Así pasaban los días, todas las mañanas llegaba a la estación del transmilenio y si ella no estaba yo la esperaba y si yo no estaba ella me esperaba, era algo sincronizado, como si nos  pusiéramos de acuerdo, ingresábamos al bus, o más bien nos ingresaba la gente ya saben ustedes como es ese tema en transmilenio y hacíamos nuestra rutina de roce sexual con ropa.

Pero ese día las cosas cambiaron, el transmilenio estaba a reventar, mas lleno que de costumbre, nos ingresaron a la mitad del bus, en el acordeón, y quedamos frente a frente, yo sin mediar palabra al ver esos labios carnosos y su mirada que pedía ser poseída en ese lugar, me le acerque muy sutilmente y de forma tímida uní mis labios a los de ella, eran meses reprimidos, meses en los que me imaginaba besarla; lo cual me fue correspondido de inmediato pero con un beso muy apasionado, nuestras lenguas húmedas se entrelazaba cual bailarines de pista de hielo, sincronizando con los movimientos de nuestras manos, bueno lo poco que nos podíamos mover, mis manos en sus grandes, duras y ricas nalgas, ella por su parte una mano en mi rostro y con la otra intentaba agarrarse del tubo del bus.

Ella estaba vestida con un sastre femenino, muy ejecutiva y elegante como siempre, yo sentía su ingle muy pegada a me verga, ella hacia presión intentando sentir este rico mástil de 24, 6 cm, no parábamos de besarnos, por momentos nos mirábamos a la cara y nuestras miradas decían, oye, porque no hicimos esto antes.

No sé en qué momento llegamos al paradero donde nos teníamos que bajar, pero Salí del bus con ella tomada de la mano, camine directo a mi oficina, y sin pensarlo ella me dijo, oye trabajas en el CCI, centro comercial internacional, a lo cual le respondí que sí, me dijo yo igual, ven te presento mi oficina tomándome de la mano y a pasos agigantados nos dirigimos.

Al llegar me encontré con una súper oficina, todo muy limpio y muy bien decorado, algo de arte abstracto, muebles tipo deko  combinados con algunos tipo coloniales, pero al ingresar a la oficina de ella, algo me sorprendió, de inmediato me abrazo con mucha fuerza me quito mis prenda mientras yo hacía lo mismo con ella, wow, su perfume de ataque. Un dolce & gabbana lia blue, de inmediato ella toma mi gran pene, y susurra, wow, que es esto por dios, no lo imagine así, eres moreno pero no pensé que tenias tanto placer en medio de esas piernas, y de inmediato me da senda mamada de locura, que delicia, yo gemía y casi que gritaba del placer tan delicioso que mi elegante ejecutiva me estaba dando y sin duda ella lo disfrutaba, luego se para y me señala que es la hora de que le corresponda, me pongo de rodillas y ella con sus piernas bien abierta deja al descubierto su enorme vagina, bien rasurada y perfectamente definida, labios carnosos, rosaditos, su clítoris pronunciado y su olor a sexo, a hembra ganosa y arrecha, condujo mis labios como si tuviera un imán allí.

Debo confesar que soy un lame chochas, me encanta lamer, chupar, morder y besar una rica vagina, y la de mi elegante ejecutiva no sería la excepción, me clave en ese néctar del placer, su vagina emanaba el preciado elixir del sexo y cada vez con mayor intensidad, como si fuera una cascada de líquidos vaginales, ella gemía, gritaba y pedía más y más, de repente se acostó en el escritorio, imagínense ustedes esa súper pose, en la oficina ella en esa forma y el hombre arrodillado chupando la vagina más rica, linda, sexy y jugosa que he probado en mis ya casi 40 años, no sé cuántos orgasmo logro, pero yo la bañe en mi rica, espesa y calientica leche, leche de macho dominante, macho alfa que desde hacía meses quería tenerla así, meses en los que me masturbe pensando en ella y en poseerla.

Por favor visiten mi perfil y miren mis fotos, están especialmente para ustedes. Quiero ser el amante de una pareja de esposo en Bogotá, si están interesados contáctenme.