Guía Cereza
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Despues De La PRIMERA CITA En TINDER

"Cuando se abre la puerta del ascensor me sega la luz del corredor.

Es una lámpara con demasiada potencia.

Al salir, me indican que debemos tomar la derecha.

El corredor es larguísimo y termina en un ventanal mediano.

Cuando vamos en la mitad del recorrido, y mirando que el corredor estaba desierto, la tomo de la mano y la atraigo hacia a mí.

El beso es fuerte, como sé que le gusta.

Llevo su mano hacia atrás de su espalda para poder presionarla contra mí cuerpo.

Siento sus senos contra mi pecho, esa sensación de cómo se aprisionan es fascinante.

La empujo con fuerza contra la pared para aumentar la fricción entre ambos.

Esto le encanta, lo noto por cómo me presiona con más fuerza contra sus labios.

Con mi otra mano tomo la que le queda libre y la llevo también atrás de su espalda.

Ahora la tengo a mi merced, sometida voluntariamente a mi guía.

Separa sus labios de los míos.

“Vamos” – Alcanza a decir

Me guía de la mano hacia el final del corredor.

Llegamos a una puerta con el número 1215.

Saca sus llaves y se voltea para mirarme.

“Espera” – dice en voz muy baja.

Abre la puerta con mucho cuidado.

Todo está oscuro adentro.

Ella ingresa primero.

5 segundos pasan… sale.

“Vamos, no ha llegado mi hermano” – Dice con alivio en su voz.

Ingreso detrás de ella y, al encender la luz, puedo ver una pequeña sala pasando la cocina al lado de la puerta.

Hace calor adentro, se nota que no ha recibido aire en todo el día

 “¿Estamos solos? – pregunto buscando una respuesta afirmativa.

“Si, mi hermano demás que esta con los amigos”- Dice ella mientras abre una ventana en la sala.

La ventisca de aire se siente inmediatamente en el lugar. Refrescante y liberador.

Hay un televisor inmenso de pantalla plana en la pared.

“¿Smart TV?” – Pregunto

“Si, si  quieres pones música, esta con Internet” – Dice mientras me pasa el control.

Al presionar el botón rojo, la pantalla muestra los logos de Youtube, Netflix, Spotify y otro que no reconozco.

Como me pide música, me doy cuenta que tengo la canción justa para el momento.

Mientras ella está en la cocina sirviendo 2 vasos con Coca Cola, yo trato de entender cómo funciona el maldito aparato.

Error tras error escribiendo hasta que logro saber qué hacer.

Cuando se acerca para ofrecerme el vaso con el líquido ya tengo lista la canción

Antes de darle PLAY, tomo un sorbo que se siente increíblemente refrescante para mis labios que ya estaban resecos.

Cuando veo que ya ella ha tomado un sorbo, me acerco para estrechar sus labios nuevamente.

Mientras retomamos el beso, le doy play al control y empieza a sonar la guitarra líder que lleva la melodía principal

Luego se escuchan las palabras “I though…. You´d be out of my mind”

Es “Painted on my heart” de The Cult.

La melodía más sensual que se puede escuchar en un sofá mientras dos amantes se preparan para disfrutar el uno del otro.

Mientras la canción genera un ambiente insuperable, me aseguro de que quede tendida sobre el sofá.

Ahora si está a mi merced y lo disfruta por cómo me presiona con sus dedos sobre mi espalda.

Le tomo la base de la cabeza con mis manos y le llevo hacia atrás para poner su mentón al nivel de mis labios.

Me aseguro de que todo su mentón este en mi boca y que mis dientes hagan un suave trazado.

Luego esta ese cuello tan suave y terso, totalmente expuesto, todo para mí, mientras la letra dice “Something in your eyes keeps haunting… me”

Así es como escucho el primer gemido de la noche.

Mi corazón se acelera y debo ponernos en una posición más cómoda para ambos.

Coloco mi pierna entre las suyas y así podemos olvidarnos ambos de los sentimientos corporales y enfocarnos en nuestra piel.

Cuando acaba la canción me levanto para verla a los ojos.

Tiene el tipo de mirada que lo dice todo.

Es profunda y desorbitada, me mira cada aspecto de la cara.

Tiene ese dialogo interno entre lo que quiere que pase y si debe dejar que pase.

Este es el momento donde ambos debemos dejarnos llevar, la lógica lo arruina todo y ninguno de los dos quiere que eso pase.

Mientras nos fundimos en un apasionado beso, mi mano hace un recorrido desde su cuello, pasa por sus senos, su abdomen y su cadera.

Allí se queda. Me aseguro de presionar con una fuerza leve

Pero que sepa que me gusta su trasero.

También, quiero tocar su abdomen.

Mis dedos ahora se deslizan por debajo de su blusa.

Esta caliente.

Mucho.

Siento como sube y baja con cada respiración

Ahora, mis labios están en su cuello y ella retuerce su cabeza en el brazo del sofá

Mis dedos suben hasta tocar la copa de su busto

Su mano me detiene

“Mi hermano está por llegar…” Me mira fijamente mientras hace una pausa.

Se moja los labios y dice: “Vamos a mi habitación”

Me pongo de pie para darle espacio para levantarse.

Luego sigo su figura hasta el fondo del apartamento.

La luz del exterior ilumina el lugar

Puedo ver todo con claridad.

La cama, el perchero, el closet, una mesa de noche y… unos ojos que brillan en la esquina.

Un gato.

El animal no se inmuta. No se mueve. Solo mira.

Lo ignoro. Que vea lo que quiera.

Cierro la puerta tras de mí. Con seguro.

Estando los dos en medio de la habitación retomamos lo pendiente.

Esta vez mis dedos se enfocan en el botón del pantalón.

Este cede fácilmente.

Bajo el cierre y rozo con el dorso de mi mano su ropa interior.

Es suave.

Puedo sentir los encajes. Espero que tenga panties rojos.

Ya con el cierre abierto le doy media vuelta.

Estoy justo detrás de ella.

Su cuello está expuesto. Mejor dicho, ella lo expone para mí.

Y yo me aseguro de darle gusto.

Mientras le beso el cuello y los hombros, mis manos recorren su abdomen y sus senos

Meto los dedos entre la blusa… luego entre su brasier.

Siento sus pezones por primera vez.

Están apenas duros.

Mientras lo hago, sus labios se tornan hacia mí y me muerde la oreja izquierda.

Siento una corriente que me baja por el cuello y la espalda.

Es uno de mis puntos débiles.

Eso me excita y bajo mi mano derecha.

Ahora mis dedos están palpando su ropa interior.

Decido que es más que merecedora y ahora mis dedos están entre sus bragas.

Siento un poco de vello púbico.

Al principio nada más hasta que… sí.

¡Mis dedos se han mojado!

La reacción se ve complementada cuando su mano se adhiere a mi entre pierna.

Ahora los dos estamos en la misma sintonía.

…mientras ambos estamos entrando en un estado de frenesí.

De entrega y apertura al otro.

Voy notando como su respiración va aumentando, su cuerpo empieza a manifestar pequeños espasmos.

Ahora mi dedo índice está totalmente empapado.

Ella se voltea de súbito y me besa con fuerza.

Yo le respondo con igual entereza.

Mientras nos sumergimos en ese beso, en medio de esa tenue oscuridad, procedo a explorar su espalda.

Su reacción es de inercia. Se quita la camisa.

Yo sigo el siguiente paso: le quito el pantalón.

Me encanta la vista de su tanga frente a mi rostro.

Me acerco y le doy un suave beso.

Mientras me incorporo de nuevo, ella me besa  y mete su mano en mis boxers.

Es un sentimiento incómodo para mí.

La erección que tengo se torna dolorosa en tan pequeño espacio.

Libero mis pantalones y ahora siento un descanso increíble.

Mi miembro queda a la vista y ella lo acaricia, con suavidad.

Solo puedo oler su cabello, nada más.

No hay nada más en el aire.

Ahora ambos estamos sumergidos en besos y caricias mutuas.

Ella acaricia mi miembro y yo su clítoris al meter mi mano en sus panties.

Sus rodillas se doblan.

Eso me impulsa a continuar con más fervor.

De súbito, la abrazo con fuerza y mientras la beso, la llevo hacia su cama.

La dejo tenderse.

En la penumbra puedo verla en su ropa íntima.

Con los dedos recorro la parte superior desde su hombro derecho hacia su hombro izquierdo.

Luego el centro de su pecho.

Y sigo bajando.

Despacio. Hasta llegar al borde de sus panties.

Allí, me detengo a sentir la textura. Es extremadamente suave.

Trato de imaginar que pensaba y sentía mientras escogía estas bragas en específico.

¿Imaginaria que algo como esto iba a pasar?

Mientras trato de recrear ese momento en mi mente, mi dedo recorre los bordes de su ropa interior en la parte baja: sus muslos.

Ella me mira fijamente. Puedo ver como sus ojos están vidriosos y su boca húmeda.

Me pongo sobre ella y presiono con fuerza su labio inferior con los mios.

Mientras lo hago, me aseguro de generar un roce en nuestra parte baja.

Esta fricción comienza a robarle pequeños gemidos.

Ahora puedo sentir sus piernas que me enrollan.

Quiere más. Ambos estamos en la misma sintonía. Deseo puro por el otro.

Tomo su cabeza con ambas manos y muerdo, suavemente, su mentón.

Me aseguro de besar todo su cuello. Me encanta que se exponga para mí.

Mientras me aseguro de probarla toda, mis manos recorren sus muslos.

Sigue presionando con sus piernas mi cadera.

Ahora puedo sentir sus manos en mi espalda. Me levanto y me quito la camisa.

Estamos un paso más cerca.

Ella me mira. Es deseo puro.

No lo pienso y solo procedo a remover sus bragas.

Los sostengo en mi mano derecha y los llevo a mi rostro.

Están mojados y tienen ese aroma a deseo materializado.

La mayor victoria de un hombre es hacer que una mujer se moje.

El aroma y el pensamiento hacen que mi miembro se endurezca aún más.

Me abalanzo sobre ella y retomamos, solo que ahora su sexo está expuesto para mi.

Mientras nos cubrimos de besos mutuamente, trato de remover lo último que le queda: su brasier.

No lo logro, nunca he sido bueno quitándolos.

Ella tiene los brazos extendidos, por lo que no lo hace ella misma.

Decido continuar y recorrerla de arriba-abajo con mis labios

Primero el pecho.

Luego su estomago.

Y ahora, estoy en su sexo.

La aspiro.

Me encanta esa sensación.

Puedo extraer todas sus feromonas por mi nariz.

No me resisto y la punta de mi lengua va hacia el primer muslo.

Recorro lentamente la unión de la cadera y el muslo.

Luego repito lo mismo en el otro lado.

Puedo ver como se retuerce.

Ahora… la punta de mi lengua recorre el exterior de su sexo.

Siento su sabor en mi paladar.

Repito el movimiento de arriba abajo.

Y subo nuevamente, esta vez en su centro.

Ella se sacude y suelta un gemido.

Me detengo al identificar su clítoris.

Lo sostengo con mis labios. Suavemente.

Succiono.

Ella levanta su pelvis. Repito, pero con un poco más de fuerza.

Siento un leve temblor en sus piernas.

Es hora de jugar…

Primero, dibujo la A.

Me aseguro de trazar con fuerza la última línea.

Luego la B.

La C, la D…. hasta la F todo normal.

Cuando llego a la M ya ha levantado la pelvis 3 veces.

Cuando hago el cruce de la X escucho un ruego mezclado con un gemido.

No quiere que pare pero no puede decirlo.

Ahí decido apretar mis labios contra su clítoris. Succiono. Nada diferente.

Ahora algo diferente: los dientes.

Con delicadeza hago un cierre de mi mandíbula.

Como si probara un trozo de chocolatina Jet.

La mordida de un castor.

Se mueve hacia adelante con su pubis apoyándose en sus manos.

No lo esperaba.

Le gusta y yo sigo haciéndolo.

En un segundo, quiero hacerle saber que me encanta. Que sienta, literalmente, que la estoy devorando.

Con toda mi lengua recorro su sexo de abajo hacia a arriba.

“Ay” Se levanta para mirarme. 

“Métemelo” me dice con la respiración entrecortada.

Música para mis oídos

Remuevo mis boxers y me dispongo.

Ahí lo escuchamos.

Una cerradora que se abre.

La puerta principal se ha abierto.

“Mierda, llegó mi hermano” dice ella.

Continuará…

maddog7

Soy hombre heterosexual

visitas: 970
Categoria: Hetero: General
Fecha de Publicación: 2017-05-31 08:33:18
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2 Comentarios

Hola, muchas gracias! Hace tiempo que había escritó esta historia y no sabía si hacer la segunda parte, que fue mucho más excitante para mi, pero me comprometo a terminarla y tratar de plasmarla lo mejor posible. Saludos

2017-06-01 03:45:59

Excelente relato, esplendida forma de escribir lo cual nos hace sentirnos parte de la historia. Esperamos la continuación.

2017-05-31 20:10:06

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