Dulce infidelidad parte III. Después de aquella vez en la oficina de mi sofisticada ejecutiva, una jornada matutina de sexo súper delicioso, me fui a mi oficina con el sabor de su sexo en mi boca y su olor en todo cuerpo. No quería quitarme esas candentes, morbosas y ricad escenas sexuales que viví. Sexo porno rico y cochino en una oficina del centro comercial internacional ubicado en esta capital colombiana. No se imaginan ustedes lo que mi cuerpo pedía, pedía más sexo, ese sexo de mi súper ejecutiva de vagina grande, jugoso y muy caliente la cual cuando me despedí, la deje abierta y empapada. El día transcurrió normal pero para mi fue eterno, ya que me había invitado a su apartamento. Nos encontramos en la estación de transmilenio. No cruzamos palabras, solo nuestras miradas reflejaban la lujuria y nuestro apetito sexual. Al llegar a su apartamento la ropa volaba por todos lados quedando completamente desnudos en el pasillo antes de entrar a su habitación. En ese lugar la puse de frente a la pared, sus piernas bien abiertas me ofrecían sus ricas nalgas y sus agujeros para que con mis maravillosas lamidas procediera a beber ese elixir sexual, ese jugo que tanto me gusta. Debo confesar que me encanta lamer y chupar chochas y culitos. Allí estuvimos largo rato. Luego ingresamos a la habitación la puse en cuatro y continúe lamiendo esa enorme y jugosa vagina, ya mi lengua había explorado su agujero anal, me encantaba escucharla gemir cada vez que le introducía mi dedo en ese culio rico y apretadido. En medio de esta maravillosa faena de sexo porno rico y cochino, yo sentía que éramos observados, pero no le puse cuidado. Luego de haberse venido en mi boca cual fuera un chorro de agua y yo beberlo todo como si fuera un sediento que quisiera beber y beber hasta acabar la ultima gota. Ella en medio de sus gritos y gemidos me decía que tenía permiso de su marido para hace lo que estaba haciendo y que si me molestaba si tal vez, solo tal vez el nos espiaría haciéndolo. A lo que le dije que no, que me gustaría verlo a el observando como yo perforaba su rico culo, esas palabras me pusieron a mil.y me verga mas dura y con ganas de perforar sus agujeros, la idea de culisrme a esta mujer y que su marido nos observara me hizo eyacular en su cara y tetas. Y me preguntaba, como será el esposo, de que edad, estatura, contextura física y demas, pues con esa tremenda mujer tan caliente, el tipo debe ser alguien poco activo. Algunas fotos de mi perfil son de ella, miren esas nalgotas. Cual fue mi sorpresa que el muy cornudo estaba allí en un sillón de la habitación masturbándose, mirando como me culiaba a su perra y arrecha mujer, como yo le llenaba la cara y tetas de mi rica, espesa y caliente levhits, leche dr un tumaqueñito criado a punta de pescado de mar, borojo, jugo de chontaduro y demás productos afrodisíacos típicos del pacifico colombiano.