Eran las 8:00pm de ese viernes, estaba en mi casa llorando como Magdalena después de haber encontrado a mi novio Andrés con otra mujer en su apartamento, no podía creer lo que había pasado, fue algo duro para mi, así que como toda mujer decidí llamar a Luisa mi amiga para contarle lo que había pasado, ella me dijo que no llorara por eso, que yo era una mujer hermosa y que no debía sufrir por quien no lo merecía, que me preparará, porque ya iba para mi casa, para que salieramos y con una buena rumba se me pasará el mal de amor (para Luisa todo se soluciona con una buena rumba jaja) yo la verdad no tenía ánimos de salir, sólo quería desahogarme llorando, pero después de muchos regaños y mucho insistir acepté ir con ella a una discoteca. Luisa llegó en poco tiempo, decidimos que nos alistariamos en mi casa y así fue, ella se puso un conjunto de brasier e hilo negros de encaje, un pantalón negro en cuerina señido al cuerpo, una blusa lila ombliguera pero sueltesita y unos tacones negros, yo preferí un vestido rojo corto, de amarrar en el cuello y con escote en v que dejaba ver mis grandes y parados senos (soy talla 38, naturales, parados gracias al ejercicio y al hielo)no usé brasier ya que el vestido no lo permitía, unos pantis  rojos de encaje y unos tacones negros, quedamos muy sexys, todas unas reinas, salimos de la casa y tomamos un taxi, las miradas no se demoraron, el taxista clavó su mirada en la cola de Luisa (tiene una cola divina) Y por supuesto en mi atrevido escote, subimos y nos llevo a nuestro destino. Cuando llegamos a la discoteca el taxista nos dijo que con mucho gusto nos acompañaba, nosotras sólo soltamos una carcajada y nos fuimos, la discoteca estaba bastante llena, nos sentamos en una mesa al fondo, pero yo no podía parar de pensar en lo que había ocurrido  horas antes, Andrés y otra mujer, esa imagen rodeaba mi cabeza, solté una lágrima y Luisa me dijo que no pensará en eso que disfrutará la noche, pedimos un par de micheladas para alentarnos y luego media de guaro antioqueño, mas o menos una hora después que nosotras llegamos, llegaron dos tipos divinos, se sentaron en la mesa del lado. -Manu, mira ese par de cosotas que están al lado de nosotras *Están como buenos -Como oigan a esta, están buenos del todo *Esta si es alborotada -A que no es capaz de ir a saludar *Oigan pues, que pena, si tiene muchas ganas vaya usted. -Hagale pues, pero que me da *Le doy 50.000 si va y saca a bailar a uno de ellos, pero sólo si sale a bailar -De una, se fue La loca esa fue y sacó a uno, Johan, un hombre alto, de piel Blanca, cabello claro y ojos miel, muy guapo, el otro chico Alejandro, tambien alto, piel triqueña, ojos café oscuro, cabello negro y acuerpado, se leY notaba que hacia ejercicio, se me acerco y me saludó, yo le correspondí, ^Hola, mucho gusto Alejandro *Hola, un placer Alejandro, me llamó Manuela ^Te molesta si me siento contigo *No claro que no Se sentó a mi lado y comenzamos a charlar de muchas cosas, me invito a bailar varias veces, me hacía cumplidos que me hacían sonrojar, Luisa y Johan ya se habían dado varios besos pero Alejo y yo no, hasta que durante una bachata me dijo que no podía dejar de desear mis labios que se moría de ganas de besarme, yo sonreí de forma pícara y el se me lanzó y me dio un beso espectacular, ya Andrés no ocupaba mi mente, sólo pensaba en que si así besaba, como sería teniendo sexo, me comencé a excitar y sentí como mi chochito se mojaba, la canción terminó y nos fuimos a sentar. A las 3:00am cerraron la discoteca, no queríamos despedirnos y habíamos quedado iniciados, asi que decidimos ir a mi casa de remate, compramos algunas cervezas y guaro, fuimos a mi casa y pusimos música, la calentura no se demoró mucho en hacer efecto, Luisa y Johan se fueron para el cuarto de huéspedes y se podía escuchar los gemidos de Luisa, Alejo y yo sólo reíamos, por un momento paro todo, pareciera que ellos hubieran acabado y Alejo y yo nos quedamos en un silencio algo incómodo. Alejo se me acerco y empezó a besarme, puso su mano en mi pierna y comenzó a subir poco a poco, yo sólo lo besaba más y más apasionado, jugábamos con nuestras lenguas, mordida mi labio inferior, mientras con su mano subía poco a poco hasta llegar a mi chochito, que se estaba mojando, puse mi mamo en su pantalón y pude sentir su verga erecta, estaba rica, deseaba con ansias poder cabalgarlo, nos levantamos del sofá y el me cargó, enrede mis piernas e  su espalda mientras nos besabamos, camino hasta mi cuarto y allí me bajo, sin mucha demora me quitó el vestido y ahí estaban, ese par de tetas sólo para el, para que les hiciera lo que quisiera, comenzó a besarla de tal forma que me hacía estremecer, les daba mordiscos suaves, estaba encantado con ellas, yo le quite la camisa y desabroche su pantalón en busca de esa verga erecta que ya habían sentido mis manos, le quite el pantalón y los boxer, se dejo caer sobre la cama y ahí comencé a mamarle la verga, una verga rica, gruesa, de unos 18 o 19 cm de larga, se la chupaba con muchas ganas porque me encanta mamar, se puede decir que lo hago bastante bien, podía escuchar sus quejidos, como se estremecia cuando yo la chupaba, chupaba sus bolas, su glande, toda la verga la chupe, traté de tragarmela toda pero no lo conseguí, el lo disfrutaba y eso me exitaba más, el se levantó y me empujó sobre la cama con brusquedad, eso me prendio mas, me encanta cuando hacen eso, bajo mis pantis y vio mi chochito peladito (ese día en la mañana me había depilado el chochito para estar con Andrés, pero el que se lo iba a comer era otro) me abrió las piernas y clavó su cara en mi cosita, comenzó a chuparla tan rico que yo sólo gemia, se me Olvidó por completo que no estabamos solos en la casa, yo sólo estaba disfrutando de como me chupaba la cuca, jugaba con mi clítoris, movía su lengua de arriba abajo, metía su lengua y sus dedos en mi hoyito y los movia rico adentro, me chupaba y me masturbaba, su objetivo era hacerme llegar al orgasmo y lo logró, poco tiempo después mis piernas comenzaron a temblar, mi espalda a doblarse y el con más ganas movía sus dedos y su lengua, solté un grito tan fuerte que sólo podía expresar que había llegado a mi orgasmo y que orgasmo, me levante y lo bese, le pedí que se acostara, era su tiempo de gozar, de nuevo le chupe su verga, para que se le parara de nuevo, cuando estuvo completamente erecta, comencé a cabalgarlo, me movía rápido, de adelante hacia atrás, saltaba sobre su verga, rápido y lento, el me daba nalgadas, que me ecxitaban más, yo gemia y gritaba con fuerza, el también se quejaba, le gustaba lo que yo hacia, me besaba, me daba más y más nalgadas, yo con más ganas me movía, le cabalgaba como toda una profesional, comencé a sentir como mi cuerpo se comenzaba a erizar, entendí que pronto llegaría a mi segundo orgasmo de esa Noche, cabalgue más rápido y sentí un corrientazo por todo mi cuerpo, un gemido de placer salió de mi y el sólo me miró y sonrió, me bajo de encima de él e hicimos la pose del pollo asado, comenzó a darme duro, rápido, me hacía gritar, sentía esa Verga rica entrando y saliendo con fuerza, entre yo más gritaba el más duro me daba, parece que le gustaba escucharme, era el mejor sexo que había tenido hasta entonces, paro y me puso en 4, de mis poses favoritas, empezó suave y cuando comenzó a acelerar le hice señas de que me jalara el cabello el lo hizo sin problema alguno y comenzó darme como a rata en balde, duro como me gusta, tan duro que me haga gritar, sentía esa Verga tan rica dándome duro, yo más gritaba y yo misma me daba nalgadas, el también lo hacía, nalgadas fuertes, me daba rápido y duro, me fascinaba lo que estaba sintiendo, me avisó que ya casi iba a terminar, le pedí que me diera su leche, que a mi me gustaba tragarla, el lo hizo, me arrodiye en el suelo y comenzó a masturbarse, poco tiempo después sentí como su lechita caliente caía sobre mi boca y mi cara, la trague y limpie los residuos de semen que habían en su verga con mi lengua, le sonreí y me sonrió, me dio un beso y nos acostamos en la cama, me dijo que le había gustado mucho el sexo conmigo, que era una mujer maravillosa en la cama, que le encantaría repetirlo en otra ocasión, yo por supuesto le dije que si, nos vestimos, yo me puse una pijama de short a media nalga blanco con una camisa suelta Blanca también, no me puse ni panti ni brasier, y a el le pase una pantaloneta que era de Andrés, salimos del cuarto y ahí estaban Luisa y Johan tomando cerveza, nos sentamos junto a ellos y comenzamos a hablar más, después nos fuimos a dormir, Johan durmió con Luisa y Alejo conmigo. A la mañana siguiente luisa y yo hicimos el desayuno mientras ellos aún dormian, hablamos de lo bien que la pasamos, nos divertimos mucho con esos dos muchachos y ya mi despecho había pasado gracia a Alejo, ellos se despertaron después, desayunamos y ellos se fueron, quedamos en que en la tarde saldríamos de nuevo. Fue una experiencia muy buena, Alejo y yo todavía nos seguimos viendo, seguimos saliendo y seguimos teniendo sexo, pero esas otras experiencias se las cuento en otros relatos... Gracias por leer