mas fuerza tanto que sentí­a que me iva a explotar en un orgasmos ,pero me contuve no podí­a dejar de disfrutar ese placer que me estaba propiciando..lo saco despacito me llevo de nuevo a la cama, él se acostó en la orilla de la cama, abrió los pies, y cuando hizo eso , yo ya sabia que querí­a, así­ que me senté sobre su chimbo, mis piernas estaban cerradas y podí­a sentir aun mas fuerte y mas delicioso esa gruesa verga dentro de mi, me moví­a despacioso lo mas despacio que pudiera para sentir como tocaba las paredes de mi cosita, en un momento en que me encontraba muy mojada se salió el chimbo así­ que decidí­ sobar mi clí­toris con la puntica, me volví­a loca, me lo metí­ desesperadamente y mi mano fue directo a seguir excitándome, y fue tanto la excitación que me orine sobre el, sentí­a como en medio de mi excitación ese chimbo se moví­a dentro de mi , y se poní­a duro, cada vez mas duro. Nos dirigimos al baño, y vaya sorpresa!!! Al parecer era su turno se orino encima de mi ,yo sentí­a como si fuera su leche caliente que se deslizara por los labios de mi cosita, y luego por mis piernas yo me estremecí­a de placer