Al parque donde voy realizar actividad física de forma regular siempre veía una pareja de muchachos que trotaban y por sus maneras me di que era pareja de homosexuales. Un día charlamos sobre el tema de perros peligrosos en el parque, me parecieron gente muy decente. Seguimos charlando esporádicamente, otro día sobre masajes .Manifestaron que Claudio alzaba pesas y era fisioterapeuta. Efectivamente extrajo de una pequeña cartera un aceite ya que le dije que me dolían los músculos gemelos. Me recosté sobre la grama y me sobo de forma algo sensual. Luego otro día fui invitado a su vivienda a pocas cuadras del parque donde tenían equipo de pesas, un pequeño gimnasio. Claudio me propuso que me recostara para darme masaje en la espalda lo cual fue maravilloso por lo experto de sus manos .Al voltearme bocarriba empezó a frotar piernas y vientre lo cual la verdad hizo que una erección se notara sin poder evitarlo. Fue algo embarazoso yo le daba orden mental a mi pene para que se quedara quieto lo cual ocurrió después de unos dos minutos. Los jóvenes estaban algo nervioso y reían.
Así termino el masaje le pregunte cuanto le debía, a lo cual me dijo que era una atención, Le dije que le iba a comentar a mi esposa para que le realizara masaje parecido pues ella lo necesitaba. Claudio accedió para el otro día en la mañana. Una vez en el lugar mí esposa se recostó en la camilla, había música suave con olor de esencias de las velas que ardían a un costado de la habitación. Tomo aceite entre sus dedos y comenzó a practicarle el masaje. Se veía a mi esposa disfrutar de las manos de Claudio. Una vez término con ella siguió mi turno. Al igual que el día anterior se me puso duro el pene, pero Claudio esta vez fue más atrevido y sobre el bóxer me acaricio, mi esposa miro sin sorprenderse. Una vez el introdujo la mano acariciándome, de forma sutil se la retire. Les comente a los dos una curiosidad que tenía sobre si podían intimar con una mujer, a lo cual me dieron a entender que sí, que también le hacían. Les insinué que si a mi esposa a lo cual ella me dijo que como así, que mejor si tenía ganas estuviera con ellos. Les voy a hacer una propuesta agregue: estoy con Uds. pero si lo hacen con ella. Todos soltamos la risa, Claudio me dijo venga papito que eso es lo de menos me gustan así velludos yo deje que se me acercara, comenzó a me, acto seguido me besaba los testículos y succionaba el pene. MI esposa aun en bata miraba la escena algo excitada, en ese momento se le acerco el otro muchacho despojándola de la bata, para luego frotarle los senos y piernas. Ella no lo rechazo pues entre la pantaloneta se le notaba el bulto pronunciado. La recostó en el sillón mientras Claudio me besaba frenéticamente mi herramienta yo solo miraba para el sillón donde mi esposa ya sin brasear ni pantys yacía sobre el sillón a merced de un desconocido. Esto me puso más caliente y aún más cuando vi la cabeza del muchacho entre las piernas de mi esposa. Al ver que ella estaba ocupada me incorpore de la camilla con el pene tan tieso que amenazaba con arrancarme los testículos. Aunque dude un poco le pregunte sobre condón de forma suave a Claudio. Él se puSo en cuatro sobre la alfombra, en ese momento, observe que mi mujer estaba recibiendo .,en la pose del perrito las embestidas del compañero de Claudio. Ya sin dudarlo lo penetre una vez él se había colocado un gel que tenía en la gaveta. Mi esposa quejándose y sus senos se bamboleaban raudos para los lados, hizo que derramara dentro de Claudio, Igualmente vi la aceleración con que mi mujer recibía el castigo diciendo que rico que rico, lo cual me helaba el estómago, de pronto se quedaron quietos, él se incorpora y mi esposa me mira algo avergonzada pero le sonreí. Terminada la faena nos despedimos y hasta la fecha no hemos repetido nuevamente esta experiencia.