Guía Cereza
Publica tu Experiencia

Relatos & Experiencias

DIVINA OBSCENIDA Y GOZO VITAL

Vestida de látex, tacones altos, ojos y labios delineados de negro y mi cabello alborotado entré a lo que sería una fiesta de #BDSM. No tenía ni idea de la existencia de esa comunidad. Ante mis ojos la película las 50 sombras de Grey y los libros que leí en mi adolescencia del Marqués de Sade se quedaban en pañales.

El sonido de latigazos, risas, cadenas y música electrónica amenizaba el lugar. Vi jaulas, mujeres vestidas de negro, cuero, nalgas marcadas por golpes de manos, y otras imágenes que prefiero borrar de mi memoria.

El encuentro babilónico era en el bar swinger Sweet Dreams. Estaba prohibido el sexo y los desnudos. Era la divina obscenidad, un espacio para exponer esta tendencia, fetiche, dinámica o como se le llame.

Mi atención la captó un ser de otro planeta, un hombre maduro, vestido con un traje pequeño de cuero, collar de perro, tiras transparentes en el cuerpo, rodeado de varios metros de cuerda roja y hermosa. Me acerqué y tuve la conversación más directa que he tenido hasta ahora en mi vida:

Diana: Sueño con una sesión de lo que tu haces.

Gozo: Listo, pero debemos hacer un contrato verbal

Diana: Ok.

Gozo: ¿Qué de las siguientes cosas puedo hacer: lamerte, besarte, morderte, tocarte, penetrarte, masturbarte, o torturarte?

Abrí mis ojos gigantes y dije mil veces a todo lo anterior No, en mayúscula, minúscula, cursiva, negrilla.

Gozo: ¿Entonces, yo que gano?

Diana: Colgar con tus cuerdas a una virgen en el Bondage.

Gozo se quedó pensando y me lazó una mirada picara. Yo decidí confiar en él y él accedió a cumplir mi petición. Le pedí ser suave con sus cuerdas y no amarrarme del cuello.

Gozo ubicaba mi cuerpo como quería y a la altura que se le apetecía, lo hizo lento, cuidadosamente, me amarro fuerte y me elevó colgándome del techo.  Yo mientras tanto liberaba la tensión de mi cuerpo, calmaba los nervios y dejaba que la gravedad actuara.

Después de tres posiciones en suspensión  y  casi 20 minutos. Me bajaron del techo. Me sentía un poco mareada, me acosté, subí las piernas y un personaje maravilloso, de esos que nunca faltan llegó, tomó mis pies, me quitó los zapatos y empezó a darme un masaje reconfortante y perfecto para el momento.

Tomé un poco de agua, recuperé mi energía y sonreí, acababa de vivir algo por primera vez. Realmente recomiendo este arte, puede ser artístico, sexual o terrible, eso depende de lo que se haga y con quien se haga. Yo por mi parte recomiendo a Gozo y pronto tendré otra sesión de suspensión con sus cuerdas rojas y atrevidas y crearé solo para deleitarme con su saber un taller de Bondage para la comunidad que asiste a mis eventos...

Sígueme en FACEBOOK 

LaDiana

Soy hombre heterosexual

visitas: 1843
Categoria: Sadomasoquismo
Fecha de Publicación: 2015-08-04 16:14:49
Más Relatos Por LaDiana
Compartir en:

1 Comentario

Bello relato :)

2015-09-25 00:21:57