Guía Cereza
Publicado hace 8 años Categoría: Fantasías 2K Vistas
Compartir en:
Mi marido y yo decidimos salir un rato de fiesta, a oír música, tomarnos unos traguitos y lo que surja...
Me vestí para la ocasión: un vestido corto, justo, que sin ropa interior dejaba ver mis pechos provocativos y mis nalgas redondas ricas, como le encanta a mi marido.
Esa noche hacía más calor que de costumbre. En el bar que escogimos había buena música y mucha gente linda...al llegar, lo primero que captó nuestra atención fue un grupo de chicas q bailaban ruidosamente en la pista, pero sobresalía una realmente sexi, guapísima, como para deslumbrar a cualquier hombre e incluso a cualquier mujer, y que bailaba de una forma tan sensual que era imposible no mirarla: a mi marido se le puso evidentemente dura y a mí eso antes que molestarme me hizo mojarme...la noche pintaba bien.  Estuvimos mirándola y hablando de ella un buen rato y nunca nos preocupamos por si ella se daba cuenta; mi marido y yo seguimos disfrutando de la música que yo llamo "erótica" porque me pone cachonda, y a medida que los traguitos empezaron a subir, la calentura se fue apoderando de nosotros. Cuando él empezó a tocarme y acariciarme descaradamente mientras bailábamos, decidimos que era hora de salir de allí, pero nunca me imaginé lo que estaba por pasar cuando nos sentamos a tomarnos el último trago, el de irnos...se nos acercó esa mujer, la de la pista de baile, olía delicioso, miraba delicioso; mi marido la invitó a sentarse y en un ratito de charla y risas, los 3 ya sabíamos lo que queríamos, pero fue ella la que se animó y nos propuso irnos juntos: a mi marido le brillaban los ojitos y me miró como pidiendo permiso así q me dije, bueno....si hasta a mí me parece buena, llegó la hora...y arrancamos para un motel.
Mi corazón se quería salir, mi chochito estaba ya hinchadito y mojado y cuando llegamos a la habitación luego de un rato de charla mientras se llenaba el jacuzzi, por fin comienza esta historia: ropa fuera y los 3 al agua caliente  espumosa. Mientras conversábamos, ella comenzó a mirarme con ganas, y sin ninguna vergüenza pasó su mano por mi pierna llamando  mi atención y fue como si una bomba estallara...ya no pude aguantar y comencé a besarla mientras mi marido salió a mil a traer la cámara para comenzar a grabar lo que para él es una de las mejores películas de su vida...
Al comienzo, besos tímidos, manos suaves;  pero cuando su lengua tocó mis labios, ya no hubo regreso. Sus besos eran deliciosos, de la boca pasaron a mi cuello, a mis pechos, mientras sus manos me acariciaban toda, y cuando me puse de pie en el jacuzzi y empezó a pasar su lengua deliciosa por mi chochito sentí que volaba. Que subidón!!! Cuando reaccioné de ese éxtasis y me solté, comencé a tocar, a sentir...introduje mi dedo en su chochito rasurado y lo moví una y otra vez mientras ella gemía fascinada. Mi marido sólo miraba a través de la cámara pero su cara lo decía todo y verlo tan feliz me inspiró más...la invité a la cama, me acosté sobre ella y empecé a restregarle mi chocho mientras nos besábamos delicioso. Esa "restregadura" es de lo mejor.
Ese era el momento, era hora de que mi marido entrara a la faena...así que lo invité y para q se sintiera tranquilo yo le tome la mano y la puse sobre el chocho de la chica para q no se sintiera cohibido. La emoción del momento y esa mamacita, lo ameritaba...ameritaba licencia abierta....para lo que él quisiera; pero lo que él más quería, no era comérsela, era verme pasando rico con esa chica, que nos hiciéramos delicias mientras él nos miraba extasiado y nos grababa. Él también estaba a punto de hacer realidad su mayor fantasía.
Mi marido comenzó a tocarla sin reparos y reemplazó mi dedo por el suyo para masturbarla como sólo él sabe hacerlo; yo acariciaba sus tetas y la tocaba por todos lados mientras mis besos con ella eran cada vez más apasionados. Era delicioso verla así, agitada, excitada y más delicioso ver y tocar esa polla dura y caliente que mi marido lucía orgulloso y que empecé a comerme con el mayor de los gustos...con mi lengua rozando la punta una y otra vez, luego besitos dulces y luego toda adentro entrando y saliendo de mi boca, para volverlo loco...nunca se la había chupado mientras a mí me comían ese chocho, también fue la primera vez: la pose en cuatro que adopté para chuparle la polla cómodamente a mi marido, fue una invitación para que esa ricura me empezara a lamer y luego a chupar mi chocho que ya hervía, que lengua tan deliciosa y sus manos por debajo agarrando mis tetas que recibían sus caricias con el mayor de los gustos; mi chochito ya estaba preparado para recibir esa polla rica, la única y que quería para mí así que miré a mi marido y él me levantó la pierna y me metió esa cosa rrrrrica que movió a su antojo mientras ella me seguía comiendo el chocho: el sueño sexual de mi vida, ser clavada y que me la chupen al tiempo...esto es de las cosas más deliciosas que me han pasado porq el orgasmo que tuve no tiene comparación con ninguno del pasado...ella se vino extasiada al ritmo del dedo delicioso de mi marido y yo me vine de la manera más increíble y grite como una loca cuando sentí su leche caliente llenándome ...ufffff. Y él, el hombre de mi vida, tuvo uno de los mejores orgasmos que haya experimentado jamás, follándome y acariciandola: 
Sin planearlo, habíamos pasado la mejor noche de nuestra vida sexual...y quedamos inspirados a que se repita pero esta vez nos gustaría planearlo más para q podamos aprovecharlo mejor ya que lo único que no nos gustó fue lo rápido que se pasó el tiempo...hay que repetirlo!
Publica tu Experiencia

🍒 Pregunta Cereza

¿Por qué crees que más personas jóvenes se identifican hoy como bisexuales? Un reciente estudio revela que 1 de cada 4 jóvenes entre 18 y 24 años se identifica como bisexual.



Nuestros Productos

Body

MAPALE $ 94,000

Set Lexi

CEREZA LINGERIE $ 100,900

Body Roxanne

CEREZA LINGERIE $ 68,900

Vestido

MAPALE $ 143,000