Marta era vecina mía, vivia a dos casas y estaba recien casada, El marido, creo que no hacia mucho por la relación, porque desde que Marta y yo nos conocimos empezó algo eléctrico que no dejaría de vibrar hasta muchos años despues.

Una tarde, en la que yo fuí a su casa a pedirle un favor, Marta estaba mas conversadora y amable de lo normal. En medio de la conversación me hizo ver que una de las chicas de la unidad en donde vivíamos estaba, en cierta forma enamorada de mi. A mi no me pareció y comenzamos una discusión que terminó en otros términos.

Yo en algun momento le dije "tu no puedes convencerme" y ella en ese instante se me avalanzó directamente a besarme. Fue como un corrientazo que me recorrió todo y no tuve oportunidad de sentir nada mas que su lengua buscando la mía en medio de ese beso desenfrenado.

Cuando terminó saboree un poco de su saliba en mis labios y sin mediar palabra me dispuse a irme de su casa, un poco asustado y un poco exitado a partes iguales. Ella con firmeza pero suavidad me detuvo poniendo una mano en mi pecho y diciendome "viste que si podía contigo" y lentamente fué bajando su mano hacia mi entrepierna, que para ese momento ya alojaba a un miembro palpitante y vigoroso.

Aun con el corazón en la garganta me dejé llevar y en menos de lo que pensé, ella estaba acariciando por encima del jean mi pene de una forma deliciosa mientras me miraba lujuriosamente.

depronto se detuvo y me dijo "quiero que me lo metas aqui mismo" estabamos en su cocina y yo solo podía pensar que en cualquier momento podría llegar su esposo. pero ella se encargó y parecia tener la situación bajo control. No en valo yo tenia 17 y ella 25.

me agarró por los brazos y me acercó a la nevera, en el rincon mas alejado de la puerta y comenzó a desabrochar todo lo que la separara de mi pene, yo tenia una erección firme y rigida de adolescente fascinado y ya sentía los borbotones de humedad que bañaban mi verga.

Ella ni corta me lo sacó mientras me dejaba acariciar por primera vez esa cuca caliente y mojada que se sentía a travez de unas tangas blancas y de encaje. Fue fácil llegar a ella, porque tenia un vestido amarillo de flores, de una falda amplia y generosa.

Mis manos no tardaron en encontrar la forma de sentir esos labios experimentados, se sentía delicioso jugar con esa cuca mojada y dispuesta que sabia, muy pronto estaria penetrando sin proponermelo.

Ella despues de acariciar mi pene y mojarlo un poco mas con su saliba, se dispuso a consumar lo que había planeado. Se recostó a la nevera y sin miramientos abrió sus piernas levemente mientras me acercaba a su vagina hambrienta. Yo busque desesperado como se lo podía meter y no fue dificil encontrar ese calor y empujar de un envión mi verga hasta lo mas profundo. Ella dejó escapar un gemido de placer y abrió las piernas un poco mas, se acomodó y me animó con un "dame duro" susurrado a mi oído.

Yo ya estaba en lo mio, dandole su verga tanto como podía, le acariciaba las nalgas y buscaba la mejor posición para clavarla mas rico, ella se reía de placer al sentirme ganoso por primera vez y darme su intimidad tan furtivamente.

De repente se lo sacó y sin pensarlo se acomodó en el suelo, justo en el lugar en que estabamos.

Levantó sus piernas y de un tirón se quito las tangas que a estas alturas estaban absolutamente mojadas. abrió sus piernas a todo lo que le dió y me mostro un coño mojado y grande, tal y como me los había imaginado las veces de mis masturbaciones y sin problemas me deje llevar a darle de nuevo su verga exquisitamente, ella se deleitaba y sin quitarse el vestido se acariciaba las tetas y me halaba mas duro hacia su cuca para sentirlo adentro como mas le gustaba.

Metió su mano ente nuestros sexos y acarició mis huevos muy rico, mientras me decía "quiero que te vengas ya" seguramente pensando en la llegada de su esposo. Yo no pense ni siquiera, y dandome mas gusto se lo metí mas duro y mas rapido que en todo el rato. la sentía ansiosa y exitada y con ganas de sentirse culiada. Sentí una cosquilla que me recorrio todo y mis enviones se hicieron fuertes y profundos, mientras unos fuertes chorros de leche se me escapaban para dejarselos a ella bien adentro de esa cuca deliciosa. No queria que acabaran y seguir dandole verga como la habia disfrutado.

Me levante, puego de recobrar un poco la conciencia de la situación, sabiendo que me había acabado de comer la mujer demi vecino y una voz en mi interior me dijo que era la primera de varias escapadas. Salí de la casa de ella creyendo que todos en la calle sabian con solo mirarme que me la habia culiado tan deliciosamente, tal vez tenía cara de satisfacción y no dudo que ella haya quedado igual con esa cara, porque la pasamos riquisimo en esa primera vez. 

Continuará...