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ME LLAMO ANDREA Y SOY PREPAGO. "EL INICIO"

EL INICIO

Hola, me llamo Andrea, tengo 25 años y esta es mi historia.

Las historias de Andrea que se narran no pretenden incitar ni motivar el ingreso por parte de mujeres a la prostitución, como tampoco el apoyo a la trata de blancas.

Andrea narra a través del autor las historias más bizarras, sin ningún tipo de censura para mostrar tal y como es el mundo de las mujeres prepago.

Andrea nació como Laura torres, madre soltera, con un hijo de 5 años, un crédito impagable con el icetex, un gato que duerme todo el día como si no hubiese un mañana, deudas por todos lados y $5000 en el bolsillo que lo tiene que hacer rendir para regresar a su casa, hacer la cena, comprar lo del desayuno de su hijo al otro día y regresar al trabajo.

Trabajaba como diseñadora gráfica freelance en un local de publicidad en el barrio Ricaurte, vivía ahogada en deudas y lo poco que ganaba era pagar los prestamos gota a gota, dinero que utilizaba para paga arriendo, comida y manutención de su hijo.

Cansada de vivir con el agua al cuello, buscaba nuevas opciones para generar un ingreso adicional pero las opciones no daban los resultados esperados, y la situación económica cada día era más difícil, al punto que sus “amigos” prestamistas ya empezaban a subir el tono en sus cobros cuando no podía cubrir la cuota del día.

Una mujer muy bella, de esas que parecen una muñeca, pasaba casualmente por frente al local donde trabajaba Laura y fue diciéndole:

-no lo puedo creer, ¡Laura Torres!, que haces por aquí? Le dijo al verla

Laura, hizo cara de extrañeza, y respondió con cara de asombro:

-hola, eh trabajo aquí. ¿Disculpa de donde nos conocemos?

-Maricaaa!!! ¿No me reconoces? ¡Soy Sofía Mendoza, estudiamos juntas en el colegio!

Laura no lo podía creer, la última imagen de Sofía Mendoza en su mente, era la de la típica niña de colegio apocada, con cara de tontica, lejos de parecerse a la espectacular mujer que hablaba con ella.

-en serio eres Sofía Mendoza? Estas cambiadísima, no te reconocí, contesto Laura.

-estas trabajando aquí?

-sí, voy de salida a llevar unos trabajos a un cliente en el norte.

-Lau, si quieres no vamos juntas, vine a recoger una plata por aquí cerca y ya voy de salida para el norte.

Sin pensarlo dos veces, Laura acepto el aventón.

Llegaron al parqueadero y el carro de Sofía era un Mazda 6 color negro, Laura al verlo asumió que su amiga de colegio tenía un muy buen puesto en alguna empresa.

En el viaje hacia el norte hablaron de todo, hasta que Laura no aguanto la curiosidad y pregunto:

-sofí, en que estas trabajando?

-mami, yo soy independiente, me canse de trabajar como loca y vivir endeudada.

-dímelo a mí, si no voy a saber de sacar fiado y deberle a todo el mundo, contesto Laura.

¿Pero te va muy bien en lo que trabajas, que es lo que vendes para que te vaya tan bien?

-jajajajajajaja rio estrepitosamente Sofía.

-mi lauris, en serio quieres saber en qué trabajo?

-si claro, dame el secreto.

-no es ningún secreto, soy prepago!

-jajajaja marica ponte seria, no me tomes del pelo.

-en serio gorda, yo soy prepago desde hace más o menos 6 años.

No lo podía creer, la cara de risa que tenia se tornó por una de seriedad, y el momento de alegre paso a ser incómodo.

-pero no me hagas esa cara, que tampoco es tan malo como lo estas imaginando, por el contrario, la paso bueno, hago lo que me gusta y gano plata.

-digamos que te creo, pero porque me lo dices así sin ningún tipo de pena? Contesto Laura.

-pena yo? Nooooo mamita, sienten más pena las vacas cuando les cogen las tetas para ordeñarlas que yo diciéndote que soy prepago. Además, te lo cuento porque sé que eres una nena seria desde el colegio y me vas a guardar el secreto, ¿o no lau?

-si claro, no te preocupes, no hay lio con eso.

Durante el camino nos fuimos hablando de como era su vida de prepago hasta que llegamos al punto de cuanto se ganaba por tirarse un man.

-mira, eso es relativo, yo tengo varias tarifas por que no es lo mismo si el servicio es aquí en la ciudad, o en una finca, si tengo que ir a un motel o van a mi apto, si es en trio, o con una mujer sola, depende de muchas cosas, pero para que te hagas una idea más o menos de lo que puedo estar ganándome en un servicio, sería algo así como $400.000

No podía creer la cifra que me diecia, dentro de mi pensaba que esta nena estaba exagerando.

-tal vez creas que te miento, pero es que ser prepago no es barato, hay que invertir en tu cuerpo, no puedes andar con cualquier mecha de ropa, debes oler rico, usar ropa fina, a eso súmale el spa, el gym, etc. Todo eso vale y de algún lado debe salirla plata, ¿o de donde crees que salió la plata para comprar este carro?

La charla se centró en su vida como prepago, mientras a mi mente llegaba la preocupación de las cuotas atrasadas del gota a gota que tenía que pagar esa tarde, y en un momento de silencio en la conversación le dije a Sofía:

-gorda, yo quiero ser prepago!

-ay flaca no jodas! Me respondió

-en serio marica, estoy pasando por una situación muy difícil desde hace más de 2 años y debo esta vida y la otra, tu no me lo estas preguntando, pero esta tarde tengo que pagar $30.000 al gota a gota y no se dé donde los voy a sacar.

-laura, pero esto no es un juego. Vas a ver y vivir cosas bastante pesadas en este negocio.

-no me importa, yo hago lo que sea por mi hijo, te juro que no tengo ni con que devolverme esta noche para la casa.

La melancolía por mi situación hizo que brotaran de mis ojos sendas lágrimas, que poco a poco se convirtieron en ríos seguidas de un profundo llanto que se confundía con los sollozos.

Sofía detuvo el carro en la bahía de un parque, lo apago me levanto la cara, y mientras limpiaba mis lágrimas me dijo con voz recia:

-las prepagos no lloramos, somos fuertes y luchamos por nuestros sueños.

Busco algo en su cartera y cuando me di cuenta saco de su billetera $300.000 y me los puso en la mano.

-no marica, no me hagas eso, y no quiero la caridad de nadie. Le dije.

- y quien te dijo que yo te los estoy regalando? En este momento te estoy patrocinando, míralo como un préstamo. Con esta plata vas a ir a pagarle a esos hijueputas del gota a gota, te, llevas a tu hijo y a tu mama a cenar esta noche y mañana me llamas. Te doy esta noche para que lo pienses bien, y si te decides nos vamos para villavo este fin de semana que hay ferias y allá esta la plata.

Me seque las lágrimas, recibí el dinero y lo guarde en un monedero de gatico que llevaba, arrancamos nuevamente y el resto del recorrido hablamos de los compañeros del colegio.

Al llegar a donde debía dejar el trabajo de publicidad me dijo antes de bajarme:

-Laura, ser prepago no es una tarea fácil, aquí nos toca tirarnos manes por plata, y estos hijueputas nos van a querer sacar de la cuca cada peso que nos están pagando, así que piénsalo bien.

Esa tarde me puse al día con el gota a gota y mientras viajaba en Transmilenio hacia mi casa iba pensando en todo lo que me dijo Sofía, tenía mi mente dividida, estaba decidida a hacerlo, pero al siguiente minuto ya me retractaba, así fue todo el viaje hasta llegar a mi casa.

Esa noche no dormí pensando en todas las opciones, en como seria comerme un man por plata, sería capaz o terminaría llorando, la vedad mi vida sexual no era muy amplia que digamos, nunca fui una mujer fácil.

Al otro día era casi a medio día tome una decisión, lo iba a hacer, saque mi teléfono y llame a Sofía.

-alo? Me contesto.

-listo gorda, nos vamos para villavo, le conteste sin dejar que me saludara.

-en serio? Qué maravilla, vas a ver que nos va a ir muy bien, allá tengo unos amigos que están como quieren y pagan muy bien; te llamo más tarde que voy para un servicio.

La suerte ya estaba echada, estaba m decidida que nunca a salir de esta situación tan jarta en la que andaba, ese día me fui para mi casa a medio día, recogí a mi hijo en el colegio y me lo lleve a disfrutar con él una tarde de sol en el parque.

Ya sobre las 6 de la tarde Sofía me llamo:

-bueno gorda, lista para las ferias de villavo?

-sí, ya me decidí.

-que vas a decir en tu casa, porque nos vamos el sábado y nos regresamos el martes por la mañana.

-no te preocupes, yo cuadro esa vuelta.

Hablamos un poco de cómo se interactuaba con los hombres y de otros detalles del negocio, y al final quedamos en que nos veríamos el sábado a las 8 am en el terminal.

Ese día la pase en la casa pensando en que le iba decir a mi mama para que me cuidara al niño, pero por más que pensaba no daba con una buena excusa, además que nunca he podido mentirle a mi mama en cosas realmente importantes, por más que lo intente ella se da cuenta y me descubre, así que me mire al espejo, tome aire y ensaye varias frases para decirle que me iba a hacer un trabajo de publicidad al llano. Salí de mi habitación y fui a buscarla a la sala donde estaba hablando por teléfono, esperé a que colgara y le dije:

-mami, necesito que me hagas un favor, este fin de semana tengo que salir de Bogotá a hacer un trabajo en Villavicencio y regreso el martes.

-trabajo de que Laura Daniela? Jueputa! Esas palabras derrumbaron las siguientes frases que debía decirle a mi mama, me puse muy nerviosa y empecé a llorar.

- mi mama, se angustio, se sentó a mi lado y me pregunto que por qué estaba llorando.

No podía con la mentira, así que no se por qué termine contestándole:

-mami, este fin de semana me voy a trabajar a villavo de prepago.

Mi mama se quedó cayada mirándome, no me decía nada.

-mami, pero dime algo.

La verdad estaba preparada para recibir una cachetada y una cátedra de moral, pero mi mama seguía cayada, como si lo que acababa de escuchar la hubiese desconectado de este mundo. De un momento a otro se levantó, arreglo su delantal y me dijo:

-laura, lo único que le pido es que no se vaya a dejar embarazar y menos que le vayan a pegar una enfermedad venérea. Yo no la eduque para que terminara siendo prepago pero tampoco la puedo juzgar, Ud. tiene 23 años y ya es lo suficientemente adulta para tomar sus decisiones.

Al oírla decir eso, no pude contener el llanto y me arrodillé abrazándole las piernas suplicándole que me perdonara. Ella me levanto, me sentó en el sillón y arrodillándose me limpio las lágrimas mientras me decía:

-Laura! Laura, no llore más, no tengo nada que perdonarle, míreme, míreme, deje de llorar y escuche lo que voy a decirle.

Me seque las manos y no sabía si mi mama me estaba tomando del pelo o me estaba hablando en serio, pero ella continúo hablando.

-Laura, está segura de que eso es lo que quiere hacer? No quiero que m diga las razones, solo quiero saber si esta 100% segura que eso es lo que quiere hacer de ahora en adelante, contésteme.

-si mama, estoy segura. Le conteste con voz frágil y avergonzada.

-listo Laura Daniela, si eso es lo que quiere hacer cuente conmigo en las buenas y en las malas, solo le pido que respete esta casa y nunca llegue tomada.

La prueba más difícil la acabada de pasar y a verdad lo último que esperaba era el apoyo de mi mama.

El día del viaje se acercaba y el viernes por la mañana llame a mi amiga, pero oh sorpresa la que me lleve:

-hola Sofía, lista para viajar mañana?

-ay mi Laura, estoy de muerte lenta, anoche me intoxique y ando tirada en la cama vuelta nada, no voy a poder ir.

sentí que un corrientazo me paso desde la cabeza hasta los pies, mil cosas pasaron por mi cabeza, al punto que sentí que mi amiga se estaba burlando de mí.

-y ahora que hacemos?

-como que, ¿qué hacemos? Pues viajar marica! Este negocio no se detiene, si yo no puedo acompañarte no te maniates por eso. Te voy a dar un concejo gratis, trabaja sola, no confíes en nadie y la plata que te ganes en las vueltas consígnala, nunca viajes con más de lo del pasaje y el taxi para tu casa.

-pero yo no conozco a nadie en villavo. Le conteste.

-no te preocupes, cuando llegues a villavo vas a llamar a Raúl, el número es tal, él es un amigo mío, maneja taxi y siempre que estoy en llano él es el que me trastea, no te preocupes que él sabe cómo es la vuelta contigo, yo lo llame esta mañana y te recomendé, le dije que eras una parcerita que quería mucho y que te tratara como una princesa.

Colgamos, me llene de valor y no deje que la situación me amilanara, llame a Raúl, y coordinamos que me recogía en kuarzo, donde paran los buses al llegar a villavo.

Esa noche no dormí, pensando en todo lo que iba a tener que vivir allá, pero iba motivada porque sabía que me iba a venir con el dinero suficiente para empezar a pagar el tren de deudas que me seguía.

El viaje fue normal y me encontré con Raúl tal cual como acordamos, cuando me subí al taxi me hizo la charla preguntándome que en donde trabajaba en Bogotá, le contesté que era mi primera vez y soltó la risa

-es tradición que las novatas se lo den al taxista gratis, me dijo mientras se reía.

-oigan a este! Y quien le dijo que yo venía aquí a culiar gratis, le conteste en forma jocosa.

Raúl soltó la carcajada y me dijo:

-esa es la actitud flaca, aquí le va ir bien, me gustan las peladas que contestan así, demuestran que son verraquitas pa’ este camello.

Llegamos a un sitio que se llamado El Harem, cuando Raúl se estaciono puse cara de asombro.

-llegamos me dijo

-oye Raúl ven, pero yo vengo es de prepago, nunca he trabajado en un sitio de estos.

-fresca mami, no pasa nada. Sofía me pidió que la trajera aquí, ella cuando viene camella en este chuzo y le va bien, relájese que esta es conmigo.

Nos bajamos del taxi y sentí como todos los hombres de los talleres que están en el sector me empezaban a mirar, la verdad no sentí pena, al contrario, me invadía cierto morbo al verlos como se quedaban como perros babeando mientras cruzaba la calle para entrar al local.

Cuando entramos, Raúl me presento al administrador. Gustavo, un paisa con cara de buena gente y de malparido a la vez.

-parce vea, esta es la pelada que me recomendó Sofía.

-mucho gusto, Laura.

-Gustavo, pero todos me dicen paisa. oime pues mami, vos estás aquí es por pagarle un favor que le debo a Sofía, espero que no me vayas a traer problemas con las otras peladas ni con los clientes, si vos sos juiciosa y respetas las reglas vas a hacer billete en forma. Decime, ¿estas embarazada o tienes el periodo?

-no señor!

-nada de señor, déjate de guevonadas que no estamos en una oficina, aquí vinimos fue a putiar, a hacer billete y a pasarla bueno ome!

Todo me temblaba, y sentía que se me ponía la cara roja.

-relájate mi amor, que aquí no comemos gente. Me dijo el paisa

Llamo a carolina, una de las peladas que trabajaba interna para que me llevara a donde me iba a alojar y que cuadrara con ella el tema de precios y normas del local.

Hablando con esta nena me relaje más, almorzamos juntas y como soy buena conversadora nos hicimos “amigas” rápidamente.

Me acepto en su habitación, me ayudó a organizar mis cosas y al ver que la ropa que llevaba no era la más adecuada para trabajar, me ofreció préstame la de ella. Esa tarde hablamos de todo y como a las cinco me dijo:

-bueno mami, mueva ese culo que nos toca empezar arreglarnos.

-me vestí con lo que me presto, una mini falda escocesa de colegiala, top blanco sin brasier, botas negras hasta la rodilla y el infaltable hilo de color blanco. Ella me ayudo a maquillar mientras me daba concejos de cómo tratar a los clientes y decirme e quien confiar y en quien no en el bar, con que mesero se camellaba mejor, etc.

Esa noche a las 7 pm y estaba lista en el salón del bar, me sentí apenada por la forma como estaba vestida pero carolina al notarlo me dijo:

-fresca china, no se me asare, métase un aguardiente para que calme esos nervios.

Carolina era algo así como el hada madrina de las putas, todas la respetaban y a leguas se notaba que era la matrona del sitio.

La noche pasaba y empezaron a llegar los hombres, pero yo no despegaba, ninguno se me acercaba y el que se quedaba viéndome yo le desviaba la mirada.

Carolina estaba con un cliente en una mesa, se dio cuenta de mi situación se acercó, me dio un trago de aguardiente que traía en la mano me dijo:

-bueno perra, cual es la guevonada parcera, aquí vino fue a trabajar no a pasar la noche en blanco, o es que le va a quedar grande esta mierda, la quiero bien perra y viva con los clientes.

No me había terminado de tomar el trago cuando me dijo.

-la quiero ver mosca con ese cliente que acaba de entrar, vaya ofrézcase, yo veré, no me vaya a salir con maricadas que se lo dejo quitar de otra nena.

Me levante, me acomode las tetas y me le fui directo al man que hasta ahora estaba pasando de la puerta. Y sin dejarlo que terminara de entrar le dije:

-amor, me vas a invitar un trago.

El tipo me abrazo por la cintura y me dijo

-hasta dos mi amor que yo aquí vine fue a pasarla bueno.

Jueputa! Había coronado, había roto el hielo, la Laura sana se acaba de levantar su primer cliente.

El tipo era un camionero alto, gordo y calvo que venía viajando desde Puerto Gaitán e iba hasta Medellín, pero que esa noche se quería relajar en villavo, nos sentamos me pidió media de aguardiente, me saco a bailar y empezó restregarme la verga, su olor era la mezcla de sudor y gasolina, sentí que ese olor penetraba por todo mi cuerpo, y en cada vuelta que me daba en la pista yo volteaba a ver a carolina que con la cara me hacía señas que dejara la bobada y que lo sedujera.

Como pude lo convencí que nos sentáramos, pero fue peor, ese hijueputa empezó a manosearme putamente, ahí me di cuenta que debía frenarlo y sacar arrestos sino ese malparido me iba a culiar ahí delante de todos.

-bueno papi, usted está muy tocón, por e mejor no nos vamos al reservado y allá me toca todo lo que quiera…

Empezamos a cuadrar el precio, pero el man retacaba mucho, pedía rebaja sobre rebaja y fuero de eso quería mamada, cuca y culito, le tuve paciencia y lo fui paladeando, paladeando hasta que se relajó y dejo la tocadora, se fue calmando y y era la que dominaba la situación, pero me estaba cometiendo un gran error, me estaba demorando mucho en sacar al cliente, ya llevaba casi una hora con él y no desarrollaba.

Carolina ya había despachado al cliente con el que estaba, y desde la barra me hizo señas que nos veíamos en el baño.

Cuando llegue a baño me empezó a retacar:

-bueno hermana, es que se piensa casar con ese man o qué?

-como así? No entiendo? Y la verdad era esa, no entendía a lo que se refería caro.

-a ver mamita, usted está aquí es camellando no rumbeando con los clientes, la vuelta es breve, le hace pedí media de trago, lo baila dos o tres veces, le propone que se vayan al reservado, si el man se pone difícil, lo va enredando hasta que aflojé, si no afloja; pues breve, se abre de ahí, porque el tipo es un chichipato que solo viene a hacerle perder el tiempo. ¿Me entendió?

-sí, fresca. A este man me lo tiro o me lo tiro.

-eso mamita, así me gusta concentradita. ¿Que vinimos a hacer aquí?

-plata! Le conteste.

-eso me gusta mami, la tiene, pero clara.

-ahora mueva ese culo y tírese ese man. ¿Yo veré no?

Me regresé decidida a tirarme al camionero, al llegar a la mesa, serví dos tragos grandes para terminarle el poquito de aguardiente que quedaba en la botella, me senté y le dije:

-ay papi, me tengo que ir, hay unos clientes que me quieren llevar para la mesa de ellos. La verdad yo quiero que estemos juntos bien rico en el reservado, pero Ud. no se decide.

Cuando me estaba levantando para irme me tomo de la mano y me sentó diciéndome:

-bueno flaca hágale, pero tengo tanto, Ud. vera?

-no papi gracias, de verdad me gustaría irme con Ud. por esa plata, pero no aguanta, súbale un poco más y nos vamos de una.

Nos demoramos cinco minutos más hasta que acordamos el precio, nos levantamos de la mesa y nos fuimos directo al reservado. Al entrar la camarera me pregunto:

-cuál es su nombre mami?

Nombre? Cual nombre pensé mentalmente. La camarera se dio cuenta que era nueva y me susurro a la oreja:

-todas las peladas aquí tienen un nombre.

No tuve tiempo de pensarlo y contesté rápidamente:

-Andrea. ¡Mi nombre es Andrea!

Entramos al reservado, el camionero se botó en la cama cual cerdo, no se quitó la camisa, sino que se la desapunto dejando ver su obesa barriga. Por mi parte me fui quitando la ropa sin nada de sensualidad ya que es más erótico un planazo en el culo que ver a ese man ahí echado.

Le puse el preservativo, lo masturbe un poco y tan pronto vi la erección me le senté encima, empecé a moverme despacio, mientras veía como gomia el tipo, pasaron tal vez 10 minutos en esa posición que se me hizo eterna, pero debía actuar rápido para que no se me amañara ahí, así que empecé a moverme más rápido, cuando sentí que el tipo se vino. Por fin pensé para mi; me levante y toque el timbre en señal que en esta habitación habíamos terminar, y como buena dama y para hacerlo sentir bien le dije al tipo que era un polvito rico, me contesto:

-eso me dicen todas las viejas.

Casi me cago de la risa de escuchar a este gordo marica decir eso, recogí mis cosas entre al baño me duche y me organice nuevamente.

Salimos del reservado y el hombre quería que me quedara con la toda la noche bailando con él, como pude le saque el culo explicándole que no podía, que los manes de tal mesa ya me habían reservado cuando estábamos culiando.

Carolina me llevo a la mesa donde estaba con unos nuevos clientes, muy distintos a mi primer cliente, estos eran dos mansitos de papi y mami, bien arregladitos, olían delicioso y físicamente estaban buenísimos en especial el que me sentó al lado.

Mientras hablaban mierda entre ellos, carolina me pregunto:

-marica como le fue?

-la verdad fue breve, pensaba que no iba a poder, pero cuando cruce la puerta solo pensaba en sacar al man rápido para volver a salón por otro cliente.

-marica a Ud. le va ir bien en este negocio, porque es sin asco pa’ los tipos con tal de hacer plata!

villavo69

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Categoria: Hetero: Primera vez
Fecha de Publicación: 2016-02-19 13:01:47
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1 Comentario

poco creible....Primero hablo que tenia un Mazda...y se van para Villao en flota desde la terminal.....

2016-02-19 13:36:18