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Mi Primer Trío HMH

Es miércoles en la noche, una noche bogotana como cualquier otra, y yo con ganas de hacerla distinta, recordé que hace algunos días había visto en internet que hablaban de un lugar, un lugar que decían que eran unas cabinas y que también tenían glory holes, me pareció interesante y fui.

Eran como las ocho y media de la noche, llevaba en uno de mis bolsillos algo de dinero, en el otro mi licorera con ron. Antes de salir de casa había memorizado la dirección para no tener que llevar el teléfono o algo, a las pocas cuadras me tomé un trago corto de mi ron como para calmar los nervios que me invadían, para ser sincero no sé si eran nervios, emoción o ansiedad, caminé rápido y como afortunadamente tengo buena vista desde lejos había visto e identificado la dirección del lugar. 

Entré como si fuera a entrar a cualquier otro lugar, sin mirar la dirección ni nada, el lugar está en un segundo piso, entré. me sugirieron ir a una cabina, la diez y siete recuerdo, primero recorrí el lugar, nada interesante, sólo se escuchaban jadeos y el movimiento rápido de algunos hombres. Entré a la cabina, revisé una que otra página de porno, pero no pasaba nada, no me sentía nada cómodo en el lugar, era austero y la verdad no inspiraba mucho aquel sitio. Abrí los glory holes y nada, no pasó nada, esperé unos minutos hasta que me aburrí, me fui y quedándome con las ganas.

Volví al parqueadero donde estaba mi carro y me fui en el camino, por la séptima recordé un lugar que frecuento, frecuento es un decir, he ido como mucho unas tres veces. Me fui con calma dejé el carro en el parqueadero y caminé hasta el lugar. Esta vez iba a ser diferente entré sin timidez como si fuera el amo del lugar, pagué la entrada y me fui a inspeccionar. Este lugar es cutre, pero tiene su encanto. Tiene unas pequeñas salas donde pasan videos porno y afuera es una discoteca, pero lumpen, como de balneareo de carretera en tierra caliente. Pedí una Coca-Cola, pero me tocó conformarme con una Pepsi, saqué mi licorera e hice mi propia bebida. 

Me senté en una mesa, a unas cuentas mesas veía a una pareja que estaban con una chica y una travesti, bueno travesti travesti no era, más bien era como un hombre mal disfrazado, a parte de ellos habían como dos hombres más que se fueron rápidamente. Yo en mi mesa con mi Pepsi envenenada me moría de la envía los veía, las mujeres se besaban, se tocaban sus tetas, jugaban en fin parecían pasarla mejor que yo.  La chica de la pareja fue un par de veces al baño, me sonrió, yo lo hice de vuelta pero no pasó más. 

Luego la pareja se fue a otra mesa, yo me enteré y los seguí mirando, pasado un rato el hombre con un beso me invitó a acercarme, como un resorte los fui a acompañar. Intercambiamos un par de palabras, pero no mucho la verdad, me dijeron que tenían ganas de jugar, pero que la otra chica les cobraba noventa mil peso, él amanera de chiste dijo que con eso hacía mercado. Ella dijo que nos fuéramos a otra mesa, cogimos nuestra bebidas y nos fuimos a otra, una que nos daba más privacidad. 

Él le sacó las tetas y fue cuando mi noche se empezó a poner interesante, la chica tiene unas tetas muy ricas, de buen tamaño, tenía los pezones pasadísimos, eso me gustó de inmediato empecé a jugar con ellas, él me preguntó que tal me parecían, no le podía mentir, estaban muy ricas, me acerqué para chuparlas, pero él me dijo que las tocara, no que las chupara, me cortó de verdad. 

Pero luego ella dijo que nos quería masturbar al tiempo, los dos nos sacamos la verga, ella estaba feliz, mi verga también y se empezó a poner dura, yo jugaba con sus tetas mientras ellos se besaban, después ella se lo empezó a chupar, yo me antojé de chupársela a ella, se lo dije pero se quedaron pensando y finalmente ella no hico ninguna invitación a hacerlo. 

El momento era lo que había fantaseado hace rato, conocer a una pareja y jugar con ellos, no sé si fue la emoción o qué, pero me vine, fue decepcionante, quedé ahí en medio del juego, fuera del juego prácticamente, no dijeron nada pero la cara de ella lo decía todo, le dije a él que le diera, que yo los quería ver, él la puso en cuatro y le empezó a chupar la cuca y el culo, los tenía muy ricos la verdad, luego me invitó a mi a hacerlo, su cuca estaba muy mojada, qué rico,  paré y le di campo a él para que la penetrara, lo hacía lento, me gustó verlos, después fue mi turno para chuparle la cuca a ella, él me daba ordenes, me gustó mucho eso, me decía que chuparle, el culo o la cuca, me gustó seguir ordenes, ella gozaba mucho y él era dueño de la situación, creo que los tres estábamos disfrutando mucho cuando de un momento a otro encendieron la luz, los tres quedamos plop. 

Me subí el pantalón y me fue decepcionado conmigo mismo, que vergüenza, no duré nada, él se burló de mi ella se quedó antojada. Como dicen por ahí no hay segundas oportunidades y tal vez esa fue mi única oportunidad y yo la desaproveché. Ellos cogieron lo que quedaba de sus cervezas, yo lo que quedaba de mi Pepsi envenenada, ella río por mi bebida, sin embargo les mostré que tenía una licorera para hacer de la Pepsi una mejor bebida, pero sin embargo siento que quedé como un idiota, tomando Pepsi y aguantando como tres minutos.  

e-boi

Soy hombre heterosexual

visitas: 616
Categoria: Fantasías
Fecha de Publicación: 2016-10-06 04:51:16
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1 Comentario

No tienes porque avergonzarte....suele suceder y en algun momento nos ha pasado a todos. 

2016-10-06 12:50:07

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