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Uno siempre sabe que está mal y aun así uno lo hace. La pasión y el deseo le pueden más a la razón.
Juan y yo somos amigos desde la universidad, los mejores de hecho. Siempre anduvimos en las buenas y en las malas. Ella con su novia yo con la mía, ambos en relaciones ya de varios años. Cata novia de él siempre ha sido “normal” es decir para mi gusto nunca fue alguien que me llamara la atención pero nunca la considere fea. Hace un par de años ella empezó a interesarse por el fitness. Yo toda la vida he entrenado y me gusta mucho hacer ejercicio y cuidarme por lo que le daba tips a Cata de como ejercitarse y comer bien. La situación es que mis tips surtieron efecto y debajo de esa persona normal empezó a salir una mujer muy hermosa muy bien formada de buenas caderas y unos senos muy provocantes.
Cuando visitaba a mi amigo a veces hablaba con Cata y miraba su evolución, aprovechaba y le tocaba los muslos y el abdomen. Me mordía los labios para no tocar donde no debía.
Una noche armamos fiesta en mi casa, de esas que van a la madrugada. Y para esa ocasión mi novia Maria no fue. Ya se había tomado un par de botellas así que manejar estaba fuera de discusión por lo que les dije que se quedaran. Como a eso de las 3 amCata cayo y le dije a Juan que la acostara en mi cama que nosotros seguíamos y así fue, nos dio las 5 am y a esa hora nos fuimos a dormir. Juan se fue a mi cuarto y yo me quede en el sofá de la sala, no iba a sacar a Cata.
Como a eso de las 6 am, me gano la sed y me pare a tomar agua, la puerta de mi cuarto estaba entreabierta y alcance a escuchar unos gemidos. Al asomarme estaba Cata desnuda sentada sobre Juan meneándose de una manera deliciosa, tenía el pelo suelto y veía de perfil sus senos grandes, Juan los apretaba con fuerza y Cata que trataba de no gemir se tapaba su boca con las manos. Ya había luz entonces los podía ver muy bien, ellos a mí no porque el pacillo era oscuro. Pues me quede mirando como tiraban. Cata le decía “Papi que rico, métemelo hasta el fondo”, yo al oír eso me excité mucho y me abrí el pantalón y me empecé a acariciar el pene. Saque el celular y le tome un par de fotos a cata y hasta tome un video de 5 minutos. Que delicia verla gimiendo y viendo como mi amigo le cogía esas nalgas y se la metía hasta el fondo. Ellos terminaron de tirar, Cata se vistió y ellos quedaron dormidos. Yo me pajie una vez más en el baño repitiendo el video. Luego me fui a dormir. A eso de las 11 am Juan me despierta.
“Pelao gracias por todo nosotros ya nos vamos a casa. Pásese a su cama”. Me desperté, me despedí de ellos y me fui a mi cama.
Al acostarme en mi cama sentí el olor de ella en las sabanas. Aún estaban calientes. Metí la nariz profundo y aspire para sentirla, me acorde de ella y sus senos hermosos y saque el celular y lo vi de nuevo. Volví a masturbarme sintiendo su olor y ya solo gemía diciendo su nombre “Cata, que rico, dale…”, Ese aroma duro una noche más en la cual también me masturbe pensando en ella. Me vi con mi novia solo hasta el Lunes, la recogí del trabajo y la lleve a casa, estaba yo mojado y antojado de una vagina caliente, así que la provoque hasta que logre que hiciéramos el amor ese día me la cogí muy rico en mis fantasías pensaba en Cata y en un trio con mi novia, me imaginaba a Maria que el besaba los senos a Cata mientras mi novia estaba sentada en mi cara yo chupándole el clítoris y Cata clavada en mi pene.
Pasaron los días y algunos meses y mi obsesión por Cata fue aumentando más y más. Trataba de pasar más tiempo con ellos y de ser “Más amigo de Cata”. Empezamos a entrenar los 3, hacíamos sesiones de crossfit con videos de internet 3 veces por semana en las noches en mi apto (corríamos los muebles y nos hacíamos el espacio). De cuando en vez Cata no podía y entrenaba con Juan, pero de cuando en vez Juan no podía y entrenaba con Cata, esas eran las oportunidades que aprovechaba para acercarme a ella y como mi novia no se unía a los entrenamientos entonces quedábamos solos por 2 horas.
Un día me anime a ser más insinuante. Y le empecé a aplaudir los cambios que había tenido el ejercicio en ella. Ella tenía un Topcito verde fosforescente con escote y unos leggins blancos muy apretados que dejaban ver la tanguita que estaba usando debajo. Empezamos a hacer algunos estiramientos, ella de espaldas en el piso y yo levantaba su pierna y la apoyaba contra mi pecho, era muy sexy la pose. Cata, as mejorado mucho, el cambio ha sido espectacular, le dije.
-¿Te parece? En qué cosas por ejemplo. Respondió ella.
-Estas muy delgadita, se te nota en el rostro, tienes los brazos más firmes igual que el abdomen, y definitivamente tu colita está….
-Esta que, dijo riéndose y algo sonrojada.
-Increíble, no sé, es de esas que uno no puede dejar de mirar.
-HO! Ok, gracias. Exclamó y se quedó callada.
Se terminó el entreno y en esas llamó Juan que ya había llegado a recogerla. Le pregunte que si no subía un rato, a lo que Cata respondió que no que estaba de afán que pasaba mañana. Nos quedamos mirando y hubo un silencio en el que nos mirábamos como si nos fuéramos a besar y ella dijo bueno chao. Me despedí y le di un beso en la mejilla despidiéndome pero fue un beso sensual, lento húmedo. Se me quedo mirando y se fue.
Pasaron 2 semanas antes que pudiéramos de nuevo estar solos. De hecho los días que Juan no podía, ella no venía. Se jodió esto pensé yo. Ese día ella llevaba un short negro y un esqueleto naranja transparente, debajo un top negro. Entrenamos y la sentía rara. Hacia uno que otro comentario pero ella más bien seguía cayada. Llegamos a la parte que a mí me gustaba el estiramiento y estando en la misma posición de la última vez ella dice:
-Si Juan nos viera ahora pensaría mal.
-¿Porque lo dices?
-Desde afuera se ve muy sexual, no te parece.
-No necesariamente, más sexual seria si me acercara así, y en ese momento pegue mi pelvis contra la cola de ella.
-En esas vi que se mordía el labio, a lo que a mí se me empezó a poner dura y trate de pegármele más.
-Esto está mal, me dijo ella. Si Juan o Maria nos matan.
-No les digamos en ese caso.
Me recosté y le pedí que me ayudara ahora a mí a estirar. Que hago me pregunta. Siéntate sobre mí. Asintió y se sentó sobre mí.
La tome de las caderas fuerte y empecé a mover mi pelvis simulando que estaba metiéndoselo.
-Que haces?
-Que parece?
-Que me hicieras el amor.
-Es que eso es justamente lo que quiero hacer.
-Hay no, esto está mal.
-Porque viniste, sabias que algo estaba pasando.
-Por estúpida, no sé.
-O porque también quieres.
En ese momento coloqué lentamente mi mano sobre uno de los senos de ella y apreté suavemente. Sentía sus tetillas duritas, mi pene ya estaba durito y la puntica mojadita. Seguía meneándome con ella. Ella volvió a morderse el labio y con su mano busco dentro de mi pantaloneta y saco mi pene que estaba ya con la punta un charco y muy dura empezó a masturbarme. En ese momento metí mi mano debajo del top que tenía y toque sus senos con fuerza. Ella se retiró la camiseta de esqueleto y el top y quedo con todo su torso desnudo sobre mí. La tome con fuerza y la acosté en el piso, me desnude y le quite los shorts, tenía una tanguita blanca de encaje súper sexy, no se la quite, la corrí y empecé a hacerle el sexo oral. En un punto me tome la verga del palo y con mi mano restregaba la punta de mi glande sobre su clítoris mojada, usaba mi pene como si fuera un dildo con el que jugaba con ella.
-Ya no seas malo, métemela toda.
Eso me enloqueció, y se la metí al fondo, empecé a moverme con suavidad y aumentando el ritmo poco a poco hasta cogerla de la cintura y con lo más rápido que pudiera moverme dentro de ella. Escuchaba sus gemidos como los de esa noche, se contorsionaba muy rico y sentía su vagina mojadita. En el momento que sentía que iba a llegar paraba la sacaba y bajaba nuevamente a jugar con su clítoris con mi lengua, hacia círculos y la movía muy rápido. Cuando ya me sentía de nuevo con fuerzas, volvía a entrar dentro de ella. Hice eso una y otra vez hasta que no aguante y me vine. Eyacule en mi mano y parte cayó en el suelo. Me limpie con mi camiseta.
No me habían comido así de rico, pero oye no, ¿que hicimos?, Juan es tu mejor amigo. Que mal me siento. Yo la abrace y le dije que pues esto pasa, que nos gustábamos y fue algo fugaz, que no tenía por qué enterarse. Ha sido el sexo más delicioso que jamás he tenido, lo haces muy rico Cata. Tú también, pero ¿qué vamos a hacer? Con que cara voy a verte cuando estemos con Juan y Maria.
Ese día hicimos la promesa de no involucrarnos sentimentalmente, que ella amaba a Juan así como yo a Maria y esto solo era una aventura.
Nos acostamos unas 3 veces más, cuando Juan no podía venir, ya no entrenábamos solo tirábamos. Ella un día le puso coto y dijo no más. Los entrenamientos se acabaron y ella se distancio lo que pudo.
Ellos se casaron, de hecho fui el padrino de bodas. Yo sigo con mi novia y de cuando en vez salimos los cuatro a hacer algo. Me dedique más a mi novia y a seguir con mi vida
Aun me masturbo con las fotos y el video de Cata. De pronto un día pueda convencerlos que hagamos una orgia los cuatro. Pero esa es una fantasía.