Me encontraba en las afueras de una discoteca con unas compañeras de trabajo, estábamos celebrando el cumpleaños de una de ellas, ya habíamos disfrutado bastante y cada una se disponía a dirigirse hacia su casa. Nos encontrábamos lo bastante tomadas y por esa misma razón cada una tomo un taxi. Yo me encontraba tomada y con algo de “tusa” pues hacía una semana que había terminado con mi ex, por eso me había animado a ir a la celebración para ahogar mis penas y todas esas cosas de niña enamorada. Tenía puesto un vestido que llegaba más arriba de mi rodilla y uno tacones altos, me despedí de mis compañeras y trataba de para un taxista pero todos estos estaban llenos, me encontraba en la Badea que en Pereira es el lugar donde están todos los rumbiaderos. Cuando paro un taxista, este era un chico joven probablemente tenía 23 a 24 años y por cierto estaba bueno, me dijo lo siguiente: ¿Bebe para donde se dirige? yo conteste: ¡a Cuba! , me respondió: si gusta la puedo llevar pero tengo un problema ya que las sillas de atrás las ocupe con unas cajas pues voy de camino a la casa, yo también vivo en cuba, ¿tiene algún problema si se va adelante conmigo?, yo me encontraba cansada y algo mareada quería irme a mi casa le dije de una que sí, que no había problema, montada en el taxi me puse a detallar al taxista, escuchaba reggaetón en su equipo y tenía un olor delicioso, le dije que algo huele rico y me respondió : ¡Bebe, yo!, me reí y le dije que era un convencido. Sonó un disco que me gustaba en ese entonces, era noche de sexo de aventura, comencé a cantarlo y a bailarlo ahí sentadita en la parte de adelante, pues estaba tomada por lo cual me encontraba muy desinhibida, el taxista me observaba y me decía: amor usted está muy linda, le conteste : que era lo que le gustaba, me respondió : tienes unas piernas bellísimas, yo le respondí:¿ quiere tocarlas?, me miro asombrado yo creería que no se esperaba esa respuesta, sin embargo estiro su brazo y con su mano derecha me acariciaba las piernas, cuando este hombre me toco sentí unas cosquillas en el interior de mi vagina, empecé a excitarme, él se dio cuenta de que mi respiración se empezó acelerar me dijo : bebe puedo parar por allí yo le doy un besito, con la mirada le insinué el sí que necesitaba para arrimar el taxi a un lugar donde pudiera parquear, paro más atrás de una gasolinera, se desabrochó el cinturón y tomo mi cara hacia la de él , me dio un rico beso con lengua, esto hizo que empezara a mojar mis brasileras, este taxista comenzó a tocarme los senos y con la otra mano empezó a tocarme la vagina, me decía : amor que ricas tetas, como esta de buena, le gusta que la manoseen. Yo me sentía muy excitada por cada palabra que salía de su boca, este hombre me corrió las tiras de mi vestido hacia un lado y me saco las téticas del brasier y empezó a chuparlas, mi mano se dirigió a la parte central de su pantalón sentí que su pene estaba erecto y lo acariciaba con mi mano, mientras que él me chupaba las tetas, me corrió la brasilera y me dijo: ¡que vagina más deliciosa me encantaría probarla pero es difícil acá, vámonos para un motel!, yo le respondí que no, pues si lo hacia la excitación se me iba, pues la idea era vivir ese momento, el taxista me introdujo sus dedos y me decía: que mojadita estas, me introducía los dedos una y otra vez, el mareo se me iba quitando pues estaba totalmente concentrada en la sensación de sus dedos en mi vagina, me parecía muy rico y placentero. Le abrí la él cierre del pantalón y baje un poco sus bóxer, saque su pene, lo masturbe deliciosamente, lo tenía erecto y mojado, con mi lengua mojaba mis dedos y los pasaba a su rico glande, este taxista estaba totalmente excitado y yo pajeándolo bien rico y rápido para que se viniera, cuando me dijo: amor acerca tus tetas yo me vengo en ellas, las acerque a su pene y con mi mano lo masturbaba fuertemente, de su glande le salió un líquido blanco algo espeso que cayó directamente a mis senos y cuello, este hombre gemía deliciosamente. Yo me encontraba llena de semen y con ganas de que me lo metiera pero él no tenía preservativo, entonces me negué a seguir, por lo cual siguió, con sus dedos me frotaba el clítoris, luego me los metía y sacaba, tenía tanta emoción que le dije que me iba a venir, él siguió avanzando, fuertemente metía sus dedos, de mi vagina salía un líquido y su cojinería estaba mojada por ella , cuando fue inevitable me vine completamente, el sacó sus dedos y se chupó todo el líquido que le chorreaban por sus dedos y me decía: sabes muy delicioso, ¡que rico habértelo metido!, yo sonreí , le dije que ya era hora que me llevara a la casa, me sentía cansada por el orgasmo e incómoda porque mis téticas estaban llenas de su semen y la cojinería totalmente mojada por mí. Este hombre me llevo a casa sin cobrarme ni un peso por sus ricos y deliciosos servicios.