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Sofia

Las primeras luces de la mañana me dieron en la cara. Creo que eso fue lo que me despertó. También sentí una gota de sudor bajando lenta por mi cabeza producto del calor que ya hacía. Con natural pereza y dificultad me recosté sobre el borde de la cama y quede sentado como sin entender que hacia allí. Me puse de pie y vi la botella de ron y los sobres de condones, algunos ya abiertos.

Desnudo, cansado y trasnochado vi el reloj. Eran las 10:35 am. Mi verga parecía caída y colgaba desanimada, como si no tuviera vida. Tirada allá en el lado derecho de la cama estaba Manuela. Se veía igual de hermosa, divina y provocativa. Su cuerpo desnudo, estaba parcialmente cubierto con una sábana enredada entre una de sus gruesas y encantadoras piernas. Acostada boca arriba, con su cuerpo un poco recostado hacia la orilla de la cama, me permitía tener una vista de ensueño. Su sexo, carnoso e inquietante, lucia majestuoso a los ojos de un hombre maduro. Los gruesos labios vaginales de Manuela y ese clítoris colgante estaban a mi entera disposición. Su afeitada vagina parecía un dije de ojo para un hombre buscando tesoros. La hermosa raja de su sexo parecía más apetitosa que nunca. Arriba, sus pechos, tiernos y no muy desarrollados, y esos pezones de jovencita, eran un faro en la oscuridad. Y debajo de su cadera, ese par de nalgas matadoras que enloquecían a propios y extraños, dignas de una buena mirada y claro, una buena verga.

Así de simple, Manuela recibía ese Sábado tirada en esa cama, después de que mi verga le había machacado sus juveniles tesoros y en las pasadas 12 horas, mis veteranos ojos se habían extasiado a pleno con lo atractivo de su cuerpo, para finalmente llegada la noche de ese Viernes, tener el honor de ponerle mis maduras manos encima de ella y me vanaglorie a mí mismo al despojarla de su sexy bikini azul para colocar mi lengua en esa fresca cuquita de escasos 23 años de edad y por las siguientes 2 horas y media mi veterana y recorrida verga se encargó de taladrarle esa chochita oculta en medio de esas enloquecedoras piernas de ciclista aficionada.

Tirados sobre mi lado de la cama aún estaban los 4 condones usados esa noche con Manuela. Me dio un poco de morbo saber que esa cuquita de jovencita prepago de 23 añitos me aguanto los embates de un hombre divorciado de 46 años, doblando su edad, pero con la fiereza de un león montando su leona para preñarla. Perversamente pensé anoche lo rico que sería derramársele allá adentro de esa chochita sin condón y fantasie de la maravillosa experiencia que sería para mí, volver a sentir esa especial momento de dejar explotar mi verga libre de toda culpa atrapada sin forro en la vagina de una mujercita más joven. Obvio, no tuve las agallas de decirle a Manuela, pero sé que ella se hubiera negado a mi loca idea.

Que me iba a imaginar que 12 horas después de haberla conocido, iba a hundirle mi veterano miembro en medio de esas piernas de ensueño. Y así tuviera el condón y me hubiera dado esas 4 derramadas tan ricas, para mí eso era más que suficiente. Anoche Manuela se puso en cuatro y me la monte por casi media hora y luego la cambiaba de posición a mis antojos con tal de dejar mi verga en lo profundo de su fresco y juvenil sexo. Una experiencia única para mí montándome encima de esa pelada prepago.

Los sonidos del colchón sacudiéndose se escucharon a la distancia y cortos y cadenciosos gemidos se escapaban de la alcoba principal de la finca. Curioso por saber lo que pasaba camine aun desnudo saliendo de mi alcoba y acercándome a la alcoba principal.

La puerta estaba ligeramente entreabierta y la vista era majestuosa.

Sofía, mi hermosa sobrina, de 24 años, estaba desnuda, acostada boca arriba sobre la amplia cama de la inmensa alcoba. Sus delicadas piernas, abiertas de par en par, apretujaban el cuerpo desnudo de Carlos, el tío de Manuela a la altura de su cadera. Sofía se veía tan hermosa y sexy, a su tierna edad y encima de ella, en perfecta posición misionero, Carlos, de 46 años, mecía su obeso, desnudo y descuidado cuerpo sobre el de ella. Como las sabanas estaban sobre el piso, yo veía perfecto como los dos desnudos cuerpos se mecían sobre la cama a la misma cadencia que la cadera de Carlos se sacudía sobre el abdomen de Sofía. Claro, me torturaba ver como las pesadas guevas de él, bailaban felices a la velocidad que su gruesa verga, atorada dentro de la vagina de Sofía, se movía alegremente entrando y saliendo de su juvenil tesoro.

Pensé en dejar sonar mi garganta, pero me di cuenta que era inapropiado romper el silencio del majestuoso acto que se llevaba sobre esa cama. A Carlos no le basto culearse a Sofía durante toda la noche y ahora ese sábado en la mañana, él le machacaba de nuevo la tierna vagina a mi atractiva sobrina.

De Sofía yo solo veía sus piernas abiertas y sus brazos aferrados a la espalda de Carlos. De Carlos solo veía su cuerpo encima de ella y con su pelvis levantada, veía perfecto como su verga se mecía gloriosa adentro de esa dilatada vagina, entrando y saliendo de ella, sin compasión ni respeto de edad, sabiendo que mí a sobrina se la estaba culeando un hombre que le doblaba la edad.

De pronto un par de intensos gemidos se escucharon en la alcoba y el cuerpo de Carlos detuvo en seco sus movimientos pélvicos, dejando toda su verga escondida adentro del sexo de Sofía. Ella lo abrazo con más fuerza al saber que ese momento era muy especial para los dos.

-“Sofía… Sofía… Sofía.. ay diosito mi vidaaaaa… me vengo.. me vengo…”, gimió Carlos con dificultad dejando recostar su cabeza al lado de la de ella.

Sin mediar palabra las nalgas de Carlos empezaron a contraerse con movimientos espasmicos y de contracciones lentas. Y allí, solo para mis ojos, empecé a ver como la tierna vagina de Sofía, atorada con esa verga de Carlos, empezó a dejar salir por sus bordes, espesos y perezosos hilos de blanca leche que a medida que pasaban los segundos empezaron a hacerse más gruesos y voluminosos.

Una sensación de helado escalofrío me paso de pies a cabeza.

Reaccione y me di cuenta que Carlos no tenía el condón puesto y a Sofía, mi dulce y tierna sobrina se le estaba derramando adentro en sus entrañas la verga de un hombre de mi edad.

El seguía gimiendo y gritando mientras sentía como su madura verga exploto allá adentro de esa fresca vagina. Y Sofía, extasiada disfrutando de su juvenil orgasmo, abrazando a su amante, sintiendo como un veterano hombre, le entregaba esa maravillosa sensación de sentirse mojada en su sexo mientras su verga le bombeaba espesos chorros de maduro y veterano esperma.

Finalmente ambos cuerpos detuvieron su movimiento y la vagina de Sofía lucia más hermosa que nunca, con la verga de Carlos atorada en su totalidad y toda cubierta de espeso, rebosante y blancuzco semen que escurría sobre la cama mojando en su totalidad el sitio donde ella estaba acostada.

-“que delicia mi corazón…. No sabes hace cuánto tiempo no disfrutaba de este momento.. y desde que te vi ayer en ese bikini, me di cuenta que tenía que machacarte ese culito tan divino y de paso dejarte esa cuquita llena de mi leche…”, comento en voz alta Carlos aun recostado sobre el cuerpo de Sofía mientras su verga permanecía enterrada adentro del sexo de mi sobrina, muy seguramente esperando a que su verga terminara de vomitar las ultimas gotas de su semen, allá enterrada en lo profundo de su juvenil sexo.

Ambos permanecieron así en silencio hasta que finalmente el cuerpo de Carlos se levantó lentamente, dejando que su verga saliera con pereza del lujurioso lugar donde estaba atrapada. El erecto miembro de el aun escurría gotas de semen.

De inmediato mi verga tuvo una erección involuntaria y se levantó de su sombra sin yo desearlo.

Carlos se sorprendió al verme, ahí de pie y en silencio con mi verga dura y firme, después de presenciar la culeada de Sofía sin condón, mientras ella aún permanecía acostada boca arriba, extasiada al sentir la leche de su veterano amante como inundaba su apretado sexo.

-“Luchito… buenos días mijo… que tal noche, ahh?”, me pregunto Carlos sonriente y con displicencia al darse cuenta que yo había visto como él se comía a Sofía sin forro.

Mi sobrina reacciono con sorpresa y levanto su torso para confirmar mi presencia dejando ahora expuestos esos majestuosos pechos naturales.

-“Sofía es una mujercita completísima… una diosa… desde que la vi ayer me antoje de una y me dije.. a esta nena me la tengo que comer.. con esas tetas y ese culo tan ricos.. pa’ que mas!!!.. ”, comento Carlos.

-“Y que tal Manuela?... me imagino que lo dejo feliz y dichoso anoche”, agrego Carlos riéndose, mientras Sofía me miraba fijo a los ojos con sentimiento de culpa y pena al darse cuenta que yo presencie en silencio como Carlos se la comía y se le derramaba adentro de su sexo.

-“Si.. una delicia pasar la noche con ella.. que hembrita tan buena..”, comente bajando mi vista a las piernas abiertas de Sofía con su sexo salpicado de fresco semen de Carlos.

-“Y bueno compadre... no se va a comer a su sobrina?... los dejo a solas para que aprovechen”, dijo Carlos caminando a la puerta de la alcoba.

Me quede quieto, lleno de dudas morales y sexuales, sin saber cuales tenían prioridad. Lo mismo ocurría con Sofía quien seguía allí acostada, desnuda y mostrándome su sexo lleno del semen del hombre maduro con el que había pasado la noche, y sobre su torso desnudo esas espectaculares tetas dignas de mi lengua.

Carlos al ver que yo no me movía finalmente abrió la boca a mis ocultos comentarios.

-“O es que Sofía no sabe las ganas que usted le tiene a ella?... ayer usted me dijo que el cuerpo de ella lo torturaba y lo tenía a mil por hora, especialmente esos pechos tan generosos y ese culazo tan hermoso el de ella”, comento Carlos.

Mire a mi sobrina y ella me miro de nuevo a los ojos. Ambos sabíamos que teníamos una deuda pendiente con el placer, pero a la vez un lazo familiar de sangre muy grande que nos lo impedía.

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Viernes, Octubre 7 de 2016, 1 pm

En la mañana llame a Ovidio, el administrador para avisarle que guardara la comida, bebida y demás. Esperaba esa tarde viajar a mi finca en Girardot con un par de amigos de la empresa para ver el partido de Paraguay contra Colombia en la noche pero ellos me cancelaron a última hora.

-“Tío, será que puedo invitar a Manuela, una amiga de la Universidad y a su tío?.. son solo ellos dos”, me dijo mi sobrina Sofía saliendo de su cuarto con el celular en la mano.

-“Si, claro.. no hay problema.. seremos solo nosotros cuatro entonces viendo el partido esta noche porque mis amigos me cancelaron”, le respondí a Sofía.

-“súper!!.. delicioso el plan… gracias Tío”, me dijo Sofía acercándose y dándome un beso en la mejilla.

Ella se volteo hacia su cuarto y continuo hablando con su amiga para confirmarle la buena noticia.

Mis ojos inmediatamente bajaron al espectacular culazo de Sofía. Sus redonditas nalgas lucían majestuosas bajo el ajustado pantalón deportivo de lycra blanco que ella lucia esa mañana de Viernes después de ir al gimnasio. Su culo, paradito y espigado, se veía divino y sexy, y a pesar de que yo era su tío no podía negarme la fuerte atracción sexual que sentía hacia ella, a pesar de que era la hija rebelde de mi hermano, pero ese cuerpo de escasos 24 años, me torturaba en los pasados 3 meses. Oculto, bajo ese culo de ensueño, era visible como ella tenía puesta un diminuta tanga que escasamente cubría su sexo.

Sofía se había mudado a mi apartamento de hombre divorciado en Bogotá, en el barrio Cedritos hacía 3 meses. Una fuerte y fea discusión se dio entre mi hermano, mi cuñada y ella. Al parecer signos inequívocos de que ella andaba por malos pasos hicieron explotar la relación entre Sofía y sus padres. Lujos, carteras de marca, celular costoso y dinero derrochado, mostraban que Sofía andaba con gente rara. Mi hermano me decía que sus amigos eran adinerados comerciantes, todos mayores y veteranos, de mi edad, con los cuales ella salía a rumbear. Finalmente el chisme de que ella trabajaba como prepago en los tiempos libres de la universidad confirmaron las sospechas y mi hermano decidió echarla de la casa.

Ahora, ese bello carisma y ese cuerpazo de Sofía me inquietaban desde hacía 3 meses al ofrecerle a mi hermano la opción de que ella se quedara en mi apartamento de hombre divorciado. Sus piernas largas, su cadera firme y esa sonrisa matadora conquistarían a cualquiera, incluido yo. Sus senos naturales, generosos y voluptuosos mostraban que eran dignos de la lengua de un hombre. Y abajo de su cadera ese culito de ensueño, redondo, espigado y paradito que me torturaba a diario. A la vez me daba envidia de imaginarme a Sofía, desnuda en una cama, acomodada en cuatro, y un tipo veterano de mi edad, montado encima de ella machacándole ese tesoro con su verga.

Tres horas más tarde ya en la camioneta, llegando a la finca en las afueras de Girardot, Sofía me interrumpió la charla acerca de la universidad:

-“Vas a conocer hoy a Manuela… ella es muy chévere… y sé que te va a caer bien… eso si ten cuidado porque ella es de muchas confiancitas caprichosas”, dijo Sofía.

-“Si?... Y eso porque ahhh?... Y el tío, lo conoces?, le pregunte.

-“Ya la veras.. sé que te va a gustar… y no, no conozco al tío de ella.. no se quién es”, contesto Sofía colocándose los audífonos para seguir escuchando música en su iPhone.

No dije nada pero algo me pareció raro de su respuesta. Baje mi vista de nuevo y ella con sus largas piernas, cómodas y estiradas sobre el asiento una vez más me torturaba. Su diminuta y apretada pantaloneta de verano, me dejaba a la vista esos muslos de reina y su sexo quedaba a solo centímetros de ser expuesto a mis ojos. Arriba, cubriendo su cuerpo, la camiseta de la selección Colombia la engalanaba, y las majestuosas tetas de Sofía sobresalían imponentes bajo la camiseta amarilla.

Siendo las 5 pm, los sonidos del pito de un carro interrumpieron mi sueño de la tarde.

Me levante del sofá donde me había quedado dormido por accidente y vi a Sofía salir de la piscina apresurada corriendo hacia la puerta de la finca para abrir la cerca.

Una lujosa Toyota 4x4 entro a la finca y de inmediato Manuela y su tío se bajaron a saludar y a presentarse.

-“Mucho gusto Carlos Bejarano”, me paso la mano un hombre medio obeso de más o menos mi edad.

-“Hola, soy Manuela, la amiga de Sofi”, vi una figura que daba la vuelta hacia mí.

Sorprendido, Manuela se acercó y me dio en tierno beso en la mejilla, sin yo esperármelo.

-“Hola.. mucho gusto.. Sofía, la amiga de Manu”, se presentó mi sobrina acercándose a Carlos y dándole también un beso en la mejilla.

-“sigan por favor.. se toman algo?”, pregunte disimulando el espectáculo que yo en frente tenia.

Manuela era una diosa. Su curvilíneo cuerpo era lujosamente expuesto por el apretado y sensual vestido verde claro de una sola pieza que ella tenía puesto. Arriba sus senos aun no desarrollados, dejaban entrever un futuro prometedor, su cadera y su cintura, hermosas y tiernas, y abajo el vestido terminaba bien arriba de sus rodillas exponiendo esos gruesos y bien formados muslos. El apretado vestido destacaba como su majestuoso culo era bien paradito, tonificado y se lucia a las mil maravillas bajo el sexy vestido.

Vaya escena.

Carlos no le quitaba los ojos a Sofía de encima. Viéndola de entrada con su sensual bikini blanco y sus senos voluptuosos eran para quitarle el aliento a un hombre veterano. Y abajo la diminuta tanga del bikini escasamente cubría su carnoso sexo. Ambas amigas se abrazaron y empezaron a caminar hacia la finca.

Vaya escena. Los ojos de Carlos puestos fijos sobre las tetas y el hermoso culo de mi sobrina Sofía. Y mis ojos puestos en ese vestido de Manuela, la sobrina de Carlos, fijándome como ese sensual y fresco trasero se movía alegre de lado a lado.

Pasamos la tarde en calma y Manuela se cambió y se puso en sexy vestido de baño azul, y se dio un chapuzón en la piscina al lado de Sofía.

Finalmente a las 7 pm, antes de que empezara el partido de Colombia contra Paraguay, Carlos, el tío de Manuela me dio pistas de lo que se venía para nosotros esa noche.

-“Y hace cuanto vive con Sofía?”, pregunto el mirando descarado sobre la silla donde estábamos, como mi sobrina salía de la piscina y las gotas de agua escurrían generosas sobre sus deliciosas tetas y abajo esa húmeda tanga de ensueño mientras ella caminaba a la cocina por unas cervezas.

-“3 meses…”, le respondí mirando a Manuela, aun en la piscina.

Descarado y sin pena ajena, la mirada de Carlos seguía impávida uno a uno los pasos de Sofía, ahora mirándole el sensacional culo a mi sobrina bajo la diminuta y sexy tanga que ella lucia.

-“Yo llevo ya casi un año viviendo con Manuela.. se peleó con el papa y ahora me toca a mí hacerme cargo de ella.. las ventajas de ser el tío divorciado”, comento Carlos riéndose.

-“Y con el debido respeto por usted y por ella… pero Manuela me dijo que usted también es divorciado”, dijo él.

-“Si, libre y feliz hace ya 5 años… pero no le entiendo la pregunta Carlos”, agregue.

Carlos no me dijo nada y llamo a Sofía que traía unas cervezas en la mano e iba ya de regreso a la piscina.

-“Sofía !!!... será que la reina me regala una bebida?”, grito el.

Sofía se detuvo y le sonrió caminando hacia nosotros con las bebidas en la mano. Los ojos de Carlos, atrevidos, no se despejaban ni un segundo de las tetas y la diminuta tanga de ella.

Ella se acercó y le paso su cerveza a Carlos en la mano. El, descarado de nuevo, la miro a los ojos, le dio las gracias y luego le miro las tetas y bajo su mirada impávida sobre la parte frontal de su tanga, como tratando de observar la raja oculta en medio de sus piernas.

Sofía se dio cuenta y reacciono de forma inesperada para mí.

-“Y ustedes dos que?… no se van a meter a acompañarnos a la piscina... nos sentimos solas”, dijo ella volteándose y caminando lento sabiendo que la mirada de Carlos estaba puesta sobre su juvenil y hermoso trasero.

Carlos, en silencio, le seguía mirando el culo a ella hasta que finalmente me lanzo la pregunta que yo nunca esperaba contestar:

-Y Luis… usted qué?.. divorciado y viviendo con semejante diosa en su apartamento… séame franco y honesto y respóndame como hombre.. no le han dado ganas de comerse a Sofía?… con esas tetas, esas piernas y ese culo… 24 añitos… ufff dios mío.. no me imagino toda una noche encima de ella”.

-“Yo solo aguante 6 meses con Manuela, hasta que me di cuenta que ella trabajaba como prepago y hacia billete por los lados… jamás se me olvidara esa noche cuando me senté a conversar con ella de eso y yo todo sano e inocente haciendo el papel del tío Carlos buena papa… ella me lo conto todo, lo que cobraba y con quien se acostaba, los profes de la U y un par de amigos de mi hermano y me rogo y me imploro que guardara el secreto con mi familia y eso acordamos… 5 minutos más tarde Manuela se me apareció en la sala del apartamento luciendo un diminuto brassier blanco y una sexy tanguita transparente de Leonisa diciéndome que ella confiaba en mi nuestro secreto... se le veían perfecto las tetas y abajo esa raja de la vagina… le pedi perdón a mi Diosito y ahí si ya no aguante más, me pare del sofa y le puse las manos.. luego dos horas encima de Manuela dándole verga como un animal… sin condon… me la comí en la sala y luego me la lleve a mi alcoba.. pase toda la noche encima de ella, me dejo listo, fundido y completamente satisfecho… que sensación tan rara levantarme al otro dia y verla ahí desnuda y tirada en mi cama, claro, volvi y me la comi otra vez… a Manuela me la culeo una vez al mes y guardo el secreto… ella me conto que Sofía apenas está empezando con algunos clientes de ella”, dijo Carlos.

Se me hizo un nudo en la garganta. Quede mudo por la sorpresiva noticia que confirmaba mis sospechas, pero mi ego de hombre salió a flote.

-“Yo me lo sospechaba… por eso ella termino en mi apartamento, y si la verdad, me torturo a diario verla lucir esa ropa tan ajustada y tan sexy que se pone… a Sofía le tengo muchas ganas pero no aun no me la he comido, soy su tío, pero debe ser una delicia chuparle esas tetas y esa chochita, ponerla en cuatro y darle pipi por esa cuquita y ese culo de diosa”, comente con sevicia.

De pronto la realidad toco mi puerta y comprendí lo que se venía para mí.

-“Manuela me trajo para que conociera a Sofía a ver si me gustaba para salir con ella después… y la verdad me encanto.. que nena tan completa, así que si le gusto mi sobrina Manuela… sin pena.. Hágale compadre y acérquesele a ella... que yo me hago el ciego”, dijo Carlos poniéndose de pie.

-“Le gusta Manuela?.. se la quiere comer esta noche?, volteo Carlos hacia mí para luego caminar hacia la piscina dejándome a mi excitado por su comentario directo.

-“Y bueno.. por aquí llegamos nosotros los veteranos al chapuzón… yo a conocer a Sofía y Luis a conocer a Manuela.. se puede?”, grito el mirándome aun sentado.

Carlos camino hacia la orilla donde estaba mi sobrina y de una vi como Manuela y ella cuchicheaban cosas al oído y se reían. De pronto Sofía se llevó sus manos a la parte de atrás de su espalda y soltándose el brassier del bikini blanco se lo tiro a los pies de Carlos. El sin mediar palabra salto a la piscina aun vestido cayendo a un lado sobre mi sobrina.

El grito de ella fue normal. Las risas llenaron la escena y luego Sofía y Carlos se fundieron en un extraño beso mientras el seguramente le rapaba su tanga del bikini bajo el agua. El corto beso fue interrumpido y el sabiendo que el cuerpo de ella estaba ya completamente desnudo en frente suyo, bajo su cabeza y la poso sobre los hermosos pechos de Sofía para empezar a besárselos y chuparles los pezones, mientras ella cerraba sus ojos y sentía como los dedos de un hombre la tocaban abajo mientras él se devoraba sus sensuales tetas.

Y así de simple, me puse de pie con la verga erecta y nerviosa, y allá al fondo Manuela se alejaba de esa orilla al mismo tiempo que yo la invitaba a salir de la piscina.

Ella sonriente me obedeció y la extendí su mano con gentileza. Su cuerpo húmedo salió a flote y sin dudarlo le coloque mi mano derecha sobre su húmedo trasero, tocándole las nalgas y abrazándola por la cadera.

-“Con el debido respeto.. pero que culo tan divino tienes muñeca”, le dije manoseándole esas nalgas de ensueño.

-“tengo condones en mi cartera… déjame ir por ellos”, me dijo.

-“listo.. yo te acompaño belleza”, le respondí tomándola de la mano nervioso.

Camine con Manuela hacia la alcoba de huéspedes y ella busco sus pertenencias sacando una bolsita con condones.

-“Ven para la sala”, le dije.

Ella no me respondió pero la tome de la mano y la traje conmigo. Llegamos al borde del sofá y le hable de mis intenciones:

-“me das ese honor?”, le pregunte volteándola ligeramente por la espalda.

Ella se rio.

Solté el brassier del vestido de baño azul de Manuela y luego coloque mis manos sobre su tanga, la cual cayó sin problema. Ella de inmediato se sentó sobre el sofá y abrió sus piernas para mostrarme esa inmensa y húmeda raja con esos gruesos labios vaginales.

Sin dudarlo coloque mi cabeza sobre ese fresco animal oculto entre sus piernas y empecé a chuparle esa cuquita como hacia muchísimos años no lo hacía.

Su dulce sabor, sus cálidos y deliciosos fluidos vaginales inundaron mi cara en minutos y me sacie hasta morderle ligeramente los labios de esa raja gloriosa, al mismo tiempo que le metía el dedo por la cuquita y por el ajustado hoyito del ano, solo para prenderla y excitarla.

Tan pronto mi lengua se cansó de su sexo me puse de pie y me desnude en frente de ella y eche una mirada hacia la piscina para ver ese espectáculo del cuerpo desnudo de Sofía, allá a lo lejos tirada sobre una colchoneta afuera de la piscina y encima de ella, Carlos, desesperado chupándole las tetas y luego bajando para lamerle la vagina a mi sobrina.

Luego para mí 30 minutos de gloria y éxtasis culeandome a Manuela, ella acomodada en cuatro en ese sofá de las pasiones y entregándome ese sexo carnoso y húmedo mientras mi veterana verga entraba y salía de ese apretado lugar de lujuria. Después de esas dos gloriosas derramadas, me sentí cansado y le pedí a Manuela que fuera a la cocina por unas cervezas, mientras que yo me cambiaba el condón y le echaba una mirada a Sofía y Carlos en la piscina.

Hermosa, imponente y sexy, el cuerpo desnudo de mi sobrina se mecía cadencioso mientras sus tetas bailaban gloriosas de un lado al otro. Acomodada en cuatro y dejando su trasero y su sexo al antojo de la verga de Carlos, el la machacaba por detrás cadenciosamente, con sus maduras manos aferradas a su cadera dejando que su erecto miembro entrara y saliera de la vagina de Sofía. Sus hermosas nalgas se lucían majestuosas y luego, 1 segundo más tarde, la pelvis y el abdomen de Carlos las ocultaban mientras su verga se hundía en lo profundo de su sexo, repitiéndose una y otra vez mientras ambos gemían de pasión.

-“A mi tío le encanto Sofía”, me interrumpió Manuela llegando de la cocina con un par de cervezas en la mano y sonriente.

-“Gracias corazón”, le respondí recibiéndole la cerveza y viéndole su suntuoso cuerpo desnudo, sus tetitas y ese culazo de diosa.

-“Te quieres ir a la alcoba de huéspedes o quieres seguir acá?”, le pregunte.

-“Hace calor en la alcoba.. quedémonos acá un rato”, me dijo ella arrodillándose en frente mío, colocando su cerveza a su izquierda y tomando mi verga con su mano derecha para llevársela a su boca y empezar a mamármela con delicadeza y elegancia.

Que más podía pedir. Viendo a la distancia como un man de mi edad se culeaba a Sofía, mi sobrina, al mismo tiempo que Manuela, su amiga, me daba una mamada de fantasía.

Ahora 15 horas más tarde, después de haber pasado la noche con Manuela, estaba desnudo con mi verga erecta, viendo como a Sofía se la culeaban sin condón y Carlos le dejaba su sexo salpicado y lleno de su madura leche.

Después de la introducción de Carlos, y viendo que él se salió de la alcoba para dejarme a solas con ella, las dudas y las atracciones sexuales jugaron su partido de la vida

-“Sabes que te respeto mi amor.. eres mi sangre y eso nunca va a cambiar”, le dije acercándome a la cama.

-“Si lo se tío”, dijo ella acomodándose sobre el espaldar de la cama

-“Pero no puedo negar que en estos 3 meses tu cuerpo me tortura... soy humano y es imposible no pasar desapercibido esas tetas y ese culo de reina que tienes”, le dije.

-“Jamás olvidare tu fiesta de grado del colegio hace 6 años, en el 2010.. tenías 18 añitos y lucias ese vestido rojo apretadito con ese culito a pedir de boca.. como envidie a ese novio que tenías”, agregue

-“Si me acuerdo.. Mario se llamaba:, dijo ella riéndose.

-“Y luego la fiesta de cumpleaños de tu mama hace dos años… y tú con esa faldita rosada y ese escote.. no te imaginas lo que pasaba por mi cabeza mirándote esa noche.. se te veían esas piernas y ese culazo más ricos… y tú con esas tetas tan hermosas… los amigos de oficina de tu mama no te quitaban los ojos de encima.. esa noche soñé que te llevaba a un motel y te..”

-“Prométame tío Luis que no se lo va a decir a nadie”, me interrumpió Sofía tomando la sabana y limpiando grotescamente el semen de Carlos que cubría sus labios vaginales.

No perdí un segundo y me abalance sobre ella.

15 minutos mas tarde lo grite a pleno. Mi maduro orgasmo me sacudió de pies a cabeza y gemí como una loca empedernida.

Abrazado a ella, con mi verga enterrada en lo profundo de su bien apretada vagina sentí como mi erecto miembro exploto a chorros allá adentro de Sofía y sentí como mi cuerpo se adormecia de pies a cabeza mientras mi verga vomitaba ese bombazo de semen en el lugar que yo más deseaba.

Durante esos eternos 2 minutos espere a que mi verga, enterrada en lo profundo de su vagina, terminara de vomitar ese bombazo de leche espesa adentro de su sexo, mientras Sofía me abrazaba fuertemente por la espalda y me susurraba al oído lo rico que se sentía sabiendo que Luis, su adorado tío, finalmente se la culeaba.

Hoy, Sábado 22 de Abril del 2017, 6 meses después de descubrir los ocultos secretos que guardaba mi sobrina con su doble vida, celebro mi cumpleaños número 47 de la mejor forma, al lado de mis amigos, compañeros de trabajo, clientes y personas más cercanas. Claro, mi hermano y mi cuñada no estuvieron presentes, símbolo inequívoco que ellos aún no querían ver a Sofía, su rebelde hija.

Como era de esperarse el sensual y atractivo cuerpo de mi sobrina atrajo las obvias e inquisidoras miradas masculinas esa noche. Su sexy y atrevido vestido rojo, revelaba un hermoso y generoso escote exponiendo el porque sus atractivos pechos 36C, exuberantes para una mujercita de 25 añitos, eran dignos para la lengua de un afortunado hombre.

Por cerca de 4 horas, el ajustado vestido mortifico a saciar los inquietantes ojos de mis amigos, clientes y presentes, que vieron como el cuerpo de Sofía destacaba a plenitud esas perturbadoras, redonditas y espigadas nalgas de joven libre de ataduras, sin llegar a imaginarse que bajo ese vestido rojo se ocultaba el atractivo cuerpo de una joven universitaria prepago buscando silenciosos y pervertidos clientes dispuestos a pagar una alta suma por poner sus manos y su verga alla en sus ocultos tesoros.

Sus bien tonificadas y formadas piernas se lucían majestuosas, ya que el vestido terminaba inquietante bien arriba de sus rodillas, exponiendo esas gruesas y femeninas piernas. Y abajo esos zapatos negros de tacón altos le daban un porte de elegancia y presencia. Digna y soberana, Sofía lucia intocable esa noche, como una estilizada puta de estrato 8.

-“Vaya, que mujer tan hermosa… su sobrina, que edad tiene?... ya quisiera tener 25 años para salir con ella… y Sofía tiene novio?, que man tan afortunado… y cuando me la presenta Luis?... su sobrina es un amor de mujer, pero no entiendo porque no vive con su hermano… Sofía es una hembrita, será que me arrienda Luchito una alcoba en su apartamento?, que rico verla así vestida todos los días..”, fueron alguno de los comentarios que escuche de mis amigos toda la noche entre chiste y chanza.

Ahora, esta noche de mi cumpleaños, no me cambio por nadie. Como un regalo especial, recibo ese justo premio a mi persistencia y ese perverso secreto que guardamos los dos.

Esa noche, a un lado de mi cama de hombre divorciado yace tirado el sensual vestido rojo, su delicada tanga negra, su brassier y sus zapatos de tacón alto. Desnuda y acomodada en cuatro, al estilo perrito, en mi cama, justo en frente mío, le termino de lamer la vagina a mi sobrina salpicada ya del rebosante semen fresco de mi verga. Completábamos apenas 1 hora de sexo desenfrenado y ya tres bombazos de mi madura leche reposaban hirvientes adentro del desprotegido sexo de Sofía, mientras que sus exuberantes tetas lucían brillantes cubiertas de la saliva de mi boca después de devorarme a pleno esos pechos de reina con mi sedienta lengua.

Ahora terminaba nervioso de vaciar mi regalo de cumpleaños allá en medio de esas nalgas de ensueño. El pequeño frasco de lubricante anal dejaba caer lentamente su espeso líquido sobre ese coqueto asterisco de las pasiones masculinas y así, mi regalo de cumpleaños se vaciaba sobre su culo.

-“7 años mujer divina… llevaba 7 años soñando con este momento muñeca… y no te imaginas cuantos de mis amigos que te vieron esa noche me envidian ahora…”, le dije  abriendo con dificultad sus hermosas nalgas y colocando la cabeza de mi verga a la entrada de ese culo de diosa, mientras el hoyo de su espectacular ano lucia radiante lleno de gel lubricante.

-“Si lo se tío..” me dijo ella acomodándose sobre la cama sabiendo que mi verga estaba a punto de hundirse en su bien apetecido tesoro.

Coloque mis manos sudorosas y nerviosas sobre sus caderas, las deje escurrir sobre su torso y las coloque sobre esas tetas de diosa, cerré los ojos y le pedí perdón a mi Dios y a mi hermano.

Luego volvi a abrir los ojos para ver y sentir real lo que antes era un solo sueño. Con mi cabeza agachada, las pulsaciones a de mi corazón a 180 y mi vista puesta sobre las nalgas de Sofia, en los siguientes 30 segundos me sentí el hombre más afortunado del mundo, mientras ella gemía y disfrutaba a pleno de la incomodidad y el intenso placer de sentir una verga hundirse en su perfecto trasero, mi erecto miembro empezó a desaparecer en medio de las ricas nalgas de mi sobrina para finalmente hundirse lentamente en ese culito de joven libre y descomplicada.

Vinieron de nuevo esos recuerdos de esa fiesta del grado de bachiller de ella en el 2010 luciendo esa belleza de culo a sus frescos 18 años. Y yo con la sangre hirviendo al darme cuenta como los amigos de mi hermano de forma descarada y perversa no perdían oportunidad de poner sus ojos sobre las esbeltas nalgas de Sofia y dejaban volar su masculina imaginación al verla caminar por el salón de la fiesta luciendo ese ajustado vestido rojo donde sus tetas y sus paraditas nalgas sobresalían majestuosas a los ojos de un hombre sediento de sexo. Y luego la fiesta de hace 2 años cuando ella se puso esa faldita rosada y esas nalgas de Sofía lucían imponentes y portentosas. Y claro, en estos pasados tres 3 meses, ese pantalón ajustado de lycra blanco que ella se ponía para ir al gimnasio el cual mostraba porque esa hermosura de trasero se merecía el castigo de una buena verga. Vaya, que momento tan intenso para los dos. Enterrada en su totalidad adentro de su exquisito culo, las nalgas de ella finalmente golpearon contra mi abdomen y Sofia gimio mas fuerte y dejo escapar ese sonoro quejido de dolor, placer e incomodidad, para hacerme saber que la verga de su adorado tio ya reposaba entera alla adentro de su trasero.

-“ayyy tiooooo… ya pare ahí... la siento toda adentro”, grito Sofia colocándome su brazo derecho torcido sobre mi cadera y volteándose hacia mi dejándome ver su rostro de incomodidad y dolor.

-“perdóname corazón… pero sabes lo que representa para mi este momento…”, le replique agarrándola delicadamente de sus gloriosas tetas colgando de su pecho y empujándole un poco mas mi abdomen contra sus nalgas para asegurarme que toda mi verga estaba adentro de su culo.

-“Hagamelo despacito tio”, me contesto Sofia volteandose de nuevo y dejando su cabeza agachada contra la cama.

Ahora, finalmente después de 7 años, mi sueño era ya una realidad.

10 minutos más tarde, yo, Luis, el tío buena papa de Sofía, tocaba el cielo y levantando mi cabeza al techo gemí mi orgasmo como nunca antes lo había hecho, mientras mi veterana verga permanecía enterrada allá en lo profundo de ese culo de ensueño y vomitaba mi espesa, blanca e hirviente lava.

Ironicamente, al fondo en la sala, la canción de Luis Fonsi y Daddy Yankee se oia salir del iPhone de mi sobrina, adornando con música celestial lo que ocurria sobre mi cama, mientras su tio Luis le machacaba su espectacular culazo al ritmo de la música, tal y como ella lo quería, tal y como yo lo llevaba deseando sin compasión, ni pena ni piedad por esos 7 años reprimidos de sexo.

julio08

Somos pareja swinger

visitas: 4479
Categoria: Sexo con maduros
Fecha de Publicación: 2017-08-19 17:55:44
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4 Comentarios

Wauuuuu excelente relato , me dejó, lo disfruté al máximo. ??? Ricoooo hpt ???

2018-10-07 17:41:46

Excelente relato

2017-08-26 05:23:07

Que delicia de relato una de mis fantasías estar con un hombre mayor

2017-08-24 21:30:49

[b][/b] Excelente rellato, de lo mejor que he leido no solo en Guia si no en internet.

2017-08-20 11:02:53