Guía Cereza
Publicado hace 9 años Categoría: Gay 2K Vistas
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La historia es corta, mediante una de las multiples aplicaciones que todos conocemos me contacté con un man que se veía bien pintica, charlamos un rato y quedamos de vernos a los pocos días en un bar. Llegó el día de nuestro encuentro y llegué al punto de reunión que nos habíamos puesto, él ya estaba ahí y me sorprendió que se veía mucho mejor de lo que yo lo esperaba, era un poco más alto que yo(como 1,80), blanco, medio monacho de ojos verdes y se veía que le gastaba algo de tiempo al gym sin ser de esos que quieren ser Schwarzenegger. De verlo me tramó mucho que a pesar de venir de la oficina vestía jeans una camiseta y un buzo verde, una persona relajada y acorde a su edad, no como esos que se encorabatan tan pronto les dan un cartón. Nos saludamos con sonrisa picara incluida, entramos al sitio, pedimos dos cervezas y nos pusimos a hablar.

La tarde fue pasando y fuimos entrando más en confianza, el man es un bacán y me cayó full bien. Me contó que vivía solo y era independiente, trabajaba como ingeniero de sistemas y tenía contratos con unas compañías. Creo que el sintió lo mismo por mí ya que conforme íbamos hablando se iba acercando más. Cuando comenzamos a hablar nos habíamos sentado en una mesa frente a frente, pero al rato aprovechando que regresaba de ir al baño él se sentó a mi lado, y me empezó a pasar el brazo y a acercarse a mí. Como estábamos en un bar y ya la gente alrededor empezaba a notar en lo que andábamos, le dije que pagáramos la cuenta y nos fuéramos para dejar de ser el centro de atención.

Al salir ya era totalmente de noche, yo tomé la iniciativa y lo besé, un beso delicioso con esos labios carnosos, y él movía la lengua full sin dejarse llevar por la arrechera. Le ofrecí ir a mi casa pero al ver que vivíamos muy lejos y por la hora como el otro día trabajaba no podía. Algo aburrido le dije que entonces fuéramos a caminar por un parque que quedaba cerca, empezamos a caminar y seguimos con el toqueteo ya bien descarado, besándolo y agarrándole ese cuerpazo tan rico que se mandaba y el hacía lo mismo conmigo. La sorpresa más chimba me la di cuando le mandé la mano a la entrepierna, no solo tenía la verga tiesa como piedra sino que tenía hermosa, de esas que son gruesas en la base y con cabeza puntuda. No voy a coger a exagerar, de largo tendría 16 o 17, pero de ancho era monstruosa tanto que no podía darle la vuelta con la mano. Más arrecho aún por esto le dije que nos sentaramos en una de las sillas del parque. Ahí seguimos con la manoseada y los besos. Yo ya no sabía donde más metérmele a este man, quería comérmelo entero, tenía el cuerpazo, su buena verga, unas nalgas redonditas, piernas firmes y pude meterle dos dedos por detrás sin mayor dificultad. Yo estaba en el cielo, sin embargo como la silla quedaba a la vista de todos y aún no era tan tarde, teníamos que hacer todo muy disimuladamente, sin siquiera quitarnos la ropa. 

Sin embargo yo quería más y no estaba dispuesto a dejar que eso parara ahí así que le dije que buscaramos otro lugar. Mientras íbamos caminando hice el lance, le dije que tenía que orinar y me metí detrás de unos arbustos donde no caía la luz. Al man como que no le gustó el sitio y no me acompaño allá, pero al parecer entendió el mensaje porque a los pocos metros él también decidió ir a orinar a un sitio todavía más cubierto por arbustos y ahí sí que no perdí un segundo y fui con él. Cuando comenzó a orinar le agarré la verga, todavía como una piedra, esperé que terminara y me puse a mamarsela. Por el grosor casi no me entraba toda pero aún así me dediqué a mi mamada y el me respondía con suaves gemido y el pre cum que me daba. Me levanté a besarlo y el tomó la iniciativa de corresponderme y mamármela a mi. Tenía una técnica del putas, usaba lengua labios y cabeza además de hacerlo full rápido. Hasta ahí habría bastado por una primera cita, pero la arrechera puede más y le dije al oído que quería ese culo y el me dijo que listo, se apoyó en un árbol y dejó esa belleza de culo a mi disposición. Le dí tres lamidas, le escupí y se lo mandé a pelo por falta de condón. Empecé mi bombeo y ya el placer era tanto que nuestros ruidos empezaron a ser más fuertes sin que nos importara que todavía pasaba gente cerca con perros. Este man estaba al rojo, ese ano estaba hirviendo en lujuria y mientras yo le daba el volaba paja. No pasó mucho cuando me dijo que se iba a venir, y siendo bien puta le dije que me los diera en la cara, me agaché, él se dio la vuelta y de una suelta sendos trallazos que me cayeron en toda la cara, de la arrechera yo me vine mientras sentía ese jugo caliente caerme en la cara. Luego que se esfumaran nuestros orgasmos caí en cuenta que a lo bien que me había dejado poseer por la arrechera, ahora yo estaba ahí metido en la mitad de un parque con la cara tapada en semen y sin con que limpiarme. Le comenté a él y como tampoco tenía con que limpiar recorrió toda mi cara recogiendo su semen con su boca la que al final me dio a probar. Si bien no quedé limpio ahora además de semen también tenía babas en la cara y pues ya no se notaba tanto. Me pasé la camisa un poco y nos compusimos. 

De ahí nos fuimos de nuevo apercollados a la parada del bus y nos despedimos con un beso. Nos hemos vuelto a ver unas dos ocasiones más pero no pasamos de ahí, nos tenemos para culeo, pero no me puedo quejar.

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