La primer vez conocimos como es el ambiente y nos calentamos muchísimo al ver cada escena.

Después de haber ido hablamos mucho del tema y coincidimos que debíamos volver, porque fue muy excitante, no con el ánimo de hacer intercambio con otras parejas pero si con el ánimo de tener sexo delante de los demás.

Así fue que nos arreglamos para ir un sábado, como ya aprendimos le dije a ella que llevara un vestido, y medias de liguero para que se viera más sensual y además no tuviéramos que enredarnos con las medias. Además se puso un hilo dental negro muy pequeño. Se veía muy sensual sin brasier y ese vestido ajustado.

Poco a poco las chicas empezaron a mostrar sus atuendos, minifaldas, vestidos ajustados o casi transparentes, y empezaron a besarse y coger a sus parejas mas sensualmente. Yo por mi parte cogí a mi esposa y aproveche que estaba con falda y pude meter mi mano bajo su falda y empece a pasarle es dedo por encima de la tanga… y estaba ya muy mojada. Aproveche que los “vecinos” de la silla del frente se levantaran a bailar y le corri la tanga hacia un lado y le meti dos dedos y empecé a pajearla, ahí, en la sala general donde nadie todavía se había atrevido a nada, por lo menos a la vista de los demás. La puse a mil.

Ya con eso le pedí que subiéramos a ver quién estaba arriba (era la excusa) y apenas subimos, y llegamos a la sala de fantasías, la tire sobre la cama y me arrodille a mamarla toda, me cogía la cabeza y gemía de la emoción, aunque a esa hora no había nadie más, fue muy excitante estar ahí y saber que cualquier persona llegaría en cualquier momento a hacer algo similar.

Finalmente cuando ya iba a llegar, me quito y me dijo que dejáramos para más tarde, se arregló y  bajamos a la sala “general”.

Así seguimos bailando y calentándola hasta media noche, cuando llego el “show de media noche”, donde aparecieron dos chicas a hacer striptease, pasaron por cada sitio y casi que le hacían el show más a las chicas que a nosotros los hombres. Sin embargo cuando nos toco el turno, mi esposa se atrevió a tocarle los senos a la chica y hasta bajo las manos y le cogía la espectacular cola que tenía solo con una tanga de  hilo.

Luego las dos chicas hicieron un show lésbico muy excitante, pero poco creíble, sin embargo lo suficientemente sugestivo para poner a mi esposa a mil. Tanto que termino el show y ella misma me dijo que nos cambiáramos (es decir que nos quitáramos la ropa y nos quedáramos solo en toalla) y subiéramos. Inmediatamente lo hice, y subimos, donde fuimos como la quinta pareja en llegar, ya había una pareja culeando en cuatro, otras 2 haciendo oral y las otras solo mirando. Acosté otra vez a mi esposa sobre la cama y volví a mamarle la chocha que estaba super mojada. Ella empezó a gemir y yo incluí un par de dedos para pajearla y mamarla al tiempo. Poco a poco llegaron más parejas que se hicieron a nuestra derecha y a nuestra izquierda. Las chicas estaban acostadas también de espalda como mi esposa pero a ellas ya las estaban clavando.

Mi esposa aprovecho que una de las chicas del lado estiro el brazo y le cogió un seno, y aprovecho para hacer lo mismo, y no solo con ella sino con la que estaba al otro lado también, es decir, yo se la estaba mamando mientras ella le cogía las tetas a dos viejas una a cada lado. Fue súper excitante. Aproveche para poner a mi esposa en cuatro al borde de la cama, y que queda boca abajo, para que pudiera coger a la chica de la derecha, y así lo hizo hasta le chupo los senos, mientras ella también la cogía toda.

Luego que dejaron de cogerse la voltee y empecé a clavarla bien duro, estaba boca arriba con la piernas bien abiertas mientras la clavaba, y de un momento a otro la chica de al lado izquierdo la vio boca arriba y se le lanzo sin pedir permiso y la beso en la boca, le pego un beso increíble, mientras le cogía los senos. Yo no lo podía creer, que mientras la clavaba otra chica la besaba como si fueran novias, con una pasión increíble.

Después de esto no aguantaba más y deje de clavarla. Me quite y la chica aprovecho para meterle mano y empezarla a pajear. Quede con la boca abierta, como mi esposa se dejaba hacer y ella también empezó a pajear a la otra chica. Fue más de lo que hubiera podido creer que podría pasar.

Luego terminaron las dos y se levantaron y nosotros bajamos y tomamos un respiro. Estaba super feliz y excitada. Al rato volvimos a subir y todo estaba al rojo vivo, casi no había espacio en la cama, inclusive habían parejas alrededor de la cama culeando mientras veían como los de la cama lo hacían en todas las posiciones posibles. Hacían orales, 69, en cuatro, de todas las formas, era súper excitante. Aprovechamos y nos sentamos frente a la cama y ella empezó a clavarse sentada sobre mi mientras veía a dos chicas hacer un 69 y al lado otra clavarse una verga gigante. Estando así se clavó toda mi verga y no aguantamos más y así nos vinimos.

Luego de eso, nos quedamos un rato viendo el espectáculo, hasta que poco a poco los tipos fueron cayendo y quedaban pocas parejas. Ya con esto nos fuimos satisfechos, y con todas las ganas de volver.

Si les gusto el relato por favor háganoslo saber. Las parejas  que quieran compartir sus fantasias o experiencias seran bienvenidas a traviesosbta@gmail.com.