Caía la tarde y estaba cerca al lugar, solo de saber que estaba cerca al lugar, me imaginaba cosas, mi cuerpo temblaba y algo me decía que fuera, parqué y me baje decidido al lugar, llevaba una gorra y unas gafas oscuras como para no ser identificado tan fácil, me daba cosa que algien me viera entrando a un cine porno, caminé rápido y entré al teatro, pagué mi entrada y fui a la sala, estaba muy oscuro y al entrar sentí el agite de algunos hombres que estaban en las últimas sillas, también sentí la mirada y la curiosidad de todos, tratando de ver en la oscurridad no lograba desifrar nada, pero intuí que en el lugar no había ni una sola mujer. Continúe mi camino y me senté bastante cerca a la pantalla, la película parecía de los 80´s y la verdad no me calentaba mucho, pero siempre había tendio la curiosidad de entrar al lugar.

Y como ya estaba allí y adonde fueres, hacer lo que vieres, me saqué la verga y me empecé a masturbar, era raro, era como sentirme observado y no, sabía que las otras pocas personas que estaban en el teatro estarían haciendo lo mismo. Cerré los ojos y me concetré en lo mío, cuando sentí cerca mío un hombre, me habló, me preguntó si podía sentarse junto a mi, con un poco de asco respondí que no y me guarde la verga. Me quedé ehí por unos segundos más hasta que algo me dijo que fuera a inspeccionar el lugar. Salí de la sala, fui al baño, habían unos pobres afiches de mujeres con las tetas al aire, el lugar era como si estuviera congelado en el pasado, todo como de dos décadas atrás.

Vi unas escaleras y enseguida me fui a ver que había, al parecer habían unas salas, pero estaban todas cerradas con candado, parece que no las usaban hace un buen tiempo, seguí inspeccionando y me encontré con el segundo piso de la sala, me senté y volví a lo mío, me saqué la verga y me empecé a mastubar, estando en lo mío sentí unas manos que recorrían mi pecho, de inmediato me alarme, pero al tocarlas me tranquilicé, eran las manos de una mujer, no voltee a mirar ni nada, y ella bajo sus manos a mi verga, no lo podía creer era una fantasía hecha realidad. La mujer pasó a mi lado y sin pronunciar palabra en cuestión de segundos ella ya tenía su boca en mi verga, lo hacía con suavidad, hasta que yo empecé a moverme rápido y a presionar su cabeza contra mi verga, quería que se la comiera toda, quería ahogarla con ella, ella daba arcadas. La puse de rodillas frente a mi y le abrí la camisa, sus tetas eran de tamaño mediano y estaban cubiertas por su brasier, intenté quitárselo, pero no entontré el broche en su espelda, ella se dio cuenta de lo que yo quería y lo deabrochó, tenía el broche adelante. Al ver sus pezones de inmediato los pellizqué la mujer no decía nada, se los escupí y un ligero gemido salió de su boca, puso mi verga entre sus tetas y empezó a chupar como loca, estaba en la gloria, la mujer lo hacía muy bien, no lo sacaba ni para respirar, intenté llevar mis manos a dentro de su falda pero ella reaccionó negando, no dijo nada, pero apretó sus piernas evitando que yo pudiera tocarla, me molesté y llevé mi verga lo más profundo de su boca, era mi vengaza, ella seguía chupando con ganas, y cuando estaba a punto de venirme apreté su cabeza contra mi para que no pudiera separase de mi verga, toda mi leche estaba en su boca, fue delicioso, ella escupió, se limpió la boca con su mano y pronunciando un simple rico, se marchó sin más.