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LA PAREJA INVITADA

Mi esposo me dijo que la pareja ya sabía a qué venía, que la mujer (de unos 35 años) estuvo reacia pero que el tipo la había logrado convencer por lo menos de mirar. Buen inicio.    

La comida fue más bien suave y rápida, la idea era no perder tiempo; mi esposo sacó la botella de Sello Negro y sirvió unos tragos grandes para todos, lo bebimos de un sorbo y todos pedimos otra ronda. “Sentémonos en el sofá”, propuso mi hombre. Él se sentó y me senté en sus piernas y comencé a besarlo bien excitada, el amigo era algo y delgado (no flaco), desde que llegaron me lo imaginé en 69, comiéndole la verga hasta la raíz mientras me mordisqueaba el clítoris, así que el objetivo era calentarlo. Yo tenía una minifalda y unas minitangas, mi esposo me besaba y me subía la falda, me sentó de tal modo que se me viera toda la cola, movió las tangas con la mano, metió dos dedos en mi vagina (suspiré y me sacudí), los revolcó un poco, luego sacó uno y me lo metió en el culo “ahhhhhhhh rico ese dedito en el culo papi”, a él le excita mucho que yo sea grosera, más si hay visita.

Teníamos un juguete escondido detrás de un cojín del sofá, mientras mi esposo me daba dedo en la kukita y el culo, lo saqué y empecé a chuparlo, fue ahí cuando giré la cabeza para ver a la visita, qué hacían, cómo miraban. Habían servido más whisky, él se tocaba por encima del pantalón y ella me miraba el culo fijamente. Le pegué una chupada profunda al largo juguete y se lo extendí, “quiero esto en mi culo, luego tu verga”, el tipo miró a su esposa y se puso de pie, me recibió el juguete; mi esposo me abrió el culo y sacó su dedo, el otro me empezó a meter el dildo color fucsia, mi marido volvió a meter el dedo que tenía atrás en mi vagina y siguió revolcándolos. “Uuuuy que rico eso en mi culo”. “¿Te gusta el culo de mi mujer, le quieres dar verga?, le preguntaba mi esposo”.

Me bajé de mi esposo y me puse en cuatro sobre el sofá (todo esto sin sacar el juguete de mi culito), nuestro amigo siguió mi culo todo el tiempo y se sentó detrás de mí, bajé la parte delantera de mi cuerpo para poder mamar la verga de mi esposo, pero subí el culo para que el amigo siguiera jugando con él. Mientras le mamaba hasta el fondo la verga a mi hombre, su amigo metía y sacaba profundamente y con un ritmo rápido un largo consolador de mi culo, lo más lógico era masturbarme, meterme los dedos en la chocha y provocarme más placer… excitar más al que me mira y me toca la raja y el culo, con permiso de mi marido. También tiene permiso para penetrarme y decirme cosas sucias.

“¿Qué quieres hacer primero, culo o chocha?”, le preguntó mi marido a su amigo. “Dale por el culo”, le dijo su esposa. Mi marido me había contado que su compañero de trabajo le había confesado (tomando claro) que nunca había tenido sexo por el culo con una chica y que a su mujer no le convencía la idea. Sentí cómo se desapuntaba el cinturón y el pantalón, en segundos estuvo desnudo de la cintura hacia abajo y sentí cómo se aproximaba, listo para penetrar un culo por primera vez. “Espera”. Le dije, me giré rápidamente y metí su verga en mi boca y garganta, la saqué y la escupí, luego la volvía a mamar para esparcir la saliva; volvía a girarme hacía mi esposo para seguir mamando su pipí.

Sentí cómo sacaba el juguete y la otra verga se acercaba, como su punta se alineaba con mi ano y comenzaba a empujar hasta entrar y entrar más, sentí una larga verga entrando centímetro a centímetro. “aaaahh, que verga tan rica papí”. Su mujer seguía tomando whisky, “Toda mi amor”, le decía. Mi marido se arrodilló sin sacar su pene de mi boca y me abrió más el culo: “Mira que rico lo tiene, dale más duro, disfruta ese culo y pregúntale si le gusta”. “¿Te gusta perrita, te gusta la verga por el culo?”, “UY si, que rico”; “¿Tus primos te culiaban, te rompieron la chocha y el culo?”, “si, me daban duro, eran muy arrechos los hijueputas… me rompieron la chocha y el culo a los 1… tenían un semen rico… me fascinaba mamar y tomar lechita…”

El tipo se excitó tanto que se vino, para mi gusto, muy rápido; mi esposo se acostó de espaldas en el sofá y apenas su amigo me la sacó, él me subió sobre su verga y siguió penetrando mi culito. Mi marido no se viene tan rápido y me penetraba mientras el otro veía y se recuperaba. “¿Te gusta la verga en el culo mami?”, “Si, me encanta que me rompan el culo”, “¿Desde cuándo te gusta que te rompan el culo mi vida?”, “Tú sabes papi, tú sabes… desde pequeña que mis primos me culiaban”, “¿Te culiaban rico?”, “delicioso mi amor”. Mi hombre sacó la verga de mi culo y penetró mi kukis. Miró a su invitado y le dijo: “¿No me diga que no le gustó el culo de mi mujer?”, el hombre entendió inmediatamente y volvió a penetrar mi culo mientras mi marido follaba mi chocha. Fue una doble penetración exquisita. “¿De qué te acuerdas putica?”, me decía mi hombre, “De mis primos, de cómo que daban verga por el culo y por todas partes”, “¿Te gustaba?”, “Me encantaba por el culito papi”. “Dale duro, métela toda”, le decía a su amigo.

Esta vez no se vino tan rápido, lo empujé suavemente para que se saliera de mi culito y se sentara en el sofá, me puse de pie y me senté de espalda sobre él. Me penetró el trasero una vez más y yo empecé a moverme con cierto desespero, mi esposo se subió al sofá y se puso frente a mí con las piernas abiertas y su verga dura y gentil a la altura de mi cara; que delicia: una verga invitada entrando y saliendo profundamente de mi culo y la de mi amado entrando y saliendo de mi boca. Después puse a nuestro invitado boca arriba y comencé a mamar su larga y delgada verga lo más profundo que pude, a la vez me subí en él y pegué mi chocha mojada en su boca; mi objetivo era hacerlo venir en mi boca. Mientras estábamos en ese 69 sentí derepende la honda penetración en el culo, era mi esposo... conocía muy bien su manera de mover el consolador en círculos en mi ojo del culo; "mami coma verga". Me excité mucho y mamé esa verga como si mi vida dependiera de ello, el tipo gemía como ternero pero aguantó un buen rato. "uuuy que mamada tan rica", dijo mientras se venía en mi boca; era una buena cantidad, tibia, muy espesa y salada. Me giré para mostrarle a mi esposo la boca llena del semen de otro hombre, se excitó mucho y con tres jaladas se vino en mi boca también. "Trágate esa leche  mi amor", me dijo mi hombre y una abundante bocanada de semen bajó por mi garganta mientras nos mirábamos a los ojos.

Por unas dos horas más nuestro invitado gozó de mi culo, mi marido no lo dejó penetrar mi chocha, porque para eso tenía la de su mujer. Al despedirse mi marido le dijo: “¿Si viste cómo le gusta el culo a tu marido? No lo descuides porque sino vuelve por acá”.    

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lovecraft6669

Somos pareja swinger

visitas: 6450
Categoria: Sexo anal
Fecha de Publicación: 2016-10-12 06:32:30
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4 Comentarios

me hizo recordar a mis primos que también me daban por el culo desde los 11 años y aun así me fascinan las mujeres de los hombres solo me gustan sus vergas y sus culos si son lampiños a bueno y su amistad.

2017-08-29 23:20:44

ufff delicioso relato, la tengo dura y pensando en como convencer a mi esposa para hacer algo asi........

2017-08-29 23:15:53

Bien rico como para hacer todo eso bien ricooo

2017-08-20 04:00:26

BUENISIMO LOVER COMO SIEMPRE BIEN ARRECHA

2016-10-11 15:40:29