Tercer trio Barrancabermeja

Trataré de ser lo más fiel que se pueda, de los acontecimientos de ese día:

Recuerdo que ese día ella fue a llevarme el almuerzo al trabajo (mi trabajo quedaba muy cerca de donde vivía con mi mujer), hablamos de cosas que sé que no les interesa y de pronto, me dijo con voz melosa:

-Amor llega temprano hoy, tengo muchas ganas.

-¿muchas ganas de qué? Pregunte haciéndome el bobo.

- de sexo amor. – me dijo con decisión

- ¿De sexo con amor o de hacer maldades? Pregunte con picardía

- de sexo de maldades- me dijo mirándome a los ojos

- ¿Y si hacemos algo está noche?, dije hablando bajito, para que no escuchara mi compañero de trabajo.

- Si quiero, pero con el de la última vez, es que la tiene grande- me dijo con malicia (leer: https://guiacereza.com/tale/view/17381/segundo-tr--o-en-barrancabermeja--con-fotos-

- Listo lo llamo a ver si tiene tiempo está noche- cerramos nuestra conversación de sexual.

Llame a nuestro amigo Eduardo, y concretamos para esa noche a las 9:30 pm.

Al llegar a la casa, tipo 7:30 pm, mi mujer me recibió con un beso muy apasionado y me preguntó que si nuestro amigo iba a venir, le confirme y me dijo, come que voy a prepararme.

Ella salió del baño oliendo a rico como siempre, me metí a bañarme, me cambié y ella nada que terminaba de echarse crema en el cuerpo (contar paso  a paso lo que duró está mujer arreglándose, creo que duro una eternidad), estuve listo y nuestro amigo llego un poco temprano y fui a recibirlo mientras ella se cambiaba

Mientras hablaba con nuestro amigo en la sala mi mujer dijo durito que ya podíamos pasar al cuarto, al entrar la vimos y estaba despampanante una corta mini falda estilo porrista blanca, una camisa negra, tacones y un mini hilo blanco que después descubriríamos

La mini era como está, solo que blanca:

https://guiacereza.com/album/photo/613401

Nuestro amigo solo la miró e hizo gesto de (mamacita), pero solo se sentó en la cama a mirarla, ella era muy vanidosa y como ya les he dicho exhibicionista, por eso la mirada de Eduardo fue una aliciente para iniciar su libido, y pude notarlo en la forma en que se acercó a la cama moviendo sus caderas… y sentándose sensualmente comenzó a preguntarle cosas triviales a nuestro amigo, pero sin dejar de ser sexy, y poner poses que exhibían su silueta, en uno de esos cambios de poses, el viento (ventilador) subió su corta falda, dejando ver su pequeño hilo blanco, ella dijo, “uy que pena” con voz sexy, pero sin hacer fuerzas de poner la mini falda en su lugar.

Ya nuestro amigo era incapaz de mirarla solo a los ojos y solo miraba sus piernas e hilo, y ella solo sonreía con malicia mientras hablaba:

-          Qué pena, no me guanto- dijo nuestro amigo, mientras acercaba sus manos a las hermosas piernas de mi joven mujer

-          Descuida, a eso viniste- dijo ella mirándolo a los ojos y corriendo su cuerpo hacia atrás, dejándolo a disposición de las caricias de mi amigo.

Eduardo comenzó a subir sus manos, lentamente, desde la rodilla hasta la parte interior del muslo de mi mujer, acercándose a su flor prohibida, mientras sus labios se posaron en el cuello de mi mujer, y a su vez sus dedos jugaron por encima del hilo, en la entrada de la gruta de la chica que tanto amaba, sentado en mi posición de voyeur, podía ver como el tórax de mi pareja subía y bajaba cada vez más rápido, con cada caricia que hacia humedecer la intimidad de mi mujer y darme cada vez más ganas de ser espectador de este nueva aventura sexual que se gestaba en esa habitación, en nuestra cama.

Mi amigo comenzó a subir la mini con sus manos, mientras sus labios recorrían el cuello de mi mujer, ella se puso de pie, mirándome con cara de deseo y dándole la espalda a nuestro amigo, se quitó la faldita lentamente, (imagino esa imagen, esa visión que debió tener Eduardo de las preciosas nalgas de la mujer que amaba en ese momento).

Les recuerdo como son las nalgas de mi mujer;

https://guiacereza.com/album/photo/613402

https://guiacereza.com/album/photo/672057

https://guiacereza.com/album/photo/613395

Mi preciosa mujer se inclinó y dándome un suave pero apasionado beso en los labios, acompañado de un ¡te amo!, me miro a los ojos mientras vi una suave expresión de placer en su rostro, y al mirar detrás de su cuerpo, pude notar a nuestro amigo, que empezaba a acariciar su vagina por encima del hilo y besando sus bellas nalgas de una forma, que por las expresiones del rostro de mi mujer, lo hacía muy bien.

Ella puso sus manos en mis hombros, quedando inclinada, dándole la vista de ese precioso culo que era poseedora a nuestro amigo, Yo miraba su rostro, mientras me masturbaba, y Eduardo seguía con sus masajes en la gruta del placer de mi mujer, mientras ella  cerraba los ojos, podía ver su respiración que empezaba a subir de ritmo, lentamente, ella separo las piernas un poco para facilitar el acceso de las caricias que le estaban dando, haciéndola inclinar un poco más, su boca quedo junto a mi oído, lo que hacía que pudiera escuchar mejor sus gemidos.

De ella salió un gemido más fuerte que los demás y le pregunte bajito:

-          ¿Qué pasó amor?

-          Amor está muy rico- dijo ella entre un gemido

-          ¿Qué está rico? Pregunté desentendido

-          Me está metiendo el dedo suavecito- seguía gimiendo

Sus gemidos empezaron a ser más seguidos y me dijo que estaba moviendo los dedos más rápido, ella cerró los ojos y subió su cabeza, entregada a esas sensaciones que le producía ese dedo que jugaba en el interior de su gruta, este juego lo hizo nuestro amigo unos minutos más.

Estaba mirando su pecho subir y bajar, cuando sentí que apretó un poco más sus manos que aún seguían en mis hombros… su boca y hombros se abrieron, cuando salió un gemido más fuerte y sus piernas flaquearon un poco, y entre gemidos escuche un “ahora son dos dedos”… y sin dejar de mirarme sus gemidos fueron aumentando… solo me concentré en sus ojos, que me miraban, mientras mi amigo, hacía sentir placer a la mujer que tanto amaba, no me di cuenta en que momento Eduardo se quitó el pantalón, solo vi sus manos que subieron por la silueta de mi mujer, y está al sentir la falta de los dedos de mi amigo dentro de su ser, hizo una cara de desilusión, que duró poco ya que nuestro compañero de juego la penetró suave, pero profundamente con su pene, y mi mujer solo acerco sus labios y me besó apasionadamente, mientras gemía suavemente.

Las arremetidas de la penetrada fueron aumentando, lo que hizo que tuviéramos que dejar de besarnos, y solo veía el bamboleo de su cabello y su mirada que estaba fija en mí… sus gemidos llenos de pasión y sus manos que se aferraban y soltaban a mis hombros cuando el pene de mi amigo llegaba a lo más profundo de su ser y salía de nuevo, ella abrió un poco más las piernas, empino su colita, puso sus manos en los “brazos” de la silla, bajo su cabeza, acerco su legua a mi pene, pasándola por la punta varias veces, antes de meterlo y sacarlo, al compás de las penetradas de mi amigo, comencé a acariciar el cabello y el cachete de mi mujer, mientras disfrutaba de sus chupadas, y al mirar a Eduardo, me dijo:

-          Su mujer está muy rica, y aprieta la vagina sabroso-

-          Entonces dale más duro-  le dije con decisión

Mi amigo hizo casó y se la dejó ir duro y escuche el choque de sus cuerpos, mientras mi mujer tuvo que soltar mi pene, porque su cuerpo se alzó un poco por la embestida de mi amigo, quien continuo con está forma de clavarla, mi señora, agarro mi pene con una mano, empezó a masturbarme y gemir cada vez más fuerte, su mano izquierda se posó sobre mi pecho, ya que su cuerpo se iba hacia adelante con cada metida del pene de mi amigo, pero no dejó de masturbarme, sus gemidos iban en aumento, las metidas que no dejaban su ritmo, sus dedos de aferraron con más fuerza sobre mi pecho y después de un fuerte ¡te amo mi amor¡ mi mujer se vino, y si no es por mi amigo que la tenía aferrada de las caderas, se desploma por completo.

Mi amigo la acomodó boca arriba a mi mujer en la cama, se puso encima de ella, penetrándola de nuevo, Mi mujer un poco más pasiva en su post orgasmo, solo gemía y cerraba los ojos, me acerqué a la cama, ya que su rostro quedaba cerca a la orilla, empecé a besar sus labios, le agarré su mano derecha, ella se aferró a mi mano, dejé de besarle los labios y su boca entre abierta emitía gemidos de placer, su pecho se movía, junto a las metidas de mi amigo… y solo me concentraba en el placer de esa mujer que tanto amaba, y su placer era mi placer.

Mi mujer salió de su estado pasivo, y puso la mano en el pecho de mi amigo, este entendió y saco su cuerpo de encima de ella, se acostó y después de tomar el largo pene que le daba placer en esos momentos, comenzó a descender su cuerpo en él y se fue penetrando poco a poco hasta no dejar ningún pedazo de carne visible, y empezó a cabalgarlo, cual guerrera amazona que va a la batalla, y ahora era mi amigo el que estaba perdiendo la batalla, ante los movimientos de cadera de mi mujer, que se veía hermosa, mientras le daba placer a nuestro invitado, mi amigo tuvo que pararla porque casi lo hace venir, la puso de lado y en cucharita la penetró, lo que me dejo cerca de ella para besarla de nuevo y ella agarró de nuevo mi pene, sentí que pararon un poco, y mi mujer abrió los ojos y dijo entre asombrada y deseosa: 

-          amor me la va a meter por atrás-

-          déjalo y bajé mi mano para masturbar su clítoris

Mi amigo empezó a penetrar su hermoso culo, mientras yo seguía masturbándola, ella cerro los ojos, y emitió un gemido cuando mi amigo entro en su esfínter, por ello aumente el ritmo de mis dedos en su clítoris, mi amigo pacientemente y sin afán, siguió metiéndola en su cola, cuando ya creyó conveniente, empezó un mete y saca, mi mujer con su rostro lleno de placer, y Yo incrédulo, con que ese pene tan grande entrara en el culo de mi joven mujer, me fui acercando poco a poco a esos cuerpos y al estar muy cerca, acomodé la punta de mi pene a la entrada de su vagina, mi amigo entendió mis intenciones, dejo de moverse y al tener una posición cómoda, empecé a penetrarla, sintiendo el pene de mi amigo, que solo era separado de mi pene, por una delgada piel, mi mujer abrió los ojos, suspiro, sacando el aire de sus pulmones, se la metí toda suavemente, y al estar completamente dentro de ella, le pregunté:

-          ¿te dolió?

-          No se siente muy rico, es diferente- dijo entre gemidos

Lo que nos dio la aprobación para empezar un ritmo acompasado, dentro de esa mujer hermosa, ella empezó a gemir mucho y a decir: “así, así, no paren…”, seguimos dándole y mi amigo emocionado, se le salió el pene de la puerta trasera de mi mujer, ella pidió que se lo metiera rápido, y cuando intento de nuevo, quizás por el afán de volverle penetrar el culo, lo hizo con un poco de brusquedad, le dolió y tuvimos que desistir de hacerle una nueva doble penetración, mi amigo la puso en cuatro encima de la cama, y el acomodando sus piernas al lado, empezó a penetrarla fuerte y de un momento a otro se vino, pidiendo disculpas, y mi mujer le dijo, sigue moviéndote, pero el ya estaba fuera de combate, lo que por obligación hizo que relevara rápidamente a nuestro invitado, dándole muy duro, aferrándome a su cabello, mi mujer acercó la boca al pene de mi amigo y se lo empezó a limpiar con dedicación, yo seguía clavándola fuertemente, y ella se sacaba el pene de Eduardo de su boca solo para alentarme a no parar y seguir duro, cuando escuché de mi mujer un “vente conmigo amor, vente conmigo” y después de eso nos entregamos a un sabroso orgasmo que la hizo acostar en la cama y Yo caí sobre su espalda.

Mi amigo empezó a disculparse por haberse venido en mal momento, después de unas bromas, íbamos a empezar de nuevo, pero el recibió una llamada al celular de su novia, lo que hizo que se fuera y terminar el trio, pero no nuestra noche de pasión, ya que nosotros nos seguimos amando, y gozando de los recuerdos de ese encuentro…

Gracias por leer nuestro relato