Guía Cereza
Publica tu Experiencia

Relatos & Experiencias

Me Adopto Una Madura.

Hola lectores. 

Esta historia es verídica y me sucedió hace año y medio.

Yo por esas fechas había terminado con mi novia con la que llevaba ya tres años, las cosas ya eran muy monótonas y ambos estábamos de acuerdo en que lo mejor era terminar antes de complicarnos más la vida.

Así pues, salí al mercado de lo usado, y gracias al consejo de unos amigos, me dio por meterme en esas apps y sitios para buscar amistades y citas, como Tinder y AdoptaUnMan. Me decante por esta última y luego de estar dos semanas en el sitio hablando con diferentes mujeres, pero sin concretar nada serio, me topé con una mujer de 42 años, llamada Lucia, Su perfil me pareció interesante y me lance a enviarle la solicitud.

Ella el mismo día me la acepto. Le empecé a hablar por medio de la app muy normal, pero después de unos mensajes nos empezamos a dar cuenta de que conversábamos muy bien, teníamos gustos en común, opiniones similares en diversos temas, etc. También note que era una mujer muy inteligente y letrada lo cual me emocionó mucho debido a que es algo que siempre busco en una mujer, me llego a considerar un hombre sapiosexual.

Después de días hablando, ya por medio de Whatsapp, la doble intención y el tonito burlón no se hizo faltar. Ella al notar esto una noche en que estábamos chateando me preguntó:

-Tu por qué decidiste enviarle la solicitud a una vieja como yo? Tu hasta ahora tienes 21 años y yo ya soy una vieja.

-jajajaja, obvio no eres una vieja, ya muchas jóvenes quisieran ser tan atractivas como tú. Decidí enviarte la solicitud porque me intereso tu perfil, tus gustos son similares a los míos y más que todo por esos labios rojos que tienes en tu foto de perfil.

En realidad, eran unos labios hermosos, gruesos y femeninos y solía pintarlos con labial rojo que le daba un carácter sensual e inspiraba querer devorarlos.

-¿Ah sí? ¿Te gustaron mis labios? Y cuéntame, ¿qué más te gustó?

-Sí, tienes un rostro muy bonito, sensual y una mirada pícara como si no rompieras un plato, pero en realidad quiebras toda la vajilla. Lástima que solo  muestras tú  cara, me gustaría averiguar si todo lo demás produce en mi la misma sensación.

-Interesante. Bueno, no te quiero dejar con la duda.

Me envía una foto en ese instante. Se hizo una sensual selfie en el espejo. Estaba en pijama, una blusa color crema de tiras, con un pronunciado escote que debió ser a propósito, aunque sus senos no eran grandes estaba firmes y se veían deliciosos, no tenía sostén, sus pezones se notaban duros y oscuros debajo de esa delgada blusa. Abajo, un short que combinaba con la blusa dejaba ver unas piernas largas y suaves, estaba bien subido, marcando bien la forma de su coño. Al borde del elástico de su short se dejaba entrever una diminuta tanga negra. Tenía algunos rollitos de más, pero eso la hacía ver más natural y hacía resaltar más esas caderas que me antojaron de inmediato.

Quede con la boca hecha agua (y mi verga igual). Era una cosa de locos, me imagine recorriendo cada centímetro de esa mujer.

-Entonces, ¿si te produjo la misma sensación que mis labios?

-No, no fue la misma, ¡fue mejor! Ufff Lucy, ¡estás muy buena! No sabes las cosas que provocó esa foto.

¿Acaso que provocó? Muéstrame.

No soy muy de enviar fotos mías, pero yo estaba hipnotizado por ella y lo único que deseaba era complacerla, así que decidí enviarle una foto de mi verga atrapada en mi bóxer, marcando mi bulto.

-mmmm que rico que yo te haya puesto así.

Empezamos el morbo con toda, foto va y foto viene, Nos mandamos audios diciéndonos lo que queríamos hacerle al otro. Vi sus pezones, grandes y marrones. Vi sus nalgas, que, aunque habían visto mejores tiempos no estaban para nada mal y provocaba darles unas buenas palmadas. Me mostró su vagina ya sin el short, pero con la delgada tanga puesta, poniendo el hilo en medio de sus dos hinchados y aflorados labios vaginales. Su clítoris se marcaba por encima de su piel y la humedad hacia brillar esa deliciosa vulva y también, gracias a un vídeo corto que me mando, hacía brillar el dedo índice que empezó a introducirse en esa vagina que me quería comer ahí mismo.

Yo por mi parte le mandaba audios de mis más morbosos, calientes y arrechos deseos. Quería saborearla toda, sentir el calor de su boca envolviendo mi verga, Tomar sus senos, pellizcar levemente sus pezones, quería pasarle mi lengua dejándolos húmedos y atacarlos con juguetones mordiscos. Mis dedos añoraban introducirse en ese coño rosadito y húmedo y luego ensartarla con mi pene. Esa dosis extrema de sexo virtual me hizo hacerme un pajote del cual broto mucha leche. Todo se lo registre en fotos y en un video para enviárselos.

Debido a que debíamos madrugar ambos al otro día, terminamos y nos dispusimos a dormir, bueno, yo casi no pude, no dejaba de ver esas fotos y mi verga no dejaba de estar dura por esa Milf.

Al otro día, estando en un hueco de la universidad, yo estaba dispuesto a pasar eso de lo virtual a la realidad. Me dispuse a escribirle sobre lo de la noche anterior y de lo ansioso que estaba por hacerlo en vivo. Ella, sorprendiéndome, tenía una actitud más bien cortante y hasta arrepentida.

-Estuvo muy bueno lo de anoche, pero no lo podemos hacer en la vida real, yo tengo un trabajo de ejecutiva, un hijo de 17 años y una niña de 6, no puedo arriesgarme a que se enteren de que me la paso calentando jóvenes por ahí, qué dirían de mí.

Yo, entre ofuscado y decepcionado opte por insistirle que yo no veía problema con eso y que nadie se iba a enterar si éramos los suficientemente discretos. Grave error. Al parecer esa actitud insistente mía la termino por enojar y exalto su lado paranoico temiendo de que yo, un desconocido para ella, de pronto iba a usar lo de la noche anterior en su contra. Cosa que no me interesaba, ni nunca con nadie me ha interesado, soy muy respetuoso con eso.

Me dejo de hablar. Yo ante el rechazo no seguí insistiendo. A parte del deseo sexual que causó en mí, la extrañaba más por su forma de ser, sus apuntes ingeniosos y la habilidad de hablar de casi cualquier tema sin tapujos, pero su decisión era no hablarme, la respete.

Hasta que dos semanas después, una noche de viernes, me escribiéndome de nuevo, sorprendido, abrí el mensaje. Ella escribió preguntándome como estaba y empezó a conversar conmigo normalmente, como si nada. No lo comprendí, pero de igual manera me dio gusto volver a tener contacto con ella.

-Oye, ¿te acuerdas del documental inglés del cambio climático que te comenté que me impacto muchísimo y que te recomendé hace unas semanas?

-Sí, Lucy, recuerdo que me lo comentaste. ¿Por qué lo preguntas?

-Pues veras, mañana en el Jardín Botánico habrá todo el día una serie de actividades como cine foros y talleres, y ahora como me volví una fan ambientalista jajajaja… quiero ir, pero no tengo con quien, y no quiero ir sola, así que como tú me dijiste que también te interesaban esos temas, se me ocurrió invitarte. ¿qué dices?

-Suena un genial plan Lucy, gracias. Claro me gustaría ir contigo. ¿Mañana a qué hora en el Jardín Botánico?

Bueno, esa inesperada cita resultaría mejor de lo que me hubiera imaginado.

Lectores, háganme saber con sus comentarios si le gusto esta primera parte del relato, si tienen recomendaciones, sugerencias y si desean leer la segunda parte. Gracias. 

JGColorado

Soy hombre heterosexual

visitas: 6022
Categoria: Sexo con maduras
Fecha de Publicación: 2017-07-19 08:20:42
Más Relatos Por Juan Gabriel Colorado
Compartir en:

2 Comentarios

esperando la segunda parte.

2017-09-02 19:23:14

Está muy interesante su relato

2017-07-21 11:30:39