En el anterior relato: Susana me miro y con una sonrisa picara me insinuó algo que cambiaría las cosas en este relato. El hombre que entro a los baños y nos interrumpió nuestro idilio sexual era el administrador del bar lo pudimos observar en un pequeño letrero que tenía en su camiseta. El joven nos miro con ganas de comernos, pero con su tono autoritario nos dijo lo siguiente: ¡señoritas ya cerramos, además esto no es un motel!, por lo cual Susana contesto: Amor eso lo podemos arreglar, ¿te gustaría compartir un rato con nosotras?, el Joven nos miro anonadado y respondió: ¡Encantado!, pero déjenme cierro completamente ya regreso. Yo le dije a Susana que ya era demasiado tener sexo con una mujer en la primera noche la cual no conozco y ahora un trío, le dije: ¡estás loca! Susana me respondió: Relájate la vamos a pasar rico, quiero que me veas chupar un pene y deseo ver que tú también lo hagas. Cuando me dijo lo anterior sentí una sensación en mi vagina de placer, me imagine el momento en el cual se lo chuparía a ese trigueño delicioso que interrumpió nuestro encuentro lésbico. El administrador llego, Susana como toda una perra tomo la mano de él y la puso debajo de la falda de ella, insinuándole que estaba sin ropa interior, note en el pantalón del chico su erección, eso me hizo mojar nuevamente, Susana empezó a besarlo y a frotar el pene de él con las manos, el excitado se bajo la cremallera del pantalón. Susana saco su pene y empezó a chuparlo de una manera tan deliciosa, que me vi en la necesidad de inclinarme y quitarle el pene de sus manos y chupárselo a él lentamente, el pene de este chico era grande, grueso y su glande carnudo, de el bajaba un liquido transparente con sabor salado era totalmente rico. Susana empezó a meterme sus dedos entre mi vagina y yo mientras tanto chupaba y lamia el pene de ese trigueño delicioso, Susana me abrió las piernas y empezó a lamer mi clítoris circularmente con la punta de su lengua, yo sentía que me iba a venir con la sensación de chupárselo a él y saber que mi vagina también la estaban lamiendo de una manera súper rica. Yo succionaba el pene de él, lo sacaba, lamía su glande, tocaba su pene, él tomaba mi cara y decía: ¡Que perras tan ricas son ustedes!, quiero ver que hagan una tijera entre las dos. Me acomode en el suelo con Susana, aun que algo incomodo en el tapete, pero aun así ella subió un poco su falda y por supuesto yo me quite mis shorcitos ya que las tangas se las había regalado anteriormente a Susana por lo cual solo abrí mis piernas y junte mi vagina con la de ella, la sensación era deliciosa porque frotaba mi clítoris con su vagina totalmente mojada y el administrador se masturbaba viéndonos. Ella emocionadísima en el momento me decía: ¡Que vagina tan rica, muévete más fuerte para que pueda sentirla!, yo empecé a moverme de una manera más rápida y fuerte, el administrador del bar me acerco su pene a mi boca y me decía: ¡Chúpalo, tu sí que sabes chupar rico!, mientras Susana y yo nos movíamos, yo lamia su pene, lo escupía y lamia todo lo que salía del , No dure mucho, ya que la emoción me invadió y tuve un orgasmo delicioso, me separe de Susana y el administrador se puso un preservativo, me puse en cuatro y Susana con su vagina justó en mi boca para que empezara a lamer su rico clítoris que pedía a gritos que fuera acariciado por mi lengua. El admistrador empezó a metérmelo mientras que yo lamía la vagina de Susana, sentía una emoción deliciosa, el me lo metía una y otra vez, mucho más fuerte y rápido, sentía cosquillas en mi vagina, de la emoción lamía con fuerza la vagina de mi intima amiga, ella me decía: No pares, ¡llegaré muy pronto!, cuando dijo eso sentí en mi boca un fluido transparente con un sabor saladito, y sus muslos mostraban una cantidad de contracciones, desde ese momento supe que había tenido un rico orgasmo. El administrador saco su pene, lo sacudió estaba muy mojado por mí, el pene estaba rojo de tanto placer, luego acomodo a Susana, ella le dijo lo siguiente: Mételo en mi culo, quiero sentirlo bien rico!, el sonrió y le metió el pene en el trasero, ella gemía delicioso, me acerque a Susana a chuparle sus tetas mientras que el administrador se la comía y lo disfrutaba, no duro mucho el momento porque él lo saco se quito su preservativo y se acerco a la cara de nosotras y salió un chorro de semen grande que cubrió parte de mi cara, luego se voltio a la boca de Susana que esperaba que su semen cayera justó en su lengua, al fin sucedió. Este hombre le repartió el poco semen que le quedaba justo en la boca de Susana, ella se trago su líquido y luego me beso, y yo empecé a lamer el pene en agradecimiento a lo rico que pasamos. Susana me dijo lo siguiente: Es lo más rico que he tenido con una nena, no pensé que fuéramos a llegar a esto. Cada uno empezó a vestirse, yo lave mi cara pues estaba impregnada del semen de este trigueño delicioso. Luego cada uno se despidió como si no hubiera pasado nada, no volví a saber de Susana desde entonces.