mi esposa Adriana, es una mujer muy atractiva y sexual, es comprensible que los compañeros de trabajo y en general los hombres que la miran, se sientan atraídos por su belleza y deseen tener sexo con ella.

hace un mes, un hermano de ella, la invito a una fiesta que realizaban los compañeros del club de futbol donde el entrena regularmente, por cuestiones de mi trabajo, no pude acompañarla, pero como iba con el hermano acepte que fuera sin problema.

la fiesta aunque no era de gala si debían ir en ropa formal, Adriana se llevo un hermoso vestido azul, que exaltaba sus naturales atributos físicos, cuando mi cuñado la recogió venia con dos compañeros, como uno de ellos iba en el asiento delantero, Adriana sin problema subió en la parte de atrás con el otro amigo, después de las presentaciones, se fueron conversando mientras escuchaban algo de música, como era de esperar, Camilo, que iba junto a ella en el asiento de atrás  Andrés en el puesto de adelante, estaban muy interesados en conversar con ella, sobraban las miradas indiscretas, pues con ese vestido y sentada, sus hermosas piernas eran toda una tentación, sin dejar de lado el resto de su bella figura.

ya en la fiesta, Adriana fue presentada con todos los miembros del club, era evidente que estaban fascinados con ella, después de algunos protocolos, terminaron nombrándola, la madrina del equipo, la fiesta en firme comenzó a eso de las 10 de la noche, desde la primera canción, Adriana no descanso un minuto, todos la sacaban a bailar y aunque algunos eran muy discretos, otros eran más lanzados y le decían muchas cosas para alagarla y hacerle entender que estaba muy rica.

ella bailaba igual con todos, pero como era natural, había un par de ellos que le atraían y con los que bailaba más seguido, uno de ellos era Camilo, desde que se subió al carro, le simpatizó bastante y sin duda ella a él igual, el otro se llamaba Tobías, pero todos le decían Toby, era el arquero del equipo, alto trigueño y atlético, era el más calmado de los dos, ya que Camilo, no perdía oportunidad para demostrarle a Adriana cuanto le gustaba, su temperamento era más alegre y extrovertido, la noche fue transcurriendo y entre copas y baile, la confianza también crecía entre los 3.

el salón quedaba en un segundo piso y en la parte de enfrente, tenía un amplio balcón que ofrecía una hermosa vista a una zona verde con árboles y unas luminarias que aunque tenues, le daban un encanto especial, a eso de las 2 de la mañana, ya un poco cansados por el baile y las actividades lúdicas que desarrollaron, además de haber tomado de pronto un poquito más de la cuenta, Adriana salió al balcón a tomar un poco de aire fresco, estaba un poco mareada por el licor y quería despejarse, de repente, sintió que alguien la abrasaba por atrás, cuando volteó a mirar, era Camilo que muy sonriente le dijo al oído mientras rodeaba su cintura con sus brazos, que haces aquí tan solita,  tomando un poco de aire fresco, respondió ella mientras inspiró profundo, el muy intuitivo le dijo, si la verdad adentro está un poco pesado el ambiente, sabes que me gustaría mucho?, que, dijo ella con voz tenue, que diéramos un paseo por ese hermoso jardín, me encanta la naturaleza y contigo seria una experiencia deliciosa, ella sonrió y le respondió, bueno, pero te portas bien, él no dijo nada, la tomó de la mano y discretamente, bajaron por una escalera lateral.

ya en el jardín, caminaron despreocupadamente unos minutos, Adriana hizo un ademan de tener frio, por lo que Camilo se quitó la chaqueta y se la colocó para abrigarla, huy está calientita, dijo ella, si, tiene el calor de mi cuerpo, que rico que te guste, respondió él mientras la abrazaba suavemente, cuando llegaron a un pequeño túnel hecho con enredaderas, justo en la mitad del mismo, Camilo se detuvo y colocándose frente a Adriana le dijo, linda, espero no te moleste lo que te voy a decir, pero desde que te subiste al carro de tu hermano, me flechaste, eres tan hermosa, tan sensual, con ese cuerpazo y esos labios tan divinos, me tienes completamente fascinado, ella lo miró sorprendida y le dijo, no seas loco, sabes que soy casada, él respondió, si lo sé y tal vez ese es uno de tus mayores encantos, Adriana, estoy loco de deseo por ti, en ese momento el la abrazó por la cintura pegándose a ella totalmente, la miró fijamente a los ojos y le dijo, mi amor, te gusto lo suficiente como para darme un besito?, ella calló mientras sonreía sutilmente, el replicó, no te gusto ni siquiera un poquito, entonces Adriana contestó, no es eso, si me pareces muy atractivo y lindo, pero te repito, soy casada y no quiero involucrarme con nadie, con el rostro muy cerca al de ella susurró, no quiero que seas mi amante, aunque daría cualquier cosa porque así fuera, solo quiero un poquito de esa maravillosa mujersota que eres, Adriana sonrió y dijo, ah sí? y cuál es ese poquito que tanto quieres de mi, en ese momento Camilo la abrazó fuerte y sin decir nada, la beso desaforadamente, ella intento infructuosamente zafarse, sus brazos la tenían indefensa y esa forma tan apasionada de besar, terminó por rendirla y corresponderle completamente, las manos de él se deslizaban una y otra vez por la espalda de Adriana mientras las de ella estaban apoyadas en sus hombros, el dejo de besarla unos segundo para decirle, abrázame fuerte nena, volvió a besarla con un desenfreno loco, ella lo abrazo con firmeza, los dos se besaban muy apasionadamente, sus cuerpos estaban estrechamente unidos, la boca de Camilo, buscó ansiosamente el cuello de Adriana, que sin duda estaba muy excitada, la respiración agitada de ella contrastaba con los movimientos frenéticos de él, entonces en un momento que él se coloco frente a ella le dijo, mi amor, me tienes loco de placer, puedes notarlo?, ella respondió jadeante, claro que lo noto, eres un loco arrecho, el sonrió y dijo, dime que tu también estas mojadita, Adriana lo miró a los ojos y respondió agitada, por supuesto que sí, en ese momento fue ella quien lo beso intensamente, entonces, las manos de Camilo se deslizaron de la espalda a las nalgas de Adriana, las apretó repetidas veces con fuerza, ella no intentó impedírselo en lo más mínimo, por el contrario, disfrutaba plenamente el tener su pubis muy pegado a ese prominente bulto que él tenía entre sus piernas, lentamente, el vestido de Adriana  era desplazado hacia su cintura por las manos ansiosas de Camilo, la complicidad que les brindaba ese pequeño y casi en penumbras túnel de enredaderas no podía ser más apropiada, no pasaron muchos segundos, antes de que él bajara sus medias casi a mitad de muslo y arrodillándose frente a ella, pegara su boca como una ventosa en su voluptuosa vagina por encima de su diminuto hilo blanco, su lengua buscaba con avidez meterse bajo el para encontrar ese clítoris endurecido por la tremenda excitación que ella tenía, un par de minutos pasaron y él se puso de pie, bajando apresuradamente su pantalón y empujando a Adriana hacia abajo, su miembro viril, robusto y bien formado, quedó a merced de las ansiosa boda de Adriana, que no desperdició ni un segundo para tragárselo por completo, si hay algo que ella haga muy bien, es mamar una verga, tiene el toque exacto para enloquecer a cualquier macho.

solo unos minutos pasaron y él la tomó por los brazos, la puso de pie y luego de colocarse atrás de ella, la hizo inclinarse hacia adelante, de inmediato la tomó por las caderas y sin darle tregua, la penetro profundamente, un fuerte gemino salió de la garganta de mi esposa, que disfrutaba de esa verga como toda una zorra, en medio de esa tremenda euforia, Camilo desgarro el pequeño hilo de Adriana, sus arremetidas eran violentas y hasta el fondo, no paso mucho tiempo antes de que la verga de ese desaforado macho, buscara el culito de Adriana, con suavidad pero con ímpetu, la penetro despacio hasta hacer desaparecer todo ese magnífico miembro entre sus preciosas nalgas, ese fue un momento intenso para ella, pues le encanta que una buena verga le folle ese delicioso culo, los movimientos de él cada vez más rápidos, desencadenaron un orgasmo muy intenso en él, su verga se hundió hasta lo más profundo, descargando dentro, todo ese torrente de semen,  hasta allí, todo estuvo estupendo, excepto porque Adriana no pudo terminar, sin embargo ella no dijo nada, se compusieron rápidamente, Camilo reclamó como trofeo el hilo desgarrado de Adriana, ella no tuvo más remedio que dejarse así sin pantis.

de vuelta al salón, ya casi todos se habían marchado, eran casi las 3 de la madrugada, mi cuñado estaba lidiando con 3 amigos que estaban bastante tomados, entonces le dijo a Adriana que lo esperara mientras él los llevaba a sus casas, ella acepto, Camilo por estar en sano juicio se ofreció a ayudarlo y como pudieron los llevaron al carro.

Adriana se sentó a meditar en lo que acababa de ocurrir y estando en eso, salió de uno de los baños Toby que se extraño de verla ahí sola, se acercó y con su característica caballerosidad le dijo, que pasó, porque estas acá solita, ella le explicó, entonces él le dijo, pues yo ya voy de salida, si te parece te llevo a casa, ya no demora en llegar el taxi, ella titubeo un poco, pero ante tan gentil invitación accedió, llamó de inmediato a mi cuñado y le comento, el no puso objeción y los dos salieron.

ya en camino y mientras conversaban animadamente, él le comento que tenía una hermana que comercializaba lencería y ropa femenina, que Vivian juntos pero ella la pasaba viajando, como era natural, a Adriana le llamó mucho la atención, me gustaría verla, me encanta la buena lencería, entonces él le dijo, vale, si no estás muy cansada vamos y la miras, ella no está pero igual puedo mostrártela, ella titubeo un poco y dijo, no está como muy tarde?, él la miro sonriente y respondió, por mi no hay problema, la miras y luego te llevo a tu casa.

unos minutos después, ya en casa de Toby, después de preparar un sabroso tinto, el se disculpo y subió a la habitación a ponerse algo de ropa más cómoda, al momento bajó en camiseta y un  pantalón de sudadera blanco, Adriana no pudo evitar sorprenderse gratamente al verlo vestido así, acto seguido, se dirigieron a una pequeña habitación, donde la hermana de Toby tenía toda la mercancía, Adriana comenzó a ojear los catálogos y quedó fascinada con la ropa tan linda que allí tenían, después de comentarle a Toby sobre los modelos que más le habían impactado, este le dijo muy caballerosamente, oye, si no es imprudente de mi parte, quiero obsequiarte esos pantis y el brasier que tanto te gustaron, ella se sonrojo un poco y respondió, no por favor, yo te los compro, están divinos, el insistió hasta que por fin ella accedió, entonces Toby le dijo muy educadamente, sabes que me encantaría si no te incomoda, ella lo miro intrigada y dijo, fresco dime, me gustaría vértelos puestos, si quieres solo te tomas una foto y luego me la dejas ver cuando ya te hayas cambiado, ella quedó un poco desconcertada, pero ante tanta caballerosidad y además tomando en cuenta que Toby estaba muy bien físicamente para su gusto, accedió, entonces él la invito a que se cambiara en su alcoba ya que allí estaría más cómoda, pasaron unos minutos desde que ella entró en la habitación, Toby la esperaba fuera para ver a tan ansiada foto, entonces de repente, ella dijo desde dentro, ya puedes pasar, él un poco extrañado, abrió la puerta y ooohhh!! sorpresa, ahí estaba Adriana con un hermoso conjunto de brasier y panti blancos, la cara de sorpresa de Toby fue muy grande, solo dijo waaoo, te ves divina, que tremendo cuerpazo tienes, te gusta? preguntó ella mientras daba una vueltica muy sensual, él aún atónito dijo, eres espectacular, ese color te queda de maravilla, ya un poquito repuesto de la sorpresa, se acerco más a ella y mirándola detenidamente comentó, en verdad te luce súper bien, en un instante, los dos muy cerca, se miraron a los ojos, ninguno se atrevía a decir nada, pero sus mirada hablaban muy elocuentemente, Adriana se mordió los labios, muy lentamente y sin dejar de mirarse a los ojos, sus rostros se fueron acercando, sus respiraciones se confundían, como si se tratara de una escena de amor al más clásico estilo, muy lentamente se abrazaron y sus labios de una forma pausada, se acercaron hasta unirse en un beso suave y pleno de romanticismo, el contraste con la desenfrenada pasion de Camilo era muy grande,