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Esta historia es complicada de contar, así que por obvias razones y que esta historia pueda salir publicada omitiré la edad de mi hija, basta con decir que es pequeña.
Monica es una niña súper linda de un rostro perfecto angelical, de cabello castaño hasta la espalda que le gusta llevar desordenado y medio cogido. Le gustan los saquitos, los leguins y la ropa en general suelta. No es de muchos amigos y es una niña muy juiciosa. Su principal amiga y confidente es su prima Karen, solo 6 meses mayor que ella. Karen es hija de mi hermana y siempre han vivido en nuestro mismo barrio, por lo que es muy común que Monica se quede a dormir en la casa de Karen o ella en la nuestra. Siempre pensé que tenían un nivel de cercanía muy meloso, las veíamos a todas horas juntas y tomadas de la mano.
Karen se desarrolló primero y tenía muchas más “curvas” que Monica, por no decir que tenía unos senos hermosos que me hacían sentir sucio por quedar mirándoselas a ratos a mi sobrina.
Habían tardes en las que Monica se la pasaba pegada al teléfono toda la tarde, yo le repetía que el teléfono era para acortar distancias no para alargar chismes y muchas veces teníamos problemas porque tenía que usar el teléfono y como raro siempre estaba ocupado. Uno de esos días descolgué el teléfono y creo que no se dio cuenta y alcance a escuchar que ella decía. Es que me muero de ganas de que me besen, a mí se me salió el corazón y me entró una rabia pensando que era algún noviecito con el que hablaba. Me quede escuchando.
-Moni eso es muy rico, no te imaginas. Decía Karen.
Quede más tranquilo e iba a colgar y la curiosidad me pico.
Karen le seguía contando: “a mí me da de todo, me pasa un escalofrió y me pongo nerviosa, pero no quiero que paren, me fascina sentir los labios húmedos y me da una sensación de… no se te deja boba el resto del día pensando en eso”
Hay que chévere, yo nunca he sentido algo así. Hubo un silencio. Maaaaaaaa descolgaste el teléfono? grito ella. Yo colgué allí mismo.
Ese fin de semana me dejo esas frases rondando en la cabeza. Me inquietaba ver como crecían y pensaba con molestia quien iba a ser el pendejo que le diera a Monica esas cosas que ella quería, me molestaba pero no podía hacer nada, si trataba de protegerla la iba a poner en mi contra. Sí que lo único era estar alerta y ver qué hacer si se presentaba algún idiota que no la mereciera.
Me puse en plan, por lo menos de saber si Monica la estaba pretendiendo algún niño, o saber si ella tenía interés en alguien. Ese fin de semana Karen se quedaría a dormir en mi casa y yo tenía que saber que más tramaban, así que use una grabadora de periodista que tenía hacía ya tiempo, me asegure que tuviera suficiente pila y que pudiera grabar toda la noche. La escondí lo mejor que pude de manera que estuviera cerca de la cabecera y pudiera grabar así fueran los susurros de ellas.
Al día siguiente entre rápidamente saque la grabadora y me fui sin que se dieran cuenta. Me fui al estudio y le di download al archivo al computador. Calcule en que punto de la pista ellas hablaban y al encontrarlo me puse a oír desde el principio.
La charla era de cosas de ellas, de la mama de Karen de compañeras, de moda… (con paciencia lo escuche todo, casi apago y borro el archivo pensando que no había nada) … hasta que Monica volvió a tocar el tema del beso. Seguia preguntando y Karen le repetía casi lo mismo que le dijo al teléfono, Monica le cuestionaba con quien había sido y Karen le decía que con un niño del colegio. Yo no tengo a nadie dijo mi Moni (sentí un alivio).
-Si quieres bésame a mí, le respondió Karen.
-Pero tú eres mi prima.
-Y, más confianza. Con migo no te tiene que dar pena. Además no crees que soy bonita.
-Sí, eres la más linda de todas.
-Y entonces.
-Dime que hago.
-Cierra los ojos
-Aja, ya.
Hubo un silencio largo, por más que subí el volumen no escuche nada. Ocasionalmente oía alguna palabra de alguna de ellas.
Esto es muy rico, decía Monica. Si te gusta? Preguntaba Karen. De esto uno no puede cansarse nunca,… etc.
Impresionado. Fue como quede. No me esperaba nada de eso, nada. Reproduje una y otra vez la conversación y paso algo que no me esperaba, me empecé a excitar, empecé a imaginar a mi hija besándose con mi sobrina, y escuchando como decía que rico, no pares de besarme. Esa grabación la colocaba diariamente, me deleitaba oyendo sus palabras. En las siguientes semanas seguía atento a ellas las espiaba. Veía a Karen con deseo, no le quietaba los ojos a su colita, a sus senos, a como se tomaba el cabello. El deseo creció y mis ojos no solo se posaron en Karen sino también sobre Monica al punto que me robe del patio de ropas uno de sus interiores y empecé a masturbarme con ellos oyendo la grabación. Quería verlas, no solo oírlas.
Llegue al punto de comprar una Cam Recorder HD de grabación nocturna y esconderla en el cuarto de Monica. Tuve que intentar muchas veces, tratando de que quedara bien grabado y que grabara lo que yo quería y sin que nadie me descubriera. Hasta que un día lo logre.
Ese día que tenía el video, me quede solo en casa. Mi mujer estaba en un baby shower con las amigas, Monica en la casa de Karen y yo solo. Retire la Cam Recorder y la reproduje directamente en el televisor.
Ellas entran riendo al cuarto, riendo y hablando de la película que habían visto (No hay lugar como el hogar era de la peli que comentaban) eran como las 10 en ese momento, se ve a Martha (mi esposa) entrando, aparezco yo tontamente mirando a la cámara despidiéndome de ellas, charlas vánales, adelanto. Hasta un punto en el que ellas se empijaman. Karen sale del cuarto con lo que parece ser la pijama en dirección al baño y Monica se queda en el cuarto donde se empieza a cambiar de ropa. Me puso muy nervioso mirarla, me temblaban las manos. Le di pausa y llame a Martha para saber que aun demoraba y que estaba solo totalmente. Le di play. Monica esta de espaldas a la cámara, se recoge el cabello, se retira el saco y la camisita que tenía quedando en jeen y con el brasier blanco. Saca un camisón amarillo largo y lo tira sobre la cama, ella se sienta quedando cerca de donde estaba la Cam recorder, Monica se desapunta el brasier quedando con sus senos redondos hermosos descubiertos, se agacha a retirarse las botas, se baja el pantalón quedando en panties, se para toma la ropa y veo su culito redondito (no pude evitar en ese momento empezar a tocarme el pene sobre el pantalón), ella regresa y se coloca el camisón. Al momento entra Karen quien esta con una pijama de dos piezas, pantalón largo y camisa de botones.
Al entrar siguen hablando de cosas varias. (Devolví toda la escena de mi niña desnudándose como 3 veces hasta que recordé que eso no era solo lo que estaba buscando). No voy a detallar estas cosas que no tienen importancia a la historia.
La parte en la que finalmente me doy el pajazo de mi vida fue el siguiente:
Están con la luz de la mesa de noche únicamente, acostadas ambas en la cama de Monica y solo empiezan a besarse. De espaldas se ve a Monica y de frente a Karen.
Moni dice, en serio vamos a hacer esto?,
Ya lo estamos haciendo no?, Karen abraza a Monica y la besa de nuevo.
Que quieres que haga?.
Quiero que me toques,
Como quieres que te toque (dice Monica susurrando)
Karen desapunta sus botones de la camisa la abre hacia un lado dejando ver su seno del lado izquierdo y dice al tiempo: “De esta forma” su mano la lleva debajo de las cobijas y aunque no se ve literalmente se entiende que está metiendo la mano dentro de los panties de Monica.
Monica se sube su camioncito y luego hace lo que Karen le pide, mete las manos dentro del pantalón de pijama y empieza a tocar a Karen, se masturban mutuamente y las veo como se dan dedo la una a la otra, alcanzo a escuchar un poco de gemidos y como se besan una y otra vez. Toda esa escena dura por lo menos unos 10 minutos, no es como algunos se imaginan que podría terminar en una escena porno donde se hacen sexo oral, o hacen la tijera como un par de lesbianas. No fue solo eso ellas masturbándose mutuamente bajo las cobijas con los senos al aire de Karen, pero les juro que fue muy excitante, yo por mi parte tenia los panties de Monica en mis genitales, mi pene erecto con la punta de mi pene muy lubricada y sintiendo los dedos bajando mi prepucio y casi en una piscina de mis fluidos mis manos jalando fuertemente mi verga. Eyacule mucho y mi excitación fue tal que lo hice 2 veces más. Esa noche ademas le hice el amor a mi esposa y fue increíble.
Por miedo a ser descubierto, borre los archivos los cuales ya estaban metidos en mi cabeza.
Contestando la pregunta en que momento uno como padre debe intervenir, la respuesta es justo antes que el diablo se meta y uno no pueda manejarlo. Luego de ese día yo no pude jamás decirle o reclamarle nada a ella. Tuve que ser muy cauteloso en ocultar mi libido y que no se me notaran las ganas que tenia de comerme a mi sobrina y mi hija. Me volví más cariñoso y mis fantasías no pasaban de un abrazo fuerte, de un beso dudoso en la mejilla. De espiar lo que se pueda a Monica o mirar como violador a Karen.