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Pensé que me denunciaría, yo, en su lugar lo habrìa hecho. Llevaba 3 meses dándole semen en su comida rápida; en los perros calientes, hamburguesas y en la ensalada agridulce del chuzo de cerdo. Lo sé, es asqueroso sino estás excitado o sino es consentido, no lo hice por venganza, ni por un interés esóterico para doblegar su voluntad con hechizos sexuales, lo hice por pura y física perversión. Ella era inalcanzable para mí, los hombres sin plata a veces nos comportamos como enanos morales, pero me excitaba verla saborearse mientras se tragaba toda mi leche entre toda esa salsa que le encantaba. Lo ideal hubiera sido que pidiera mi pene erecto entre dos panes simulando un perro caliente, como sucede en esas escenas clichés de las películas porno de bajo presupuesto, y luego de que me la chupara, le echaría salsa de piña en su vagina y se la lamería como si fuera la tapa del primer yogurth de corozo. La pondría en cuatro en frente de todos los clientes, incluyéndo su novio, y la penetraría con todas mis fuerzas, como si la perpetuidad de la especie dependiera de que la clavara. Trataría de meter mi dedo en su culo, después de acariciar esas nalgotas, coordinando la penetración rítmica con la delicadeza de introducir mi pulgar lubricado con sus fluidos vaginales, como si la técnica fuera de un cosquillero bogotano. Pero lo ideal, nunca sería, así que como ella y su novio acostumbraban a pedir la comida y luego venir por ella, una vez que se acabó la salsa de piña y no había clientes, entré a la pequeña bodega para recargar el tarro y por esos umbrales rotos de la cordura, me hice la paja sobre su perro caliente. Estuve nervioso todo el rato, pensé que se daría cuenta del sabor ácido de mi semen, pero no fue así, compartió su perro con su hermana y eso provocó que me hiciera la paja dos veces más esa noche. Dije que no lo hice por venganza, aunque su novio era un pedante que hacía mofa de que yo fuera estudiante de ingeniería de la de antioquia y vendiera perros, me decía " el ingeniero de la chatarra" y "él del carrito sanduchero", pero puse a su novia a tragar mi leche, por tres meses. Aprendí a hacerme la paja en 5 minutos, casi sin excitación, pero la excitación venía después, recordando como a veces se untaba alrededor de la boca con la salsa y se pasaba la lengua para limpiarse. ufff!!!!
La parte triste, es que ella no volvió, ahora es presentadora de teleantioquia, pero su hermana menor sí. Y ella sí reconoció el sabor, quizá ha catado más semen que la mayor. Ahora ella me ayuda a hacer comidas rápidas de vez en cuando, cuando está excitada, y se unta los panes en su vagina para dárselo a los chicos lindos, me lo chupa y luego deja que me venga en el tarro de mayonesa que está marcado secretamente con un signo más. Ella sabe como me gustan las mujeres y cuando ve una con el prototipo, le echa de ese tarro y me mira con picardía.






