Los siguientes son 3 relatos de situaciones que sucedieron en mi juventud, después de cada situación siempre me sentí muy mal, diciendo a mi mismo: "¿porque a mi?¿Acaso parezco gay?". Con el tiempo entendí que si bien no fueron esperadas las disfruté y me ayudaron a entender quien soy en realidad. Es largo pero ojalá alguien lo pueda leer y comprender mis sentimientos.

1.De estudiante Bíblico a conocer una universidad y primer contacto.

Ricardo tenía unos 40 años, vivía con su madre y era todo un caballero, el nos daba estudio bíblico y siempre fue muy atento con nosotros. Un día iéndo para una visita del colegio a la universidad nacional me lo encontré en la buseta, y se sentó junto a mi. Fue incomodo encontrarlo en una situación no asociada con la iglesia pues no tenía tema de conversación.

Después de un rato… recuerdo que puso su maletín tratando de bloquear la vista, obviamente los pasajeros que iban de pie podían ver todo… puso su dedo meñique sobre mi pierna izquierda, luego el anular, y así sucesivamente hasta tener su mano en mi pierna, luego repitió los movimientos hasta poner su mano sobre mi pene. Ejercía presión, yo sentía nervios, no entendía que sucedía, pero no quería que se detuviera… Cuando mi pene estuvo duro, empezó a acariciarlo por encima del pantalón, fue tan delicioso que me relajé y permití que continuara.

Cuando me percaté de que estaba en la 26 miré a todos lados para tratar de ubicarme y… Mierda, la peor de las suertes, había una profesora de matemáticas (trigonometría) junto al puesto, supongo que vió mi cara de susto y yo en ella veía cara de sorpresa, no pude hacer mas que mirar a la ventana mientras este señor me masturbaba.

Supongo que ella se bajó frente a la nacional, yo sentía tanto miedo que no me atreví a bajarme, recuerdo ver pasar el camino mientras seguía miedo de temores y placer. Antes de llegar al jardín botánico sentí una especie de convulsión algo muy fuerte, mas allá de cualquier masturbación, vi mi pantalón húmedo y decidí bajarme… lo miré como preguntándome que sucedió, lleno de culpa, recuerdo que se reventó de la risa me bajé y no fui a la visita. Regresé a casa lleno de sentimientos encontrados.

Y el colegio, bueno, la profesora en cuestión nunca me dijo nada, pero las siguientes semanas nos llenaron de charlas de orientación, fue tan obvio que lo contó en él colegio, de repetirnos una y otra vez que ser tocado también era abuso, etc, etc, sentía la mirada de todo el mundo encima… lo cierto es que disfruté ese momento y me ayudó a confirmar dudas que ya tenía.

2.¿Otra vez en una buseta?, no puede ser…

Si, volvió a suceder, siempre me gustó hacerme en el último rincón de la buseta, pero no sabía que podía prestarse para esas situaciones. Iba dormido, en medio del sueño sentí que una mano estaba sobre mi pierna, me desperté sobre saltado y el desconocido retiró su mano, era un hombre maduro.

Cruzamos miradas, sentí que intentó acercar su mano entonces separé las piernas para que supiera que tenía permiso; fue rápido metió su mano en mi sudadera, me acarició el pene pero no buscaba eso, indirectamente entendí que buscaba mi ano, entonces deslicé mi cuerpo hacia adelante y se lo permití. Intentó meter un dedo, pero estaba seco y aspero, me dolió. Puesto que no sentí placer, lo retiré y aunque intentó continuar simplemente me bajé.

No fue una experiencia como la de la primera vez, pero me sirvió para confirmar que había mas gente en ese mundo, mas de lo que yo imaginaba, que un cruce de miradas te puede llevar a algo mas, y que definitivamente me gustaba el contacto masculino.

3.Evaluación médica …

Le conté a mi médico general lo sucedido (en esa época los menores no requerían acompañamiento de adultos en citas médicas), y tuve que contarle por dos cosas uno, porque tenía miedo de una enfemedad (si, era bastante ignorante al respecto).

El muy profesional me pidió quitarme la ropa y quedarme en calzoncillos, iba a revisar una muestra de semen para ver si había algo anormal (que tal la técnica del HP), me hice en la camilla me bajó los pantaloncillos y empezó a mastubarme.

Me sentía muy incomodo, era mi médico de hace años y era algo muy mecánico, cerré los ojos pues no lograba eyacular y el médico me dijo que así podía relajarme… en fin. Eyaculé, me mostró mi semen en una gasa (aparentando ser muy profesional y serio el HP). Voy a tratar de narrar la situación que se dio a continuación:

Médico: Su prepucio es muy largo si no quiere circuncidarse debe limpiarlo bien, le voy a mostrar como (tomó una especie de toalla humeda y me limpió, corrió mi prepucio haciéndome sentir un leve dolor). Tambien, La curvatura de su pene está hacia abajo, generalmente es derecho o con curva hacia arriba.

Yo: Asintiendo con conformidad, vi como sacó un miembro gigante, circuncidado y erecto.

Médico: ¿Quiere tocar?

Yo: NO! (Que idiota, a hoy todavía me arrepiento).

Finalizo la consulta y tarde muchos años para entender que esta situación fue inapropiada, pues un profesional no debe hacer uso de la confianza que se le otorga.

UN NUEVO MUNDO

Si leíste todo esto, gracias, estas tres vivencias me llevaron a buscar un nuevo mundo en el que el placer y el pecado no tienen que ser la misma cosa.