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De Regreso A Guía

Después de cinco o seis años que no me acordaba de guía, decidí abrir este perfil. Buscando de nuevo conocer gente, compartir y vivir nuevas experiencias sexuales. Al principio estaba un poco aburrida; respondía algunos mensajes pero no me respondían los otros usuarios y otros no me interesaban o yo me desentendía de muchos. Dentro de los tantos mensajes que he leído, respondí el de un usuario de esta comunidad; intercambiamos números y comenzamos a chatear por el whatsapp.

La conversación inició de manera normal, con el nombre, la edad, a qué nos dedicábamos entre otras cosas, además me hizo saber desde el principio lo mucho que estaba interesado por mí, así que comenzamos a hablar de sexo, compartimos fantasías, experiencias que habíamos tenido, entre otras. Él, dentro de las tantas cosas que me comentó, me hablo sobre su fetiche por los tacones y las medias liguero, me dijo que esa era una de las razones por las que le gustaba mi perfil, porque en la fotos me veo así.

Después de hablar por un tiempo, acordamos la cita, un domingo en la tarde. Él me pidió que me llevara mis ligueros y mis tacones. Debo confesar que esa petición me encantó, no solo porque me gusta complacer fantasías, sino porque también me excita mucho utilizar lencería sexy y convertirme en la putica de alguien.

El día de la cita llegó, nos encontramos y entramos a la residencia. Ya estando en el lugar él se relajó un poco más, pues al principio estaba algo nervioso. Tomábamos cerveza, conversábamos y nos besábamos tímidamente. Le pedí que me esperará un momento, entré al baño y me cambié. Me coloque el babydoll, las medias liguero y mis zapatos, me arregle un poco, me solté el cabello y salí del baño.

Cuando salí, él me vio. Ya pondrán imaginar la expresión de su cara, lo único que Salió de su boca fue un sonido sutil de placer. Deje las cosas y me senté sobre él, comencé  a moverme suavecito y poco a poco sentía como su pene se ponía duro, él me cogía con tanto placer, acariciaba mis senos, los descubrió y se los metió a la boca, mordía mis pezones suavecito, apretaba mis senos con sus manos, luego los chupaba con pasión. Yo seguía moviéndome sobre él, suave, a veces lo aprisionaba contra mis senos, para que se los comiera todos, otras veces nos besábamos apasionadamente.

Baje hasta su pantalón, lo desabotoné, lo baje junto con el bóxer un poco y empecé a jugar con su pene en mi boca. Me encanta el sexo oral. Deseaba tener esa verga en mi boca, deseaba que me llenará de leche y podérmela tomar. Soy una traga semen. Él por su lado, disfrutaba de verme como me tragaba su verga hasta el fondo. Yo la lamía, le chupaba la punta, lo mordía suavecito, chupaba las bolas, lo masturbaba, me lo metía hasta el fondo y ahí lo movía, jugaba con mi lengua sobre la punta de su pene. A veces él me lo metía hasta el fondo, hasta que me saliera una lágrima.

En ese momento, yo estaba completamente excitada, se quitó rápido la ropa, me volteo, me abrió las piernas y me quito mi cachetero de encaje, bajo hasta mi vagina y empezó a lamerme delicioso, yo gemía mucho, me aferraba a las cobijas mientras sentía como me chupaba mi clítoris, como su lengua se movía rápidamente sobre este. Me escupió y me metió los dedos en mi vagina, empezó  a moverlos rápido. Ese día estaba absolutamente excitada, estaba muy mojada, sus dedos cada vez que entraban en mí sonaban delicioso. Los sacó y se los metió a la boca; los chupaba con tanto gusto. Yo ya no aguantaba más, quería sentirlo adentro, así que le pedí que me penetrará, que me clavará como me escribía, como si fuera su perrita, que me partiera esa tarde.

Cuando su verga entro en mí, empecé a gemir más duro. Recuerdo que me decía, que lo tenía muy arrecho, que le encantaba mi chocha, que tenía una chocha muy rica. Me siguió penetrando, yo estaba acostada, con las piernas abiertas, con mis manos cogía los zapatos y ampliaba más mis piernas, para que esa verga entrará hasta el fondo. Me clavaba duro, “sin mente”, yo gemía como una perra, le pedía más verga, quería su leche por todo mi cuerpo. Llegó la primera vez, me lo dio en mi pelvis, con mis dedos recogía su semen y me chupaba mis dedos, él me ayudo, me limpio con su mano y me la metió en mi boca.

Descansamos un rato, me abrazo y me beso. Yo jugaba con su pene y mi mano, le tocaba la punta, baje de nuevo a chuparlo, me lo tragaba hasta el fondo, lo llenaba de saliva y cada vez que me separa de su pene, quedaba colgando una hilera de saliva entre su pene y mi boca, a él eso le encantaba, me pedía que se lo siguiera chupando y lo mojara más.

Nos bajamos de la cama, me puso de pie contra el borde de esta, abrió mis nalgas, lamio sus dedos, los paso sobre mi clítoris y me penetro en esa posición, me pedía que recostará bien el torso sobre la cama y que sacará la cola. Me penetraba tan rico, le encantaba decirme que era su putica, a mí me encantaba decirle que me clavara como su putica, me daba unas buenas nalgadas. De pronto, sentí como uno de sus dedos entro en mi culo. No aguante más, llegué, pero le seguía pidiendo verga y seguía gimiendo.

Le pregunté si no quería grabar, me dijo que sí, sacó rápido el celular y empezó a grabarme chupándole la verga, yo me separaba de él, mojaba mis dedos y los pasaba por mi culo hasta que me metía uno, ahí lo empezaba a mover. Él grababa eso, grababa como yo me metía el dedo en el culo, el empezó a masturbarme, dejé de chuparlo, gemía mucho… se acomodó, abrió mis nalgas y empezó a clavarme, dejo de grabar. Ambos estábamos muy excitados.

Empezó a buscar algo, de repente saco un lubricante, se lo aplicó en la punta del pene, y me paso los dedos con el resto sobre mi culo. Me acomodó en cuatro. Yo le dije que me penetrará suavecito por la cola, que me duele un poco la entrada, él comenzó a empujarlo despacito hasta que entró, recuerdo que dijo ¡que rico! ¡Que culo tan apretado! Empezó a moverlo más rápido, teniendo cuidado de no lastimarme. Esa verga entraba y salía tan rico de mi culo, que yo le pedía que me penetrará bien rico, que me partiera el culo como la putica que era. Así lo hizo, nos acomodamos en diferentes posiciones y por un rato me seguía clavando por el culo. Hasta que sentí como esa leche calientita estaba en mi culo.

Ese fue el final de esa tarde-noche de domingo. Hacía mucho tiempo no me penetraban tan rico. Esa fue mi experiencia de regreso a guía, espero tener muchas más, entre esas una doble penetración. 

vanessita-sex

Soy mujer heterosexual

visitas: 566
Categoria: Hetero: General
Fecha de Publicación: 2016-09-09 03:47:01
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2 Comentarios

Qué delicia tu narración... casi que se siente uno participando en semejante deleite...

2023-11-28 19:47:00

Me gustaría tener la posibilidad de conocerte.

2016-09-09 15:17:52