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MI PRIMERA VEZ FUE CON UNA NINFOMANA DE 30 EN SEMANA SANTA. (parte 2)

MIERCOLES SANTO: LA ENCULADA

Por fin nos quedamos solos en la casa, pero la experiencia que iba a tener no me gustaría. Al menos no en ese momento. Actualmente si me gusta ;)

Ella se fue al último de los cuartos y me llevó con ella. Todo debía ser muy rápido pues no sabíamos en qué momento llegaría alguien a la casa. Así que sin decir una sola palabra ella se quitó la ropa de la cintura para abajo. Yo hice lo mismo. No podía creer que por fin la tenía semidesnuda para mí. No me cansaba de ver esas piernotas, ese culote que era más grande que muchas partes de mi cuerpo. Mejor dicho, era una chica BBW  de la cintura para abajo pero con mejor cuerpo. Para los que ven porno saben de qué les hablo.

lusciousnet_tumblr_n6m1jonsi51tbdzz_291442528.1024x0.jpgElla se puso en cuatro y me dijo que quería que le diera por el culo…..¿¿What the fuck?? Noooo, decía yo en mi cabeza, yo lo que quería era su vagina.

Yo con cara de asustado le decía sutilmente que no. Pero al parecer la arrechera de este día, ella la sentía en el culo. Jajaja

Imagínense mi preocupación: Yo todo inexperto, nunca se la he metido a nadie, no tengo circuncisión y esta lo quería por el culo??? Esto era un suicidio para mí.

A mí solo me quedo obedecer e intentarlo. Al principio tuve mucho miedo, y trate de metérsela. Yo estaba muy emocionado de ver por detrás semejante culo tan grande, pero al mismo tiempo el miedo me asechaba.

La primera vez que se lo trate de meter no pude, luego lo intente dos o 3 veces más. Me dolía y se lo hacía saber, pero ella solo quería mi verga dentro de su apretado culo. Pero luego de echarle un poco del lubricante natural 2, le hice otro intento y por fin pude meter solamente la cabeza de mi verga. Ahora lo que seguía era terminársela de meter y comenzar la faena.

Pero no fue así. No fui capaz de metérselo en el hoyo, me causaba dolor. Así que por ese día no hubo más función. Solo morbosidad matutina todo el día. Miradas, toques, sobadas, cosas que ya se habían convertido en algo normal para mí.

JUEVES SANTO: ORGASMOS

Después de mi fallida enculada el día anterior pensé que no pasaría nada más. Pero yo estaba muy equivocado si creía que esta ninfómana desenfrenada iba a quedarse quieta. Ese día me di cuenta que andaba igual o más arrecha que el día anterior.

Yo estaba en mi cuarto. Este quedaba por fuera de la casa independiente de todo. Ese día nos quedamos ella, sus hijos y yo. Pero ellos no serían impedimento para que esta pervertida madre se aprovechara de mi virginidad.

Ellos estaban jugando en la calle, yo los podía ver desde mi cuarto pues el nivel del cuarto y el de la calle eran casi igual.

Ella aprovecho un descuido de ellos y se metió a mi cuarto. Ese día tenía un legui de colores que le hacían resaltar ese culo que me traía loco y el enorme bulto que se formaba en su pelvis. Cerró un poco más la puerta pero no del todo. Otra vez la adrenalina se puso a mil. Si alguien entraba era el acabose en esa casa.

Así que sin pensarlo dos veces esta vez se quitó toda su ropa. Estaba como Dios la trajo al mundo y solo para mí. Yo me quede como atontado parado al frente de la cama viendo como esta puta abría sus piernas y se tocaba su chocha, se la sobaba y se revolcaba en la cama pidiéndome que la tocara.

Tímidamente me monté en la cama mientras ella abría su vagina y me decía que la mirara y que la tocara. Diossss yo no lo podía creer, era real, por fin seria mía.

Yo como un explorador que descubría algo por primera vez, detallaba cada parte de su vagina húmeda de placer. Luego escucho una voz que me decía: chúpamela. Así que muy obedientemente yo me dispuse a chupar.

Comencé muy despacio pues era mi primera vez chupando cuca. Le pasaba la lengua despacio por sus labios hinchados y por su gordo clítoris. Al parecer no era suficiente para ella, pues en un arrebato me cogió la cabeza y como loca me restregaba su cosa por toda mi cara. Ella como que no sabía qué hacer, se retorcía, se quejaba, temblaba, pero no soltaba mi cabeza. Yo sentía que me ahogaba, pues ella no me daba espacio para respirar, pero aun así yo seguía chupando y tragándome todo ese líquido baboso que salía de su chocha.

Yo seguía sin entender por qué a pesar de que lo que estaba en mi lengua no sabía rico yo continuaba ahí pegado, dándole más y más legua. Se la metía dentro su vagina y sentía que mi lengua se iba a derretir de lo caliente que estaba eso allá adentro. Ella cada vez que se la metía se revolcaba. Así que se la seguí metiendo una y otra vez dejando que mi saliva espesa se regara en su rica y caliente chocha.

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Después de unas cuantas metidas más sentí como ella se retorció más de lo normal y me apretó la cabeza con sus muslos (se había venido en mi boca). Y luego como si no hubiera pasado nada, me quitó de su vagina como con rabia. Yo me asuste, pero luego de un momento, ella me dijo que me quitara la ropa, que me le montara y le metiera la verga.

Dentro de mí solo pensaba “por fin, se la voy a meter”. Así que muy animado me le monté, pero oh sorpresa. Esa puta chocha estaba tan mojada y grande que si no me agarro me voy con todo adentro. Así que se fastidió, pues a ella no le agradaba estar así tan mojada.

Se puso su ropa y se sentó en la cama. Yo le preguntaba que si me iba a dejar así. Así que ella me arrinconó contra el armario de mi cuarto, me bajó la pantaloneta y el bóxer y comenzó a mamar. Ufffffff que sensación. No había podido pichar, pero esas mamadas que ella me daba reemplazaban cualquier cosa. Ella me lo mamaba y me lo mamaba y yo solo retorcía mis ojos, le cogía su cabeza y la presionada, ella seguía como toda una experta tratando de sacar de mi verga algo que se le había perdido. Me agarraba las nalgas, me chupaba las guevas, me las llenaba de saliva, volvía y me chupaba la verga. Pronto comencé a sentir como algo dentro de mí quería salir. Ella seguía chupándome, hasta que por fin pudo salir de mí ese cúmulo desenfrenado de semen que fue a para directo a su boca pero ella seguía chupando, desapareciendo cada gota de mi semen que había derramado en ella. Me dejó ahí temblando con esa sensación excitante que da venirse. Era mi película porno en vivo…la puerta semiabierta, sus hijos afuera, sexo oral, eran cosas que solo creía que pasaban en el porno ¿Qué más podía pedir? Claro, pichar. Era lo único que no había podido hacer.

VIERNES SANTO: MI PRIMERA VEZ

Finalmente llegó el gran día. Como si el universo hubiera confabulado en beneficio nuestro, nuevamente nos quedamos solos.

Nuevamente nos fuimos al último cuarto. Pero esta vez sabíamos que nadie nos molestaría. Sin decirnos mucho nos quitamos la ropa. Yo estaba muy nervioso pues por fin se la iba a poder meter en su profunda vagina. Yo me monté en ella y quede como aquellas animaciones Hentai cuando dibujan a la mujer grandota siendo follada por el niño escuálido. Bueno así me sentía yo. Montado en semejante toro.00_www.hentaibedta.net_3.jpg

Ella abrió sus piernas dándome permiso para que la penetrara, yo comencé a meter mi verga despacito para no lastimarme, esta vez no estaba como tobogán de piscina, liso y profundo. Estaba normal. Se la metí y comencé a moverme y mientras me movía me decía a mí mismo, “esto es pichar hp” por fin se estaba cumpliendo mi sueño, a los 15 años y mucho después que muchos de mis amigos que ya lo habían hecho. Me sentía atrasado en noticias, pero el día había llegado.

Mi verga se deslizaba por aquella chocha una y otra vez. Que delicia, la sentía caliente, babosita, ella gemía como toda una puta, como a mí me gusta, me apretaba fuerte como diciendo que le metiera mi verga más y más, y yo como un esclavo solo obedecía. Le chupaba sus grandes tetas, sentía el sudor que bajaba de su cuerpo, le agarraba sus nalgas y de solo sentir algo tan grande en mis manos sentía que me quería venir ahí mismo. Yo seguía dándole verga como ella quería. Le daba doro como queriéndola atravesar con mi verga y ella solo gemía mas mirándome a los ojos pidiéndome más.

Fue cuestión de tiempo para sentir nuevamente mi semen venirse por mi verga. Y como si nunca me hubiera venido, le derrame todo el semen que tenía en mis guevas dentro de su chocha dejándosela chorreada de mi semen caliente y espeso.

Y aunque sentí un poco de remordimiento por ser semana santa, no podía dejar pasar esta oportunidad que me permitió enamorarme del sexo oral y de aquella mujer que después de esas vacaciones jamás pude volver a saber de ella y que constantemente recuerdo cada vez que tengo mis momentos de morbo. Desde aquel entonces no puedo ver una chocha abierta porque me dan ganas de devorarla con mi lengua por horas.

Hoy quince años después y ya con 30 años que tengo, recuerdo con morbo mi primera vez con una ninfómana de 30 en aquella semana santa.

Gracias por leer. Espero sus críticas contructivas ;)

discreto84

Soy hombre heterosexual

visitas: 2615
Categoria: Hetero: Primera vez
Fecha de Publicación: 2015-10-23 23:13:13
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1 Comentario

las fotos adjuntas no se pueden ver

2015-10-24 01:40:22