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!"El Balancín"! (Primera Parte).

Recuerdo que hace unos 10 años, tuve una de las experiencias sexuales más raras, curiosas, chistosas y totalmente sui-generis en lo que se refiere a este tema de hacer el amor o como dirían otros “chocar caderas”.

Los que sepan, e identifiquen al leer este relato, el lugar, el sitio y la ubicación en un pueblo de la costa, de este pintoresco lugar, y  la práctica que allí se efectúa y por la cual es famoso el lugar o sitio, serán mis primeros testigos de que todo lo que cuento en este relato es verídico, solo la verdad y nada más que la verdad.

Omito decir el nombre del pueblo, por ser pequeño, o como se diría casi es una ciudad-pueblo y como dicen: “pueblo chico, infierno grande”, y por eso no deseo poner en evidencia a los señores oriundos y radicados allí, con sus esposas, novias o amantes, sobre la existencia en las afueras de aquél pueblo de tan pintoresco y curioso lugar, diríamos secreto de hombres, jajaja!.

Fui invitado por mi novia a las ferias y fiestas anuales de ese pueblo del cual ella es oriunda, al llegar fui alojado en la casa de sus padres y así mismo al tiempo, llegó un hermano de ella, que trabajaba en otra ciudad para estar también ahí en el pueblo con ocasión de las fiestas, y que en últimas fue con el que más me la pasé a despecho e inconformidad de la novia mía.

Fui a visitarla a ella, pero resulté fue pasando más tiempo con el hermano y sobre todo en las horas de la noche, cuando se acuestan los gallos y se despiertan, la libido, las pasiones y la aventura.

Mi cuñado en cuestión, luego de pasar dos o tres días en mi compañía, ya que por cierto mi suegro, le había encomendado la labor que me relacionara con la gente del lugar, pues tomó la orden muy a pecho y no solo me relacionó con los vecinos y conocidos, sino que también me relacionó con sus amigotes del pueblo y como comprobarán después, me relacionó también con las niñas del lugar, pero no solo con las niñas bien y de familia del pueblo, sino también con las "niñas" que sin conocerlo a uno le van diciendo “mi amor”, jajaja!

O, para ser más claro, con las niñas de malos pasos, pero que según la opinión generalizada del gremio masculino, son las que mejor caminan, jajaja! Total una tarde me preguntó: Cuñado a usted le gustan las putas? O más bien, le gusta ir donde las putas?

La pregunta me sorprendió viniendo de mi cuñado, pero él ,como leyendo mis pensamientos, me dijo: Fresco, estamos entre hombres, tranquilo que yo no le digo nada a mi hermana, yo me quedé pensando, y la verdad pues a mí no es que me gustara mucho ir a donde las “trabajadoras sociales”, jajaja!, pero no por posar de zanahorio aquí ante ustedes, sino que la verdad yo tenía mi propio coto de caza privado, y “nalguitas caritativas” nunca me faltaron y más bien sanitas y sin tanto kilometraje encima, además del hecho que la verdad pagar por sexo nunca me gustó.

Si había ido varias veces con mis amigos, pero más porque me gustaba el ambiente de fiesta y alegría que se respira en esos lugares, pero honestamente nunca me había mandado “pesar” en un sitio de esos. Jajaja!.

Le di a mi cuñado una respuesta muy diplomática y no tan comprometedora por aquello que de pronto me estuviera era analizando a ver si le convenía o no como novio a su hermana, porque como dicen: “A todos nos gusta comernos la mujer del vecino, pero que no se coman la de nosotros”, y en este caso pues se trataba de su hermana, y le respondí: ”Pueessss, no me desagrada, me es indiferente”.

Soltó la risa y me dijo: Ah qué bueno!, entonces prepárese porque esta noche lo voy a llevar a un sitio que nunca va a olvidar, y agregó: Lo voy a llevar a que le hagan “el balancín”, yo pensé que cuando me decía “el balancín” ,pues se refería en su jerga o en la jerga de ese pueblo a estar con una chica, y en parte era cierto pero como se darán cuenta luego, cuando dijo “el balancín” ,él estaba pensando en otra cosa.

Nos reunimos como a las 8 de la noche con sus amigotes, no sin antes despedirnos de mi suegro, y mi cuñado decirle que me iba a llevar donde las “niñas”, yo me ruboricé, pero mi querido suegro para tranquilizarme me dijo: No te preocupes, ni te colorees “cachaco”, estamos entre hombres.

Además mi hijo donde te va a llevar es chévere, y nunca lo vas a olvidar, y soltó la risa, y agregó algo que me dejó más frío aún, partiendo de un suegro: Es más, si te quedas otros diitas y te animas, yo le digo a mi hijo que te lleve a “picar” burra, como llaman ellos el término para tener relaciones sexuales con un animalito de esos.

Para ellos eso es muy normal, como el ñame, el suero, el bollo-e-yuca, las carimañolas y el vallenato. Costeño que se respete si no ha “picado” burra, parece que dentro de sus coterráneos es considerado japonés, jajaja!, como digo siempre en todos mis relatos y lo reitero, respeto todos los gustos y tradiciones de toda índole, pero algunos y algunas no las comparto.

Pero para mí como “cachaco”, dentro de mis aspiraciones o deseos no entraba estar con un cuadrúpedo, para mis adentros pensé: No me le mido a estar con una burrita ni porque tenga los ojos azules!, prefiero seguir con las potrancas, pero de dos ancas nada más, jajaja!.

Y al despedirme de mi novia pues ya se imaginarán, ella estaba felizzzzz! Tanto que le dije a mi cuñado, huyyyy cuando volvamos de donde las “niñas”, antes de entrar a la casa, como dicen en mi ciudad ,primero me toca botarle el saco para que lo vaya mordiendo, jajaja!.

Bueno dejemos a mi novia y a las burritas quietas y entremos en materia, llegamos al famoso lugar, una casa normal en las afueras del pueblo, nos recibieron muy amablemente, el sitio confortable, y el “personal” a primera vista, de primera categoría, las mujeres en su mayoría morenas, mestizas, negras, un color de piel en algunas cobrizo, en otras canela, todas de formas generosas, exquisitas y de maneras deliciosas, parecían brasileñas sacadas de alguna playa de Río de Janeiro, o de alguna escuela de samba, una que otra de piel blanca o clara, pero para ser honesto, desentonaban con el lugar y el sitio geográfico.

Mi cuñado por lo que vi, era muy conocido allí y además como era hijo de uno de los gamonales del pueblo, pues ya se imaginarán, nos atendieron desde nuestra llegada como príncipes, empezamos la fiestica, whisky va, whisky viene, bailecito con una niña, con la otra, hasta que mi cuñado me dijo como a las dos de la mañana: Bueno cuñado, ya es hora de que vaya escogiendo la muchacha con la que se va a sentar definitivamente y con la que va a amanecer.

Ya que hasta ese momento a nuestra mesa todavía no habíamos llamado a unas chicas en particular que se sentaran y nos acompañaran, estábamos hasta ese momento como se diría, en la etapa de reconocimiento, selección y escogencia, jajaja.

Me dijo, por plata no se preocupe, que esta noche yo le pago el “polvo” y los tragos, y además mi papá sabiendo que yo lo traía para acá, me dio muy buenos pesos para que lo atienda bien, y además para que no vaya a llegar diciendo a Bogotá que los costeños no somos buenos anfitriones,(y definitivamente, son excelentes anfitriones!), o sea que, ¡hágale con confianza!.

Yo desde que habíamos llegado ya le había echado el ojo a una morena como de 1.75 de estatura, cabello largo color azabache, ojos como de un color entre la miel y el cobre, y la piel del tono de las aceitunas.

Perdónenme y discúlpenme si voy a utilizar unos términos un poco fuertes para describir sus otros encantos más visibles pero me voy a tomar esa patente, porque es lo que en este momento viene a mi mente para describirla:

Tenía unos senos como para amamantar una manada de cabros huérfanos, unas piernas torneadas, que cada una parecía una pata de una mesa de billar, una cintura de avispa, y un culo como para el cumpleaños de un burro!, total una hembra en toda la extensión de la palabra! Uff!

Con ella me senté y seguimos departiendo, bailando y tomando, y ya dándonos uno que otro besito, luego en algún momento uno de los amigos de mi cuñado se quedó mirándome y me dijo: Ajà cachaco, entonces con que te vas a animar a hacer “el balancín”? y soltó la risa, cuando dijo; “te vas a animar a hacer”, yo no supe que responder y empecé a pensar en que había algo raro en su pregunta y más cuando los otros amigos y mi propio cuñado soltaron la carcajada!.

Y para acabarla de completar, la chica que yo había escogido, estando sentados, al rato me dijo que se me notaba que era "cachaco" por mi forma de hablar, y que se sentía muy complacida y halagada que la hubiera escogido a ella, para realizar el servicio o atención por el cual era famoso ese sitio, que como sabía e imaginaba que era la primera vez que yo iba a realizar y a hacer “el balancín”, que ella iba a tener mucho cuidado, calma, y paciencia conmigo, e hizo un mohín muy dulce y soltó una risita bastante pícara.

Ahí me di cuenta que había algo raro o como dicen “había gato encerrado” jajaja!

vinividivinci

Soy hombre heterosexual

visitas: 828
Categoria: Hetero: General
Fecha de Publicación: 2015-07-31 12:35:51
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1 Comentario

Excelente, espero su continuación

2015-07-31 15:29:27

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