LUCECITA dijo el fin de semana la nevera está llena sólo quería decir que volviera,  ambos quedamos con ganas de repetir el momento. No pasó una semana de aquello,… Dime, qué te movió a repetir el encuentro. Le pregunte… Ya te expliqué que realmente  quería un macho como tú me respondió. Y siguió diciendo, En todo caso hace rato que te había empezado a mirar con otros ojos. En algún momento me empezaste a gustar y algunas veces me masturbaba pensando en cómo sería tener sexo contigo… … Voy a creerte aunque me parece imposible que a mi edad me toque un regalo del cielo de esta naturaleza. Tú con apenas 25 y yo doblándote la edad es como inverosímil esta situación Si bien estábamos limpios pasar por la ducha  era casi una obligación previa para empezar a preparar el terreno. Cuando terminamos nuestros juegos nos secamos y nos metimos en la cama. La sesión comenzó con una brutal chupada de vagina. Digo brutal porque me demoré más de veinte minutos en ese mar de flujos deliciosos. Mi lengua se dio un festín yendo y viniendo por esos rincones chupando los labios vaginales y zonas aledañas, mientras que mi boca sorbía sus jugos vaginales. Cuando sentí que su grado de excitación subía de tono me apropié de su clítoris para darle unas mamadas y pequeños mordiscos que la pusieron a toda máquina. Fue entonces cuando lucy me regaló cuatro o cinco orgasmos seguidos; cada vez que le venía uno me apretaba con sus piernas y me mesaba el cabello, acompañando sus acabadas con una serie de gritos y gemidos muy fuertes. Me pedía más y más. No cabe duda que estaba recuperando polvos perdidos en su soledad. Cuando pudo recuperar la normalidad, es decir respirar sin agitación, le di unos besos de lengua mientras mis manos seguían jugando con su vagina. La idea era que no perdiera motivación para lo que vendría luego. Le pedí que se pusiera de espaldas y ahí no más empecé la tarea de perforación. Debo decir que yo me había calentado mucho con mi chupada y ahora quería penetrarla. De a poco le fui poniendo mi verga en su hueco y para goce de ambos. … Dámela toda por favor, no quiero que quede nada afuera, hasta los testículos quiero adentro… … Ya Lucy, todo a su tiempo, tenemos que ir gozando de a poco. Tenemos tiempo por delante, ahora te voy lo voy a meter de forma tal que sientas el entra y sale… … Ay, qué bueno como lo haces, no pares nunca que me gusta muchísimo. Qué lindo que es…. … Cuando sienta que me vengo te aviso y la saco para no embarazarte le dije?... … Nada de eso, la quiero adentro hasta que acabes y me llenes de leche. Ese placer no me lo quita nadie porque estuve tomando la píldora previendo esta situación, así que dale sin asco que yo quiero toda tu leche… … Qué bueno, no hay nada mejor que un polvo sin condón y acabar adentro, es el sumo de la gloria… Y le di empezando despacio para luego hacerlo tipo tren y casi a la misma velocidad. La sensación era muy placentera porque esa vagina que no había sido trajinada en años estaba estrecha y se sentía. Por su parte ella sentía también mi verga  adentro y la ponía hecha una furia. Y así acabamos, Lucy varias veces gritando cuál es su costumbre y clavándome las uñas en la espalda y yo sacudiéndome como un poseído. El derrame fue brutal con abundante leche que derramé en esa cavidad tan deseada. Luego lo de siempre un beso, reposo y charla. En medio de charlar y no dejar mis manos quietas le pregunte si Podíamos improvisar o alguna idea para sugerir?... me respondió… Hay algo que siempre quise hacer pero nunca me animé con el finado  Es que me des por el culo, y la verdad estoy ansiosa, leo sobre el tema y me excita cada vez que me imagino que tú me desfloras mi culito.  

… Por supuesto que sí, pero para ello hay que esperar unos minutos que la verga  se me pare otra vez. Tal vez me ayudarías si le das unos besos le respondí- Y ahí no más se lo puso en la boca y comenzó con sus juegos bucales. La verdad es que lo hizo tan bien que en unos cinco minutos que mi pene estaba otra vez duro. Le pedí que se pusiera boca abajo y con mis dedos mojados con sus jugos vaginales empecé a distender el esfínter de forma que la penetración no doliera. Con solo meter los dedos y jugar con su ojo Lucy ya estaba gozando como lo demostraba con sus gemidos. Cuando después de unos minutos de trabajo, cuando consideré que el agujero estaba para recibir mi verga, le pedí que con su boca me lubricara. La puse en cuatro y apunté mi pene hacia el agujero colocando solo la punta. Ella se  puso en alerta de que la cosa no iba a ser fácil; de a poco la fui metiendo milímetro a milímetro entre suspiros y quejidos de dolor, hasta que llegué a meterla toda. Me mantuve en esa posición unos minutos para que las paredes anales aceptaran al invitado, y cuando observé que las muestras de dolor se habían disipado, comencé con el mete y saca. Suspiros, quejidos y algún ay de dolor, pero luego todo fue placer. … Pero qué bueno que es esto, decía Lucy  La siento toda dentro de mí llenando mi tripa Luisito Que sensación tan placentera, estoy gozando y ya me viene...ya me viene … Dame toda adentro y lléname de leche por favor… … En eso estoy, ya casi llego… Lucy movía el culo hacia atrás tratando de que mi verga se hundiera en lo más profundo de su recto; además ayudándose con una mano me tomó de una pierna y empujaba hacia ella. El morbo de estar violando un culo virgen me dio más fuerzas para seguir embistiendo y perforando. Sentía en mi verga la estrechez de su conducto que Lucy contraía para darnos más placer, hasta que llegué a un punto en donde ya no me podía contener más y me derrame con una descarga importante que Lucy recibió con profundos suspiros y jadeos de gozo.  No sé de donde salió tanta leche para inundar el culo de Lucy. Cuando mi verga declinó en su dureza la retiré del orto de donde salió esperma que se desparramó por sus piernas.  Toda una revelación Lucy con el sexo anal, siendo como dijo que era su primera vez. No puedo asegurar que así hubiera sido porque recibió mi aparato sin tanto dolor, pero para que me ponía a indagar, ya lo habíamos hecho y yo había gozado como nunca.  El tiempo, había pasado muy rápido y no hubo espacio para nada más. Tampoco creo que mis testículos tuvieran reposición de esperma para seguir regando sus  agujeros. Nos dimos una última sesión de apasionados besos y las promesas de repetir tan pronto como pudiéramos.  Nos dimos una ducha ligera, nos vestimos y marchamos cada uno a su mundo.

Duramos con nuestra relación como seis meses hasta que se cansó llego un vendedor de postobon la jugueteo, la encariño , se la culeo y se casó con ella, él nunca supo lo de nosotros pero de vez en cuando queda como el cachón gaseoso, porque aunque él no lo crea ella tiene quien le surta el negocio, así termina la historia de la viuda del granero muchas gracias por haber dedicado sus valioso minutos a esta lectura hasta la próxima ….