Entre chats y chats di con este personaje, Camilo, comenzó al igual que todos, indagando sobre gustos en la cama, que el tamaño de la verga y que tan bueno tenía el culo, resulto que vivíamos relativamente cerca, nos enviamos fotos, de entrada recibo la imagen de una deliciosa y gruesa verga, ya con eso tenía ganas de sentirla adentro, y para rematar un piercing que me permitiría jugar con una buena mamada, le envié dos fotos de mi culo, puede que no sea muy grande pero al menos provocativo si ha sido, y debo aceptar que procuro moverlo rico. El día que hablamos no se pudo dar el encuentro, pues aunque él tenía donde clavarme yo me encontraba laborando, al final de esa semana vi la oportunidad de quedarme solo durante 30 minutos, no dude en llamarlo, para mi fortuna y la de mi culo, Camilo no se encontraba ocupado, y de inmediato subió a mi casa. Pasados 5 minutos sonó el teléfono, era el portero anunciando su llegada; abrí la puerta, un saludo rutinario y comenzamos a quitarnos el pantalón, anteriormente había decidido recibirlo solo con el jean, por tanto quedaría mi culo expuesto rápidamente para él, desabroche su pantalón, baje su bóxer y aun sin pararse esta verga ya era de por si gruesa, comencé a chuparla y lamerla, mientras que la masturbaba, jugaba con su piercing, en este caso no se realmente como lo hice pues era primera vez con una verga decorada, pero me encanto, ya comenzaba a aumentar su tamaño y se hacía sentir en mi boca, cada vez debía esforzarme más para que el fondo de mi garganta sintiera su glande, y el ancho de mi boca se llenaba más; Camilo me hizo parar, y apoyarme sobre el sofá en cuatro, me bajo el jean del todo, abrió mi culo, y comenzó a chupármelo como quizás nadie lo ha hecho, le encantaba hacerlo, se sentía delicioso cada paso de su lengua por mi ano, sentir su lengua subir desde mis guevas y jugar luego en mi ano era casi como llegar al éxtasis, su barba que apenas asomaba me indicaba que me estaba comiendo todo un macho, abría mi culo para poder meter más al fondo su lengua, me gire para seguir deleitándome con su verga, de repente el timbre sonó, con susto pero la excitación de ser descubiertos me asome a ver quién llegaba, afortunadamente pude hacer caso omiso al visitante inesperado, sin embargo subimos a mi habitación para continuar con mi mamada, se le había caído un poco por el susto pero se paró al percibir el calor de mi boca, con cada embestida de mi cabeza sentía como se excitaba aquel macho que pronto me clavaria; ya con su verga lista me puso en cuatro de nuevo, esta vez pude ofrecerle todo mi culo para su deleite, recosté mi cabeza y saque mi culo para que hiciera con él lo que gustara, comenzó de nuevo a chuparme el culo, y sin lugar a dudas confirme que ha sido la mejor chupada de culo que he recibido, quería ya que me clavara, pero él aun no quería, jugo con su verga un poco en la entrada de mi culo, no aguantaba más, le pedí me la metiera toda, se puso el condón, le pase un lubricante, estaba helado, contrastaba con mi calentura, lo aplico sobre su verga, sin pensarlo dos veces me la metió, -uuuffff- que rico sentir como me entraba, le pedí que la metiera hasta el fondo, lo hizo y mis gemidos al principio de dolor no se hicieron esperar, dolía mucho, aun así no quería que lo sacara, deseaba más, sin darme cuenta se convirtieron en gemidos de placer, me decía que le encantaba mi culo que lo tenía muy rico, cada embestida me calentaba más y saber que le gustaba mi culo me volvía mas arrecho, decidí entonces mover mi culo y tomar por un momento el control, comencé un sube y baja, sentía esa verga a reventar, mi ano había dilatado un poco, su verga entraba y salía con mayor facilidad, me pidió que no lo hiciera venir, así que pare y permití que tuviera las riendas de la faena de nuevo, sacaba mi culo para que lo disfrutara lo mejor posible, deseaba dentro de mi que me pegara cachetadas en el culo, quería que me clavara más duro, de nuevo retome el control y comencé a subir y bajar mi culo de nuevo, esta vez quería hacerlo venir adentro, intensifique mis movimientos, un gemido me indico que había dejado su leche casi en mis entrañas, saque su verga de mi culo, quite su condón y decidí limpiarlo con la última mamada. Pase mi lengua desde sus guevas hasta su glande, no quería dejarla con leche. Saboree aquella venida, algo que inusualmente hago pero creo que aquella verga lo valía, aunque no logre venirme puedo decir que esta entre mis mejores culiadas. Espero pronto poder repetir con Camilo, esta vez con más tiempo para nuestro disfrute.