
Compartir en:
A las mujeres hay que tratarlas bien, sino se enamoran de uno. Estaba loco por esa amiga, ese amor platonico, crush, pero no me paraba bolas, estaba en la friendzone, la bese y ella me correspondía varias veces, pero se hacia la que no paso nada, su lánguida actitud y su falta de interés hicieron su trabajo para que yo empezara a alejarme poco a poco, en fin, la misma vieja historia.
Tenia una amiga que quería tener algo conmigo pero desde un principio supe sus intenciones y se las deje muy claras, no quería herirla ni que perdiera tiempo conmigo, ella acepto, a las mujeres se les hace mas fácil llevar esta clase de relaciones, considero que ellas siempre tienen las de ganar, uno como hombre siempre sera el hijo bastardo del deseo. Una tarde me llamo para que nos tomáramos unas cervezas con unas personas y como no había peligro acepte; no me sorprendí de la gente que se reunió para pasar un rato, entre esas personas estaba la hermana de mi crush, ella sabia lo que sentía por la hermana pero nos la llevábamos/llevamos una buena relación, común y corriente, hasta que con un poco de alcohol y la fricción del baile nos dejamos llevar.
Bailamos muy pegados, tal vez era la confianza previa, pero sentíamos que nos entendíamos muy bien, nos sentíamos muy cómodos, la verdad bailamos merengue y reguetón como un par de cómplices que sabíamos lo que hacíamos, cada vez nos entrepiernamos mucho mas en cada canción, y que decir cuando ella estaba de espaldas a mi, se dejaba tocar las manos, la cadera, los muslos, pasar/rozar mi boca en su cuello, orejas y respirar profundo en su cabello, nos besamos en la obscuridad de la pista de una manera muy lasciva, ella y yo necesitábamos estar juntos y lo sabíamos.
Nos fuimos de la reunión con la excusa de que ya estábamos cansados y borrachos, pero la verdad nos volamos para devorarnos, no hubo problema por parte de las otras personas que compartían la velada con nosotros. Nos besamos en el taxi mientras yo le metía la mano entre su entrepierna, su sexo era tierno, húmedo y tibio, me dieron ganas de hacerle sexo oral en ese carro, pero seguimos jugando hasta que llegamos a mi casa. Nos quitamos la ropa como viejos amantes, sin pena, y sin ningún preámbulo nos metimos en mi cama, nos entendíamos muy bien y nuestros cuerpos encajaban, flacos, mas de 50 kilos de estrógenos enfurecidos encima de mio comandaban la faena, no la deje de besar, nunca aparte mi boca de sus labios, hasta que pase a los otros, si los de abajo, su olor y sabor metalico me excito mucho mas, le hice sexo oral para que nunca me olvidara mientras le tocaba sus tibios senos y le metía mis dedos a sus boca, la penetre profunda y suavemente cuando estaba boca arriba, le dolió, pero insistió en que yo no parara, la seguí besando mientras se orqueteaba con fuerza en mi espalda, sentí su vagina muy humeda y la penetre con mas fuerza, cambiamos de posición, quería ver su delicada espalda y sus protuberantes caderas mientras yo tocaba sus senos y le metía mi mano a su vagina para llevar el ritmo, nos entendíamos muy bien para ser la primera vez, me puse encima de ella mientras estaba boca abajo, la penetre con una fuerza que ella sentía dolor, pero llevaba el ritmo y se quejaba por medio de su respiración, nunca olvidare el olor natural de su cabello mientras le tapaba la boca, sus caderas desde esta posición se veían grandes, la penetre con mas fuerza mientras le agarre el cabello y empece a galopar encima de ella, sollozaba con una ternura... descargue toda mi fogosidad en su espalda.
Se baño primero, luego yo, y dormimos tranquilamente como si cada uno hubiéramos indultado nuestro pecado.
Hablo poco con mi crush, no hay nada que hacer, pero llevamos una buena relación, ya no estoy tan encantado, desde esa noche, su hermana me libero de ese tormento que tenia, mientras que con esta ultima he vuelto a estar, pero cuando ella lo decida, es el precio que tengo que pagar.