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COMPAÑERO DE TRABAJO

hace un par de semanas, llego a la empresa donde trabaja mi esposa un nuevo empleado, Juan,  desde un comienzo, simpatizaron, pues él es muy alegre y descomplicado, con el pasar de los días, fueron entrando en confianza y ambos notaron la predisposición a los temas sexuales que tenían en común, total, resultaron muy confidentes y confianzudos en ese tema.

no tardaron en comenzar a escribirse mensajes por el celular respecto a sus estados anímicos sexuales, vinieron los piropos de parte de él y algunos de ella, hasta que un día, al salir del trabajo, él le ofreció llevarla en el carro hasta el paradero del bus que está un poco retirado, cuando pasaban por una pequeña zona industrial donde hay poca gente en la calle, el detuvo el vehículo y le dijo mirándola entre las piernas, oye Adriana, tu estas muy rica mi amor, me tienes a mil con ese cuerpazo tan delicioso, ella sonrió y le dijo, ay, no molestes y vámonos que se me hace tarde, el se quedo mirándola y de repente, tomo su mano y la puso sobre su verga dura, ella reacciono y la retiro, pero no pudo disimular la expresión de gusto que le dio que el hiciera eso, en ese momento, él le dijo muy cerca  al oído, ven mi amor, no puedes negar que te gustó lo que sentiste, en ese momento tomó de nuevo la mano de Adriana y la colocó sobre su verga, ves como me la pones mamacita, la mano de Juan apretó con fuerza la de Adriana y la froto en su verga sobre el pantalón, ella la apretó con firmeza y en ese momento, él metió su mano entre las piernas de ella, aprovechando la facilidad que le daba el estar en falda, Adriana apretó sus piernas, pero el presionó con fuerza hasta alcanzar su voluptuosa vagina, en ese momento, ella ya no opuso resistencia y el aprovechó para abrazarla y besarla con lujuria, solo bastaron unos segundos, para que uno de los dedos de la mano de Juan rompiera la media velada de Adriana y así, sus dedos se hundieron por completo en esa vagina muy caliente y mojada, Adriana presa de una gran excitación, bajó la cremallera del pantalón de él y saco la verga que estaba tan dura que parecía querer estallar y  en un acto casi reflejo, Juan llevó la cabeza de Adriana hasta su entrepierna, haciendo  que la deliciosa boquita de mi esposa, se tragara totalmente esa vergota, una mamada corta pero muy intensa, hizo que Adriana terminara en unos minutos con su boca llena del semen caliente de su amigo, este no le permitió sacarla de su boca, así que tuvo que tragarse toda esa leche caliente.

cuando mi esposa llegó a casa, me contó en detalle lo sucedido,  como era de esperarse, me excite demasiado, la bese como loco y terminamos culeando desaforadamente, le pedí que imaginara que era Juan el que la estaba cogiendo y eso la excito tanto que en media hora tuvo 2 orgasmos muy intensos.

al tercer día, aprovechando que Juan tenía el día libre por compensatorio, ella dijo que tenía una cita médica en la tarde y a eso de las 3, salió de la oficina, él la recogió un poco más adelante y por petición mía, los dos llegaron a nuestra casa, los atendí como un buen anfitrión y media hora después en nuestra cama, mi esposa yacía bocarriba y Juan entre sus piernas, dándole una culeada fenomenal, yo estaba desnudo junto a ellos, masturbándome deliciosamente, mientras veía a Juan follarla y tratarla como a una zorra, esto la excito demasiado y no niego que a mi también, en ese primer polvo, Adriana tuvo 2 orgasmos de locura, no podía negarse que Juan sabía muy bien cómo moverse y estimular plenamente esa maravillosa vagina de Adriana.

después de esa primera faena, vinieron 2 más, antes de irse, Juan le dijo a mi esposa, nunca había culeado con una mujer tan arrecha como tú, luego me dijo, espero que no te molestes, porque la voy a follar  todas la veces que pueda, yo sonreí y le dije, por mi no hay problema, siempre que ella lo desee, entonces al instante Adriana dijo, yo encantada, en ese momento, Juan la miro a los ojos con lujuria y la beso desaforadamente, sus manos fueron directo a sus genitales frotándolos con pasión, entonces Adriana le dijo muy coqueta, te voy a dar un último recuerdito para que me pienses en el camino, se agacho y bajando la cremallera del pantalón de Juan, le saco la verga y comenzó a mamársela suave pero profundamente, el se retorció y le dijo gimiendo, eres una perra muy mala, me vas a mandar a casa con unas ganas de ti, uuufff, ella seguía chupándola libidinosamente, de repente Juan la tomo por los brazos y aprovechando que ella solo tenía puestos sus pantis, la lanzo sobre el sofá y allí de nuevo la folló como loco, se revolcaron por toda la sala como dos locos depravados y casi a la vez, llegaron al tan ansiado orgasmo.

ya más calmados, se despidieron de beso y él le dijo, chao mi perra rica y arrecha, ella respondió, chao papacito verguita rica, con sus pantis desgarrados tirados en el suelo, la senté en el sofá y colocando sus rodillas contra su pecho, le di una tremenda mamada en esa cuca recién culeada, que delicia, no paré hasta dejársela completamente limpia y lista para el próximo encuentro.  

bicurioso43

Soy hombre heterosexual

visitas: 1350
Categoria: Hetero: Infidelidad
Fecha de Publicación: 2016-10-30 07:30:31
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