Una noche de fiesta como cualquier otra, ella jugaba con mi pierna al ritmo de la música, Cerati, el humo y el licor fomentaban mi lujuria, el susurro de su voz en mi oído hacían inevitable mi erección la cual noto y disfruto.
Al volver del baño, note en sus labios su sonrisa excitada, y detrás de ella la razón, su amiga Ana. Después de un rato decidimos terminar la noche en mi finca, tras romper el hielo inspirados por licor decidimos empezar nuestros juegos en el agua, ni el frio de las 3 am bajó la temperatura, con tranquilidad observe como se besaban y un ritmo lento completaba tal escena.. mi pene quería estallar y solo en el momento adecuado decidí actuar, penetre sus vaginas delirantes de pasión calientes, suaves....
La fema continuo con intercambios lentos y agresivos hasta caer exhaustos.