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Montando A Mi Primo

Esa noche en mi casa no fue la última vez que lo hicimos, cada paseo, cada amanecida juntos aprovechábamos para tener sexo, mi primo definitivamente era todo un semental, no sabría si era debido al deporte o simplemente aguantaba mucho, pero me encantaba tener sexo con él, siempre se nos daban las cosas, o quedábamos solos o todos dormían en sus respectivos cuartos a puerta cerrada pero puedo decir que no perdonábamos amanecida.

En uno de los tantos paseos familiares, estuvimos en un lugar llamado La Florida, en Zopetrán, Antioquia, había pasado un día desde que llegamos allí, y decidimos salir a montar bicicleta por el lugar, pues en la noche aunque teníamos muchas ganas no podíamos hacer nada, la cabaña tenía muchas camas pero pocas habitaciones por tanto nuestras ganas de comernos casi que nos delataban. Luego de montar por cerca de media hora en carretera destapada decidimos parar bajo la sombra de un árbol a refrescarnos y esperar que pasara el sol de medio día, ya recostados sobre la manga comencé a acariciar su verga por encima de la pantaloneta, no aguantaba las ganas, quería saborearlo y sentir sus líquidos pre seminales, su olor, su sabor, deseaba poder comerme esa deliciosa verga, él se quitó la camisa y dejo ver su perfecto cuerpo, se estiro y dejo su cabeza hacia atrás, permitiéndose disfrutar cada roce de mis dedos con su piel, mi mano atrevidamente paso por debajo de su pantaloneta, descubriendo lo que para mí fue el paraíso, no traía bóxer, pareciera que ya supiera que pasaría, agarre fuerte su verga, mi dedo gordo acariciaba su glande mientras se empapaba de sus jugos, saque mi mano, chupe mi dedo, y lo bese, sus labios son deliciosos, carnosos en su medida perfecta, sentir su lengua jugando en mi boca calentó aún más el momento, con mi mano saque su verga, el ayudo a quitarse la pantaloneta y quedar casi que desnudo, aún tenía mi ropa, hábilmente me quito la camisa, y cogió mi verga por encima de mi pantaloneta con una lujuria poco conocida para mí, poco pensábamos en que podíamos ser vistos, solo disfrutábamos nuestros cuerpos, quito mi pantaloneta arrastrándola con el bóxer, chupo sus dedos y comenzó a masturbarme, sentía cada movimiento de su mano, lo agarraba fuerte buscando no dejarlo ir, la calentura era tal que disfrutábamos los besos más de lo acostumbrado, deje de besarlo, gire mi cuerpo y comencé a chuparle la verga suavemente, el quedo con mi culo a su disposición, al principio solo cogía mi cabeza buscando meterme toda su verga, quería sentir como rebotaba contra mi garganta, luego de jugar con mi cabeza, haciendo que me lo tragara todo se dedicó a mi culito, sentí un primer corrientazo, pasaba sus dedos humedecidos por mi ano, mientras hacía presión poco a poco para dilatarme sin arruinar el momento, sin darme cuenta ya tenía dos dedos dentro de mí, me encantaba sentir como los metía, alternaba entre movimientos suaves y momentos de total lujuria y brusquedad, ya el dolor que por lo general se siente al principio había desaparecido, sentir su verga llenar mi boca y sus dedos mi culo me tenían al borde de una corrida, deje su verga perfectamente lubricada para abrir lo que faltaba de mi culo, me recompuse, el me paro enfrente de él, bajo mi pantaloneta y mi bóxer y comenzó a chupármela se la tragaba toda, y alternaba con sus manos, con la una me masturbaba y la otra seguía en mi culo, me separe para sentarme sobre el, mis dedos entraron en su boca, luego fueron a su verga para lubricarla una última vez, acaricie su verga, y sin pensarlo dos veces me senté sobre el dejando toda su virilidad dentro de mí, sentir su calor, su palpitar me hizo extasiar, deje caer mi cuerpo sobre sus piernas, sentía su verga rozar el interior de mi culo, comencé a moverme en forma circular, el mientras tanto me masturbaba, y cogía mi cuello, sentir su piel me tenía a mil, me levanto y comenzó a clavarme duro, me hacía brincar sobre el, al rato de tenerme así se cansó, y se quedó quieto un rato, yo, seguía cabalgándolo como la mejor de las putas, deseaba sentir su leche escurrir por mis piernas, no quería parar hasta no lograrlo, me recosté de nuevo para continuar con mis movimientos de cadera, pero mi primo quería tener el control, me hizo parar contra el árbol y ponerme en cuatro, le saque lo más que pude mi culo y el gustoso lo clavo con todas sus ganas, sentir las guevas de un man rebotando sobre mí siempre me ha fascinado, y más aún si este man era mi primo, su ritmo estaba aumentando, comenzó a pegarme en el culo y a tratarme como su perra, cogía mi cabello y halaba, mis manos buscaban afanosamente sus piernas quería sentir su cuerpo tensionado, de repente paro su vaivén y sentí su leche llenar mi culo, un calor indescriptible, su palpitar impulso el mío, por la posición en la que estaba mi leche cayó sobre mi rostro, tantas ganas reprimidas causan este tipo de accidentes, accidente que mi primo aprochevo para lamer mi mentón y luego besarme, saboreamos mis jugos, los tragamos y terminamos con nuestro beso. Cogimos nuestras cosas, las amarramos en la bicicleta y caminamos un rato desnudos mientras la leche de mi primo caía por mis piernas… nos acercábamos al bullicio de la carretera principal, nos vestimos para llegar a la cabaña y continuar nuestras vidas como si nada, claro, hasta que en otra ocasión me follaran.

sanbisex-

Soy hombre bisexual

visitas: 654
Categoria: Gay
Fecha de Publicación: 2016-03-15 00:41:47
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